lunes, 4 de marzo de 2013
Decíamos ayer. Febrero 2012 (5). El mito de narciso y otras historias.
viernes, 24 de febrero de 2012
La lectura del fin de semana. Una habitación propia. Virginia Woolf.
Grupo de Bloomsbury, fundadora junto
con su marido de la editorial Hogarth Press que entre otras obras de
prestigiosos escritores de la época publicaría la obra de Sigmund Freud.
A room of one's own, el libro
escrito en 1929 por Virginia Woolf funda 40 años después el movimiento
feminista.
Una habitación propia,
un espacio para uno solo, en el cual pensar, escribir, estar tranquilo,
sin perturbaciones, sin intromisiones, sin ser moletado.
Y si eso es necesario para cualquiera que
pretenda tener una vida propia, con más motivo para las mujeres que
viven atrapadas entre servidumbres sociales, obligaciones y dependencias
varias.
Socialmente el rol de la
mujer implica su falta de independencia, esposa, madre, ama de casa,
sufrida trabajadora del hogar, sostén del marido y de los hijos,
responsable de toda la intendencia, paño de lágrimas, consejera,
suministradora de cariño, ternura, comprensión.
Fundamental el papel de la mujer en la
sociedad, capital, pero qué queda de ella, qué queda para ella, para su
desarrollo personal individual, vive hipotecada por todas esas
servidumbres sociales, la mujer en general no tiene una vida propia, y
para intentar tener una vida propia según Virginia Woolf lo primero que
hay que tener es una habitación propia a la cual pueda retirarse la
mujer para ser ella misma y poder recogerse en su esencia y llegar a
conocerse mejor sin dispersarse entre los demás.
Sin embargo, el argumento es aplicable a
cualquiera.
Hoy podríamos decir
que necesitamos una habitación propia y un blog propio, imprescindible,
si en la época de Virginia Woolf hubiera habido blogs seguramente la
escritora hubiera escrito un libro continuación que se hubiera titulado
"Un blog propio", o directamente hubiera abierto un blog.
Yo lo tengo y recomiendo tenerlo, el blog es
ese espacio sólo de uno, sólo para uno, es como el alma del escritor, y
además todos pueden compartirlo, es como una habitación propia
universal.
Muchos besos,
el paseante
Sigmund Freud escribe sobre el paseante.
Pues
no sé bien qué decir, pese a ser Sigmund Freud el paseante me deja
mudo, puede conmigo, no sólo con su terapeuta ha podido, conmigo
reconozco que también ha podido, me ha vencido, y es que el paseante no
sólo encarna todas mis teorías, no sólo es el ejemplo vivo de todas
ellas sino que las supera, completa, y multiplica.
Le conozco
desde su nacimiento, en cuanto tuve noticia de que iba a nacer un
personaje tan especial me presenté en la clínica, fue el día 14 de
agosto de 1960, aún lo recuerdo como si fuera ayer, y la hora las 5:00
de la mañana, el paseante nació de madrugada, nos tuvo a todos
desvelados hasta que después de un parto bastante largo se decidió por
fin a entrar en la vida, parece que se resistía, parece que no estaba
muy convencido, cuando apareció rompió a llorar, como todos los niños,
pero no todos lo hacen de la manera tan desconsolada como él lo hizo, su
llanto era tan profundo y desesperado que parecía más bien el maullido
de un gato en celo.
Le tomé desde el primer momento bajo mi tutela,
quería observar su desarrollo, estar al tanto de la evolución de su
psique, que me interesaba especialmente porque era una psique muy rica y
por ende compleja, como dijo Sócrates no aprendemos nada sino que en
realidad lo que hacemos es recordar, la reminiscencia hace que
recordemos de otras vidas todo lo que nuestra alma ha aprendido en
ellas, y el paseante ha tenido tantas y tan ricas vidas anteriores que
su aprendizaje fue a la velocidad del rayo, tan rápido fue que en más de
una curva se salió de la carretera, y ahí estaba siempre yo atento para
hacerle volver a tomar el rumbo de su vida.
Primero de niño, luego de
joven, más tarde de adulto, y hasta ahí hemos llegado juntos por ahora.
Si he de
decir la verdad no tengo un diagnóstico claro sobre él, se me escapa
como el agua entre las manos su psique cada vez que quiero
diagnósticarla, es una psique escurridiza, que no se deja atrapar
fácilmente, y en cuanto crees que la has retenido fluye o cambia de
estado y pasa del estado líquido a convertirse en vapor, o a convertirse
en hielo, lo que es aún peor porque cuando se formatea en hielo resulta
terriblemente fría, lógico, y terriblemente despiadada.
No conozco
persona más buena y más cruel a la vez, y cómo se explica esto, pues por
su sentido de la justicia, puede ser el más generoso, el más compasivo,
el más protector, Robin Hood de las causas perdidas, pero si algo le
toca el corazón por injusto igualmente es despiadado con el causante de
la injusticia a la par de extremadamente misericorde con la víctima.
Es como un
padre protector, todo lo quiere proteger, salvar, preservar, personas,
animales, plantas, objetos, él piensa que hasta los objetos tienen alma
en una especie de animismo que se ha fabricado a su medida.
Por otro lado
y en paralelo a lo anterior está su apego a todo, es como una lapa, no
suelta nada, si caes en su órbita no te quiere soltar nunca, pero a su
manera, es decir, cuando él quiere, cuando a él le conviene.
He visto que
mucho se ha discutido en el blog, del cual soy ferviente seguidor, sobre
su sexualidad, pues bien, puedo afirmar que de eso nada de nada, y lo
cierto es que a él le gustaría poder vivir algún tipo de sexualidad
porque vivir sin deseo sexual como él vive es un suplicio, os lo aseguro
por propia experiencia, a él le gustaría sentir algún tipo de impulso
sexual por alguien o por algo, y es que por no ser ni fetichista es.
Y lo del
narsicismo descartado también al 100%, ni se desea a sí mismo, vamos que
está por encima del bien y del mal, esperando, como alma perfecta que
es, completar su última estancia en el mundo de los vivos y poder
después de esta última reencarnación vivir feliz en el nirvana de las
almas perfectas, de las ideas perfectas, de la belleza, del amor, y de
la felicidad.
Eso espera de la mejor manera que sabe,
pacientemente, resignadamente, reflexivamente.
Él siempre ha
sido alguien especial, muy especial, y con el tiempo ha descubierto que
esa especialidad en lugar de ser una lacra como pensaba es una
bendición de Dios, él es un elegido y es ahora cuando lo ha asumido con
todas sus consecuencias.
Mientras llega ese momento de su ascensión al
cielo, vive y sueña, sueña y vive, día tras día, con un mundo mejor, y
hace lo que puede en su esfera de vida y también a través de su
creatividad, es a través del arte como él se transciende, se redime, se
reconforta, y a través de arte es como quiere ayudar a los demás a
evolucionar hacia un estado superior de conciencia similar al suyo.
El paseante
es el Peter Pan del siglo XXI, sueña que vuela, vuela sobre el mundo y
ve, ve la vida y las gentes perdidas con sus afanes del día a día y
quiere ayudarlos a ser mejores y que entre todos construyan un mundo
mejor.
Bueno, paseante, tengo que terminar aunque tendría tantas cosas
que decir de ti, te conozco tan bien..., pero creo que lo que he dicho
es lo fundamental, ¿verdad?, no te sonrías.
Tu
Sigmund de siempre con cariño,
Mr. Freud
jueves, 23 de febrero de 2012
Especial fetichistas: el ombligo.
¿Es el ombligo un fetiche?
Por supuesto, igual que los pies.
¿Y por qué?
Por la misma razón que son un fetiche los pies, porque antecede
en su contemplación a la visión del órgano sexual
Vale, de acuerdo.
¿Te gusta el ombligo de el paseante?
Me encanta.
Es perfecto, ¿verdad?
Perfecto
y muy sensual...
¿Y por qué es un
fetiche el ombligo de el paseante?
Porque antecede en su contemplación a la visión del órgano
sexual de el paseante.
¿Quieres
verlo?
¿El qué?
El órgano sexual de el paseante.
Por supuesto, me encantaría...
Fedón.
—¿Qué diremos, pues, del alma? ¿Puede ser vista o no puede serlo?
—No puede serlo.
—Luego es inmaterial.
—Sí.
—Por consiguiente, nuestra alma es más conforme que el cuerpo con la naturaleza invisible; y el cuerpo más conforme con la naturaleza visible.
—Es absolutamente necesario.
—¿No decíamos que, cuando el alma se sirve del cuerpo para considerar algún objeto, ya por la vista, ya por el oído, ya por cualquier otro sentido (porque la única función del cuerpo es atender a los objetos mediante los sentidos), se ve entonces atraída por el cuerpo hacia cosas, que no son nunca las mismas; se extravía, se turba, vacila y tiene vértigos, como si estuviera ebria; todo por haberse ligado a cosas de esta naturaleza?
—Sí.
—Mientras que, cuando ella examina las cosas por sí misma, sin recurrir al cuerpo, se dirige a lo que es puro, eterno, inmortal, inmutable; y como es de la misma naturaleza, se une y estrecha con ello cuanto puede y da de sí su propia naturaleza. Entonces cesan sus extravíos, se mantiene siempre la misma, porque está unida a lo que no cambia jamás, y participa de su naturaleza; y este estado del alma es lo que se llama sabiduría.
—Has hablado perfectamente, Sócrates; y dices una gran verdad.
—¿A cuál de estas dos especies de seres, te parece que el alma es más semejante, y con cuál está más conforme, teniendo en cuenta los principios que dejamos sentados y todo lo que acabamos de decir?
—Me parece, Sócrates, que no hay hombre, por tenaz y estúpido que sea, que estrechado por tu método, no convenga en que el alma se parece más y es más conforme con lo que se mantiene siempre lo mismo, que no con lo que está en continua mudanza.
—¿Y el cuerpo?
—Se parece más lo que cambia.
—Sigamos aún otro camino. Cuando el alma y el cuerpo están juntos, la naturaleza ordena que el uno obedezca y sea esclavo; y que el otro tenga el imperio y el mando. ¿Cuál de los dos te parece semejante a lo que es divino, y cuál a lo que es mortal? ¿No adviertes que lo que es divino es lo único capaz de mandar y de ser dueño; y que lo que es mortal es natural que obedezca y sea esclavo?
—Seguramente.
—¿A cuál de los dos se parece nuestra alma?
—Es evidente, Sócrates, que nuestra alma se parece a lo que es divino, y nuestro cuerpo a lo que es mortal.
—Mira, pues, mi querido Cebes, si de todo lo que acabamos de decir no se sigue necesariamente, que nuestra alma es muy semejante a lo que es divino, inmortal, inteligible, simple, indisoluble, siempre lo mismo, y siempre semejante a sí propio; y que nuestro cuerpo se parece perfectamente a lo que es humano, mortal, sensible, compuesto, disoluble, siempre mudable, y nunca semejante a sí mismo. ¿Podremos alegar algunas razones que destruyan estas consecuencias, y que hagan ver que esto no es cierto?
—No, sin duda, Sócrates.
—Siendo esto así, ¿no conviene al cuerpo la disolución, y al alma el permanecer siempre indisoluble o en un estado poco diferente?
—Es verdad.
Fedro. Platón.
La censura y el blog (2).
La
comisión nº 2.
Es
la segunda en intervenir.
Y
la segunda que se constituyó dentro de mi cabeza, allá por la rebelde
adolescencia, está constituida por una Conferencia de Putas, también
permanente, por supuesto, cada sillón lo va ocupando una puta de manera
sucesiva, se van renovando, de eso me encargo yo, en cuanto no están ya
de buen ver las voy echando agradeciéndoles los servicios prestados,
como se hace con los políticos cuando los cesan.
Las putas
siempre opinan lo contrario que los obispos, y siempre me dicen lo
mismo: "a vivir que son dos días", menudo argumento..., imposible
rebatirlo, mucho mejor que el de los obispos, lo de "eso de ninguna de
las maneras".
El argumento de los obispos no está bien
fundamentado, no explica la razón de la negativa, el porqué, de esta
manera cuando empecé a dudar en la adolescencia tuve que crear la
Comisión de Putas, me explicaban mucho mejor todo, aprendía más con
ellas, eran más tolerantes, incluso algo maternales en ocasiones.
Y es cierto,
la vida son dos días, pero claro los obispos entonces mencionan lo del
más allá y me vuelven a envolver en un mar de dudas.
Lo bueno de
esta segunda comisión es que siempre corrige al alza mis expectativas,
para ellas todo lo que yo propongo es poco, es lógico porque antes pasé
por la censura de la Conferencia Episcopal, ahí es nada...
Y yo qué
hago, pues depende, la verdad es que no puedo sacarme de la cabeza
ninguna de las dos comisiones, pero las he dejado solamente con carácter
consultivo y no vinculante, es como si llevara dentro de mi cabeza dos
Consejos de Estado, es decir, no sirven para nada, puro trámite,
yo después de oirles hago lo que me parece.
Pero me pregunto en qué medida
influyen sus dictámenes en mi decisión final, difícil saberlo.
En
definitiva, tengo que ir planteándome seriamente eliminarlas, quitarles
su carácter preceptivo siquiera, y quedarme como único dueño y
responsable de mis actos.
Porque toda esta herencia judeo-cristiana de
la culpa y el pecado no hace más que estorbarme y ya soy muy mayorcito
para tanta zarandaja.
Por cierto, las putas están encantadas con las
erecciones, y con Dani el camarero de la churrería también, y es que no
falla, yo sé muy bien cómo acertar con ellas..., tengo experiencia...
¿Tengo
experiencia?
Besos lascivos para todas,
el
paseante
p.d.-
aún os quedan otras dos comisiones de censura más por conocer, también
están dentro de mi cabeza... os seguiré informando...
El mito de narciso.
El
mito griego de Narciso se basa en la fantasía de un joven llamado
Narciso, de gran hermosura que se enamora de su imagen reflejada en el
agua. Sigmund Freud publicó su obra Introducción al Narcisismo e
introdujo este concepto en el área de psicoanálisis en alusión a
Narciso.
El relato del mito de Narciso lo escribió Ovidio en el año 43
a.C. en su libro Las Metamorfosis, fue engendrado por la violencia del
dios del río Cefiso quien tras raptar y violar a la náyade Liriope,
que alumbro a un joven de extraordinaria belleza, a quien llamaron
Narciso que provocaba grandes pasiones a hombres y mujeres, mortales y
dioses, a las cuales no responde por su incapacidad para amar y para
reconocer al otro.
Según el relato de Ovidio, entre las jóvenes
heridas por su amor estaba la ninfa Eco que estaba condenada a repetir
las últimas palabras de todo cuanto se le dijera. Un día, Narciso se
apartó de sus compañeros en el bosque y gritó «¿Hay alguien aquí?», Eco
contenta respondió: «Aquí, aquí», él gritó: «¡Ven!». Después de
responder: «Ven, ven», Eco salió de entre los árboles con los brazos
abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor.
Narciso al
contemplar su imagen en la superficie del agua, sintió una fascinación
por su propia imagen de la que no pudo sustraerse. No podía tocar ni
abrazar al ser que veía reflejado en el agua, pero tampoco podía
apartar su vista de él. Narciso, subyugado por la bella imagen de sí
mismo que le devolvía el río, se retrajo de toda posible relación
amorosa con otros seres, e incluso de atender sus propias necesidades
básicas, y su cuerpo se fue consumiendo para terminar convertido una
flor tan hermosa como maloliente: el narciso
El narcisismo puede
manifestarse en algunos trastornos de personalidad, en que el paciente
sobreestima sus habilidades y tiene una necesidad excesiva de admiración
y afirmación, que puede manifestarse en forma de egoísmo agudo y
desconsideración hacia los sentimientos ajenos, contiene vanidad, y
baja autoestima.
Andrew P. Morrison, profesor de la Facultad de Medicina de
Harvard, defiende que una razonable cantidad de narcisismo en adultos
es sano y permite la percepción individual de las propias necesidades
en relación con los otros. Un narcisismo avanzado, es de connotaciones
negativas, caracteriza un rasgo de la personalidad, con baja autoestima
acompañada de una exagerada sobrevaloración de la importancia propia y
de un gran deseo de admiración por los demás.
El narcisista suele exhibir
una aparente autoestima formidable, y socialmente aparece como una
persona muy segura, sabedora de lo que quiere y completamente resuelta.
En realidad con ello el narcisista está camuflando su carencia real de
autoestima. En la infancia temprana de estos individuos se encuentra a
menudo una actitud indiferente por parte de sus progenitores, lo cual
les deja una inseguridad que tratan de compensar por medio de una
autoevaluación exagerada, irreal e inflada.
La consecuencia es que los
narcisistas necesitan mirarse continuamente en el espejo de los demás
para saber quiénes son, y al descubrir una pésima imagen de ellos mismos
se ven en la necesidad de ocultarla y esconderla. Desarrollan entonces
en compensación una imagen artificialmente sobrevalorada hasta lo
patológico.
Las personas inteligentes, valiosas se convierten para el
narcisista en una amenaza para la imagen artificial con la que el
narcisista sustenta su autoestima, por lo que su comportamiento con
ellos es manipular, y cuando la manipulación no surte efecto,
perseguidor.
Los sujetos narcisistas poseen una autoestima muy vulnerable,
siendo por esto muy sensibles a la crítica, por su necesidad constante
de admiración. En el ámbito social los narcisistas necesitan a las
personas como fuente de gratificación. Por ello suelen elegir
profesiones que les proporcionen notoriedad social, reconocimiento o
incluso fama.
Para los narcisistas el mundo debe obedecer a sus propios
puntos de vista, los cuales considera irrebatibles, infalibles,
auto-generados. Las cosas más obvias y corrientes, si se le ocurren a
él, deben ser vistas con admiración y se emborracha en la expresión de
las mismas. Tienen una inagotable sed de admiración y adulación. Vive
más preocupado por su actuación, en cuanto al efecto teatral y
reconocimiento externo de sus acciones, que en la eficacia real y
utilidad de las mismas. En resumen, las personas narcisistas, aún
cuando pueden poseer una aguda inteligencia, esta se halla obnubilada
por esa visión grandiosa de sí mismas y por su hambre de
reconocimiento.
Cuando los narcisistas ejercen posiciones de poder, se rodean
de personas, que por su propia condición, son inferiores a él o ella, y
de otras, que le harán la corte solo en función de un interés
mezquino.
El narcisista es una persona que puede ser muy exitosa, en
cuanto al brillo externo se refiere. Él no se plantea dudas en cuanto a
la realidad de sus ideas, sean estas brillantes o no. Aún las más
insulsas ideas son expresadas con un espíritu mesiánico, se enamoran de
las ideas de otros y las hacen propias sin la más mínima consideración
moral ni ética.
Wyatt y Hare, establecen:
“Clínicamente hablando, cualquier
persona socialmente disfuncional que se siente autorizada a usar su
poder para controlar a otras personas por las que se siente amenazada, o
que vive una fantasía pretenciosa, en lugar de en la realidad, y que
se ve a sí misma consistentemente como superior a sus compañeros y
anhela ser reconocido como tal, reúne los requisitos del denominado
trastorno narcisista de la personalidad“
Erich Fromm, en “Anatomía de
la destructividad humana” dice:
“El narcisismo colectivo es una de las
fuentes más importantes de agresión humana y sin embargo, como todas
las demás formas de agresión defensiva, es reacción a un ataque contra
intereses vitales. Difiere de otras formas de agresión defensiva en que
el narcisismo intenso en sí es un fenómeno semipatológico. Considerando
las causas y la función de sangrientas y crueles matanzas en masa como
las ocurridas entre hindúes y musulmanes en el momento de la partición
de la India o recientemente entre los musulmanes bengalíes y sus
gobernantes paquistaníes, vemos que el narcisismo colectivo desempeña
ciertamente un papel considerable, cosa nada sorprendente si tomamos en
cuenta que nos las habemos con las poblaciones virtualmente más pobres
y miserables del mundo entero.”
Narciso.
El camarero de la churrería mirándose en el espejo. |
¿Dónde habitas,
amor, en qué profundo
seno existes del agua o de mi alma?
Lejos, en tu sin fondo abismo verde,
a mi llamada pronto e infalible.
Nuestras frentes unánimes separa
frío, cruel cristal inexorable.
Zarzas de tus cabellos y los míos
tienden, en vano, a unir lindes fronteras.
Sobre el mío y tu cuello mantenido
un templo de distancia en dos columnas
silencio eterno guarda entre sus muros;
nuestro mutuo secreto, nuestro diálogo.
Silencio en que te adoro, en que te encierras,
recinto de silencio inaccesibles
y lugar a la vez de nuestras citas.
¡Siglos espero frente a la cruenta
muralla dura que lamento inerme!
Eternidades entre nuestras bocas
a cien brisas y a cien vuelos de pájaros.
¿Para qué pies que hollaban la pradera
jóvenes, blancos corzos corredores
si no me llevan hacia ti ni un punto?
¿Para qué brazos tallos de mis manos
si jamás alcanzarán a estrecharte?
¡Límpida, clara linfa temblorosa
jamás en nuestro abrazo aprisionada!
¿Para qué vida, en fin, si vida acaba
en el umbral de la mansión oscura
donde moras sin hálito, en el vidrio
que con mi aliento ni a empañar alcanzo?
¡Oh, sueño sin ensueño, muerte quieta
lecho para mi anhelo, eterno insomne!
¡Único al fin reposo de mis ojos
tu infinito vacío negro espejo!
Rosa Chacel
seno existes del agua o de mi alma?
Lejos, en tu sin fondo abismo verde,
a mi llamada pronto e infalible.
Nuestras frentes unánimes separa
frío, cruel cristal inexorable.
Zarzas de tus cabellos y los míos
tienden, en vano, a unir lindes fronteras.
Sobre el mío y tu cuello mantenido
un templo de distancia en dos columnas
silencio eterno guarda entre sus muros;
nuestro mutuo secreto, nuestro diálogo.
Silencio en que te adoro, en que te encierras,
recinto de silencio inaccesibles
y lugar a la vez de nuestras citas.
¡Siglos espero frente a la cruenta
muralla dura que lamento inerme!
Eternidades entre nuestras bocas
a cien brisas y a cien vuelos de pájaros.
¿Para qué pies que hollaban la pradera
jóvenes, blancos corzos corredores
si no me llevan hacia ti ni un punto?
¿Para qué brazos tallos de mis manos
si jamás alcanzarán a estrecharte?
¡Límpida, clara linfa temblorosa
jamás en nuestro abrazo aprisionada!
¿Para qué vida, en fin, si vida acaba
en el umbral de la mansión oscura
donde moras sin hálito, en el vidrio
que con mi aliento ni a empañar alcanzo?
¡Oh, sueño sin ensueño, muerte quieta
lecho para mi anhelo, eterno insomne!
¡Único al fin reposo de mis ojos
tu infinito vacío negro espejo!
Rosa Chacel
miércoles, 22 de febrero de 2012
Algunos de vosotros me estáis preguntando si soy narcisista (por fin).
Parábola del narcisista.
Bueno, pues según Freud el narcisismo es la antesala de la homosexualidad, un narcisista no es sino un homosexual reprimido que ha desplazado su líbido desde el deseo a otros hombres, que para él resulta inaceptable por algún motivo oculto incluso para él, hacia sí mismo, en tanto que él es también hombre y no le está "prohibido" desearse.
Se trata de un desplazamiento de la líbido por sustitución.
El mecanismo es similar al del fetichismo del que ya hemos hablado, constituyendo al igual que éste una parafilia.
El narcisista se autosatisface deseándose a sí mismo, ésa es su fuente de placer...
Obviamente el paseante no es ni lo uno ni lo otro, es decir, no es ni narcisista ni homosexual.
Pero mis mejores amigos son narcicistas...
Por último decir que el ser narcisista es patrimonio exclusivo del hombre igual que lo es de la mujer el ser histérica, pero de esto último ya hablaremos en otro momento.
Bss,
el paseante
Bueno, pues según Freud el narcisismo es la antesala de la homosexualidad, un narcisista no es sino un homosexual reprimido que ha desplazado su líbido desde el deseo a otros hombres, que para él resulta inaceptable por algún motivo oculto incluso para él, hacia sí mismo, en tanto que él es también hombre y no le está "prohibido" desearse.
Se trata de un desplazamiento de la líbido por sustitución.
El mecanismo es similar al del fetichismo del que ya hemos hablado, constituyendo al igual que éste una parafilia.
El narcisista se autosatisface deseándose a sí mismo, ésa es su fuente de placer...
Obviamente el paseante no es ni lo uno ni lo otro, es decir, no es ni narcisista ni homosexual.
Pero mis mejores amigos son narcicistas...
Por último decir que el ser narcisista es patrimonio exclusivo del hombre igual que lo es de la mujer el ser histérica, pero de esto último ya hablaremos en otro momento.
Bss,
el paseante
¿Estás tenso, quieres que te relaje...?
Take
it easy my friend!!!!
Don't worry, be happy!!!!
¿Acumulas
tensión durante la semana?
No hay nada mejor para relajarte como el
paseante.
El blog, por supuesto, ¿qué te habías pensado?
Mejor que un
dry martini, mejor que una sauna, mejor que un orgasmo.
Mejor que
cualquier terapia, incluido el psicoanálisis.
Mejor que
tener novio/a.
Nada como el paseante.
Nada como su ternura, su
comprensión, sus atenciones, su cariño, su amor.
Nada como él,
créeme, yo lo he probado y lo certifico.
Es lo máximo, no hay nada más
allá del paseante.
El relax más exquisito seguido de las mejores
ensoñaciones.
Algo así como una droga, un potente narcótico, una
emoción sin precedentes.
Soy adicto a el paseante, estoy enganchado.
Créeme,
debes probarlo, no lo podrás olvidar.
Y todas tus tensiones
desaparecerán en una eyaculación de placer único que te hará subir hasta
el cielo.
Y relájate un poquito que no sólo de músculos vive el hombre.
Besssssssossssssss,
el
paseante
El blog cumple hoy 6 meses de vida. Felicidades blog!!!!!!!!!!!!!!!!
Y
ya sabe hablar, y vaya si habla..., como una cotorra, con su media
lengua todo lo quiere decir, todo lo quiere saber, apenas es todavía un
bebé pero ya es muy espabilado, y es que nació muy despierto, desde el
primer día de vida se vió que tenía algo especial, y si sigue por este
camino va a convertirse en todo un prodigio, un blog prodigio, o por
mejor decir un blog prodigioso.
Lo dicho, muchas felicidades
querido blog de parte de todos tus fans, y que cumplas muchos meses y
años más, y que nosotros los disfrutemos en tu sabia compañía.
Te
quieren,
Tus
seguidores
El cuadro de la semana. El paseante retratado por Warhol.
Retrato múltiple de el paseante. Andy Warhol. |
Pero va a ser cierto, el paseante es un personaje de la
modernidad, hasta lo retrató Warhol, como a Marilyn, como a Mao, como a
la lata de sopa Campbell, increíble, el paseante es un mito de la
modernidad.
A la belleza del cuadro se suma la belleza de el paseante
conformando una obra de arte total, de gran fuerza visual, impactante,
puro pop art, a destacar los colores que ha elegido el artista, cómo los
combina de manera perfectamente armónica con la imagen sobre la que los
aplica, una visión múltiple de el paseante, como si fuera una
producción en serie, en cadena, el paseante múltiple, como reflejado en
un juego de espejos, con ese aire entre perverso e inocente, entre puro y
depravado, entre pervertido y angelical, con ese aire tan paseante,
inconfundiblemente paseante en su media sonrisa medio irónica, medio
sádica, medio sarcástica, medio sensual, medio tentadora, medio
amorosa...
Y qué decir de esa mirada, Warhol diviniza la mirada de el
paseante que queda convertido en un dios con una mirada de fuego,
imposible sustraerse a esa mirada que todo lo ve, todo lo conoce, todo
lo sabe, todo lo puede, todo lo alcanza, y sobre todo, que todo lo
desea...
Mirando el cuadro uno piensa que el paseante le desea a uno,
pero uno es tan insignificante...
Desde su mayetática belleza,
desde su pureza inalcanzable, desde su divinidad celestial, el paseante
nos contempla y se sonríe con una sonrisa que en la historia del arte no
ha igualado ni la Gioconda.
¿Es el paseante la nueva Gioconda?
Como una
Gioconda pintada por Warhol, sí, más Gioconda que la Gioconda, y más
paseante que el mismo paseante.
El paseante, ese Giocondo de la
modernidad...
I love you paseante,
el
paseante
martes, 21 de febrero de 2012
La erección del miércoles (9).
Mi primera erección.
Yo de pequeño siempre creí que acabaría
trabajando en un circo, y es que pensaba que sólo yo tenía erecciones,
por las mañanas tenía que tardar un rato en levantarme de la cama, en mi
familia se pensaban que era pereza pero era por vergüenza de que me
vieran en ese estado, siempre pensé que si lo descubrían me hubieran
vendido a un circo, como lo de la mujer barbuda o algo parecido, tal era
mi ignorancia de la naturaleza humana que me creía único (algo muy mío)
en lo de las erecciones.
De esos temas no se
podía hablar con nadie porque todo era pecado y lo relativo al sexo más
pecado aún.
En el colegio cuando me confesaba
en la misa semanal no sabía ya qué pecados inventarme, todos eran
mentira porque yo era muy bueno y no pecaba nada, luego, ya de más
mayor, cambié mucho, me hice malo, ley de vida y de la naturaleza.
Recuerdo que en una ocasión después de confesarle al
cura que había regañado con mi hermanita y había desobedecido a mi
madre, lo típico que decía siempre, o también que me había pegado con
algún compañero de colegio, el cura me preguntó que si me tocaba, yo no
le entendía, ¿tocarme?, pues sí, claro, le contesté, y me sigue
preguntando que qué era lo que me "tocaba", yo estaba perdido, ¿qué
buscaba el cura?, le dije que tenía que tocarme a veces sin querer, y me
pregunta que por qué, le respondí que era inevitable tocarse, acabamos
metidos en un callejón sin salida de dobles significados por él
inventados, total, un lío, lo malo fue la penitencia, me pasé toda la
tarde rezando con mi madre en casa, un rosario entero que como yo no
sabía rezar casi ella me tuvo que ayudar.
Lo
que había que hacer para ganar el cielo...
Mucho
tiempo después descubrí que el cielo te hace ganarlo la vida misma, no
necesitas más, la vida sin más incluye toda la penitencia imaginable por
todos los pecados o pecadillos que hayas podido cometer.
La vida, esa penitencia inagotable, porque si el mundo no
es sino un paño de lágrimas para qué queremos más penitencia.
Pues nada más, que tengáis felices erecciones esta
semana los que podáis tenerlas...
Y los que no,
tratar de disfrutar con algún sustitutivo.
A
este paso me van a dar la Gran Cruz de Isabel la Católica por mi labor
en pro de la difusión de las erecciones.
Besos,
Besos,
el paseante
El complejo de Peter Pan.
Es más
complicado de lo que a primera vista parece, es un fenómeno de nuestros
días, de la sociedad de hoy, de la economía del bienestar, Freud no
llegó a tiempo para poder estudiarlo, pero hoy por hoy es un complejo
mucho más extendido que el complejo de Edipo, nada que ver además, este
complejo, el de Peter Pan, es mucho menos complejo, valga la
redundancia, es, por decirlo de alguna manera, un complejo simple, en
consonancia con la simplicidad de nuestros tiempos, además es un
complejo cómodo, muy propio de la economía del bienestar en la que
vivimos como digo, está pensado no en perjuicio del que lo padece sino
en su beneficio, por eso es tan difícil de curar, su erradicación total
es prácticamente imposible, porque está pensado en beneficio del
paciente, y nunca mejor dicho lo de paciente porque le permite llevar
una vida tranquila, cómoda, sin preocupaciones, es de los pocos
complejos que procuran placer y no dolor.
Empieza
en la niñez y en ocasiones no termina nunca, hay ancianos que lo padecen
y son encantadores, tan tiernos, como niños ancianos, y es que si uno
no se lo quita de encima pronto como con la edad se va volviendo uno
como un niño de nuevo, pues el complejo se queda adherido a ti para
siempre, y ése es mi caso.
Padezco
el complejo de Peter Pan, no me importa reconocerlo, estoy orgulloso de
padecerlo, y me gustaría ser capaz de conservarlo siempre.
Soy
inmaduro, irresponsable, infantil, necesitado de protección, de cariño,
de mimos, me gusta jugar, que me den todo hecho, que me cuiden, que se
preocupen de mi, por gustarme me gusta hasta que me den la teta.
El que
sufre complejo de Peter Pan quiere pasarse toda su vida chupando de la
teta, ésa es la mejor definición que conozco.
Si es
que hay terapia no la quiero, todo lo contrario, quiero una terapia para
no perderlo nunca, para padecerlo siempre.
Pero
quién quiere ser adulto a estas alturas, me pregunto, quién quiere
asumir responsabilidades, quién quiere emanciparse, ser fuerte, ser
duro, ser sostén de los demás, nadie.
Me gusta
que me sostengan, no quiero ser sostén de nadie.
Me gusta
que me lleven en brazos.
Viva
Peter Pan!!!!!!!!
Un beso,
el
paseante
La película de la semana. Peter Pan. Walt Disney.
Es
la primera película que vi en el cine, era muy pequeño y me llevaron
mis primos mayores a verla, bueno, pues eso, ¿recordáis a mis primos
mayores?, os hablé de ellos a cuento del nacimiento de mi sexualidad,
pues también me iniciaron en el cine.
Mis primos mayores me generaban
cierto stress, y es que ni los niños estamos exentos de padecer stress,
eran demasiado para mí, me superaban en todo continuamente, así no se
puede estar, vive uno frustrado permanentemente, en un quiero y no puedo
continuo.
Como digo me llevaron al cine, eran las navidades de 1964, yo
tenía 4 años, me sentaron en la butaca y me quedé dormido, para ellos la
película era una película de niños, es decir, un rollo, y encima voy yo
y nada más apagarse las luces me duermo, pues me despertaron
inmediatamente y no me dejaron dormir durante toda la película, cosa de
la que me alegro porque quedé fascinado, cuando llegué a casa quería
saltar por la ventana y volar.
Así que se puede decir que la afición al
cine de el paseante le viene gracias a sus primos mayores, como su
afición al sexo, igual.
A raíz de ver la película durante mucho tiempo le
obligué a mi padre a que cada noche me llevara a acostarme subido en sus
brazos y me tirara sobre la cama para así poder volar como Peter Pan.
La película
me marcó para toda la vida, de hecho uno de mis sueños recurrentes es
que vuelo, pero eso me parece que lo va analizar Sigmund Freud este
viernes, con lo cual prefiero no adelantarme.
Y también
marcó mi vida generando en mí en complejo de Peter Pan, que aún perdura,
pero eso creo que también va a ser objeto de una entrada específica a
lo largo de la semana, no adelantemos acontecimientos.
En fin,
forever young, o forever Peter Pan, as you like...
Besos,
el
paseante volador
lunes, 20 de febrero de 2012
La casa encendida.
Al
día siguiente,
-hoy-
al llegar a mi casa -Altamirano, 34- era de noche,
y quién te cuida, ¿dime?; no llovía;
el cielo estaba limpio;
-«Buenas noches, don Luis» -dice el sereno,
y al mirar hacia arriba,
vi iluminadas, obradoras, radiantes, estelares,
las ventanas,
-sí, todas las ventanas-;
Gracias, Señor, la casa está encendida.
-hoy-
al llegar a mi casa -Altamirano, 34- era de noche,
y quién te cuida, ¿dime?; no llovía;
el cielo estaba limpio;
-«Buenas noches, don Luis» -dice el sereno,
y al mirar hacia arriba,
vi iluminadas, obradoras, radiantes, estelares,
las ventanas,
-sí, todas las ventanas-;
Gracias, Señor, la casa está encendida.
LUÍS
ROSALES.
Has llegado a tu casa/ y, al entrar,/
has sentido la extrañeza de tus pasos/ que estaban ya sonando en el
pasillo antes de que llegaras,/ y encendiste la luz, para volver a
comprobar/ que todas las cosas están exactamente colocadas como estarán
dentro de un año.
La casa es donde se está, donde se vive. No hay más que una casa, como no hay más que un mundo, el de uno. Esto es lo que nos quiere decir Luís Rosales con este libro. Es un canto a lo cotidiano, a la amistad y al amor que va a influir en las generaciones posteriores de poetas. Vi iluminadas, obradoras, radiantes, estelares,/ las ventanas,/ -sí, todas las ventanas-,/ Gracias, Señor, la casa está encendida.
La casa es donde se está, donde se vive. No hay más que una casa, como no hay más que un mundo, el de uno. Esto es lo que nos quiere decir Luís Rosales con este libro. Es un canto a lo cotidiano, a la amistad y al amor que va a influir en las generaciones posteriores de poetas. Vi iluminadas, obradoras, radiantes, estelares,/ las ventanas,/ -sí, todas las ventanas-,/ Gracias, Señor, la casa está encendida.
El doble de el paseante.
Bueno,
pues así soy yo, voy por la vida tirando de mi carrito lleno de
cachivaches, de mi blog cargado de entradas, y de vez en cuando paro y
me echo una siestecita encima del carrito, encima del blog.
El blog es mi
afán diario, mi quimera, mi vida.
Y sigo caminando, rodando por
la vida, impenitente vagabundo, mendigo de cariño, errabundo deambulo
entre realidades y fantasías, personas y personajes, animales y hombres,
flores y desengaños, amores y desamores, comprensión e incomprensión...
Mantengo en
buen estado el carrito, quiero decir, el blog, engraso las ruedas,
mantengo encerada la madera para que no se pudra, y como es antiguo no
necesito competir con vehículos más modernos.
Mi carro, mi
blog y yo, tenemos el encanto de lo antiguo, lo pasado, lo demodé.
Viva mi
carro!!!!!!!!!
Viva mi blog!!!!!!!!
Besos,
el
paseante mendigo
Mi gato os desea feliz semana.
Mi
gato os desea una muy feliz semana, así me lo ha dicho cuando iba a
salir de casa, diles a todos los seguidores del blog que les deseo una
muy feliz semana, eso dijo, y además añadió que ibais a tener muy buena
suerte esta semana y que os iban a llegar buenas noticias, inesperadas
noticias muy positivas, y que en consecuencia podéis estar tranquilos,
felices y ser optimistas.
Mi gato Pipi es como una madre atenta,
cariñosa, prudente, buena consejera.
Yo siempre le consulto todo lo
que a mi vida se refiere, las grandes decisiones, el día a día, mis
inquietudes sobre el futuro, mis devaneos mentales, mis dudas,
indecisiones, todo pasa por el consejo de Pipi, y siempre acierta, es mi
augur particular, como una especie de oráculo.
Y hoy me ha
dicho que si queréis puede ser vuestro oráculo particular también,
podéis consultarle todo lo que queráis, incluso encomendaros a él,
porque así él podrá protegeros.
Mi gato Pipi es mágico, bueno,
es como uno de esos gatos de los antiguos egipcios, un gato sagrado, un
gato divino, un dios doméstico, sagrado, inviolable, sabio, augur del
futuro, prudente consejero.
Paño de lágrimas también, podéis llorar en el
hombro de Pipi y contarle vuestras penas, vuestras cuitas de amor.
Y por qué
no, contarle también vuestras ilusiones, proyectos, quimeras, deseos,
locuras.
Todo puede pasar por Pipi y él lo santificará y os santificará.
¿Queréis ser
santificados por Pipi?
Pues adelante...
Besos,
el
paseante
Peter.
Un día llega, mira calma mi Peter Pan
hoy amenaza aquí hay poco que hacer
Me siento como en otra plaza
en la de estar solito en casa
será culpa de tu piel
Será que me habré hecho mayor
Que algo nuevo ha tocado este botón
para que Peter se largue
y tal vez viva ahora mejor
más a gusto y más tranquilo en mi interior
que campanilla te cuide y te guarde
a veces gritas desde el cielo
queriendo destrozar mi calma
vas persiguiendo como un trueno
para darme ese relámpago azul
ahora me gritas desde el cielo
pero te encuentras con mi alma
conmigo ya no intentes nada
parece que el amor me calma… me calma
si te vas muy bien llévate la parte que me
sobra a mí
Si te marchas
viviré con la paz que necesito
Y tanto ansié
Mas un buen día junto a mí
Parecía que quería quedarse aquí
No había manera de echarle
Si Peter no se quiere ir
La soledad después querrá vivir en mi
La vida tiene sus fases, sus fases
a veces gritas des de el cielo
queriendo destrozar mi calma
vas persiguiendo como un trueno
para darme ese relámpago azul
ahora me gritas desde el cielo
pero te encuentras con mi alma
conmigo ya no intentes nada
parece que el amor me calma..
a veces gritas des de el cielo
queriendo destrozar mi calma
vas persiguiendo como un trueno
para darme ese relámpago azul
ahora me gritas desde el cielo
pero te encuentras con mi alma
conmigo ya no intentes nada
parece que el amor me calma… me calma
cuando te marches creceré
recorriendo tantas partes que olvide
y mi tiempo ya lo ves
tengo espacio y es el momento de crecer
si te marchas viviré
con la paz que necesito y tanto ansié
espero que no vuelva más
que se quede tranquilito como esta
que ya tuvo bastante
fue tiempo para no olvidar
la zona mala quiere ahora descansar
que campanilla te cuide y te guarde
Dani Martín
jueves, 28 de febrero de 2013
Madriz esencial (2). La iglesia del Carmen.
Madriz esencial. La Iglesia del Carmen.
Dos piadosas tradiciones adornan el edificio de la parroquia
de Nuestra Señora del Carmen y San Luis, la primera se refiere a la fundación
del convento de Carmelitas a finales del siglo XVI y la segunda a la conservación
de la Imagen
del Carmen pese a la desaparición de la imagen de San Simón Stock y la
destrucción de casi todas las imágenes del templo en 1936.
Cuenta la primera, de la construcción del primer monasterio
del Carmen Calzado en Madrid que, estando prohibido por Decreto del emperador
Carlos, de 5 de enero de 1935 la fundación de monasterios en la villa de Madrid
y sus aledaños, orden que mantuvo su hijo Felipe II, los hermanos Obregonianos,
auxiliados por el Caballero de Gracia, dieron en denunciar a la Inquisición el uso que
se hacía, en la mancebía, instalada en el lugar que hoy ocupa la parroquia del
Carmen y San Luis, de una imagen de la Virgen María. Esta imagen se utilizaba a modo de
propaganda para que los usuarios de la mancebía acudiesen a ella. Desahuciados
los propietarios e incautados sus bienes el solar fue ocupado por los
Carmelitas que, en una noche y de forma precaria, instalaron las celdas de los
frailes. La imagen de la Virgen
es conocida hoy como Nuestra Señora de Madrid. La amenaza de sanción para el
incumplidor de la norma real hizo que Tirso de Molina escribiera unos versos al
respecto.
La otra tradición, referida a la inexplicable permanencia de
la imagen de la Virgen
del Carmen en su camarín, tras la ocupación de la parroquia por las fuerzas del
Frente Popular, dice así:
Se dedicaron durante las primeras horas a destruir las
imágenes que tenían a mano y a saquear los archivos y dependencias. Llegados al
retablo de la Iglesia
echaron cuerdas a la imagen de San Simón Stok y dieron con él en tierra.
Pretendieron hacer lo mismo con la imagen de la Virgen del Carmen y rompiéronse
las cuerdas. ¡Mañana vendremos con mulas y cadenas! Afirmaron, y, llegado el
día siguiente ataron con cadenas la imagen de la Virgen del Carmen e
hicieron que las mulas tiraran de ellas. Despatarráronse las mulas en la nave
de la Iglesia
y se rompieron las cadenas, dejando convertida los milicianos a la Imagen del Carmen en
alegoría de la República
sin más que entregarle una bandera.
La lectura del fin de semana. Giovanni Guareschi. Don Camilo. 1973.
“…Es preciso darse cuenta que en esta desgraciada lonja de tierra situada entre el río y el monte pueden suceder cosas que no ocurren en otra parte. Cosas que nunca desentonan con el paisaje. Allá sopla un aire especial que hace bien a los vivos y a los muertos, y allá tienen alma hasta los perros. Entonces se comprende mejor a don Camilo, a Pepón y a toda la otra gente. Y nadie se asombra de que el Cristo hable y de que uno pueda romperle la cabeza a otro, pero honradamente, es decir, sin odio. Tampoco sorprende que al fin dos enemigos se encuentren de acuerdo sobre las cosas esenciales (…) Porque es el amplio, el eterno respiro del río el que limpia el aire. Del río plácido y majestuoso, sobre cuyo dique, al atardecer, pasa rápida la Muerte en bicicleta. O pasas tú de noche sobre el dique y te detienes, te sientas y te pones a mirar dentro de un pequeño cementerio que está allí, debajo del terraplén. Y la sombra de un muerto viene a sentarse junto a ti, no te espantas y te pones a platicar tranquilamente con ella”
“Sé que es para ti pecado mortal ver que hay hombres que dejan malograrse la gracia de Dios, pues sabes que yo bajé del caballo para recoger una migaja de pan. Pero es preciso perdonarlos, porque no lo hacen para ofender a Dios. Ellos buscan afanosamente la justicia sobre la tierra porque no tienen ya fe en la justicia divina, y procuran afanosamente los bienes terrenales porque no tienen fe en la recompensa divina. Por eso creen solamente en lo que se toca y se ve, y los aviones son para ellos los ángeles infernales de este infierno terrestre que en vano tratan de convertir en paraíso. Es el fruto de la excesiva cultura que conduce a la ignorancia, pues si la cultura no está sostenida por la fe, en cierto punto el hombre sólo ve la matemática de las cosas. Y la armonía de esta matemática se vuelve su Dios y olvida que Dios es el creador de esa matemática y de esa armonía. Pero tu Dios no está hecho de números, don Camilo, y en el cielo de tu paraíso vuelan los ángeles buenos. El progreso torna el mundo cada vez más pequeño para los hombres: algún día, cuando las máquinas corran a cien millas por minuto, el mundo parecerá a los hombres microscópico y entonces el hombre se hallará como un gorrión en el ápice de un altísimo mástil, asomado sobre el infinito, y en este infinito volverá a encontrar a Dios y la fe en la verdadera vida. Entonces odiará las máquinas que han reducido el mundo a un puñado de números y las destruirá con sus propias manos”
Giovanni Guareschi
Don Camilo
Está nevando sobre Madrid. Poema.
Está nevando sobre Madrid
La nieve, la romántica nieve
Se arremolina en torno a mí
Como en un ballet de livianas mariposas
Que aletean delicadamente
Suspendidas en el frío éter de la mañana de invierno
Intento atrapar los copos
Que se me escapan como flotantes nubes de algodón
Perecederos desaparecen al poco de tocar el suelo
Y siguen cayendo sobre mí, sobre el mundo, sobre todas las cosas
Incesantes
¿Estarán cayendo allá lejanos sobre tu recuerdo?
Esta lluvia de copos me envuelve el alma
Como un punteo de suaves notas musicales
Que vuelan entre el gris del cielo
Y mientras van componiendo la melodía de esta mañana de invierno
Que mi alma, atenta enamorada
Escucha en silencio
José Ramón Carballo
28 de febrero de 2013
miércoles, 27 de febrero de 2013
Mis conversaciones con Woody (17). Me he enamorado... (2).
-
Dime Woody, ¿cómo vas con tu enamorada?
-
Pues fatal, peor imposible.
-
¿Y por qué, te ha dado calabazas?
-
Peor que eso.
-
¿Peor que eso?
-
Sí, si al menos me hubiera dado calabazas ya estaría
resuelto el tema, no aguanto esta tensa espera antes de que me dé calabazas.
-
Woody, ¿qué te pasa?, ¿estás acaso jugando a la
profecía autocumplida?
-
No lo sé, estoy muy confundido. Temo que lo descubra.
-
¿Qué es lo que temes que descubra?
-
No puedo decírtelo.
-
Vamos, seguro que es una tontería, dímelo.
-
No jr, no insistas, no te lo voy a decir, se trata de
algo muy grave.
-
¿Pero cómo de grave?
-
Es algo que me impide poder tener una relación con una
mujer.
-
¿……?
-
No te lo voy a decir, de verdad, no puedo, es superior
a mis fuerzas.
-
¿………..?
-
No voy a confesártelo, de verdad.
-
¿Eres gay Woody? ¿Es ésa la razón? A mí puedes
decírmelo, no se lo voy a contar a nadie.
-
Por Dios, qué dices, cómo se te ocurre, ojalá fuera
eso, ojalá fuera sólo eso, es mucho peor, infinitamente peor.
-
Peor que ser gay, francamente no se me ocurre nada.
-
Jr, te lo confieso, pero no te burles de mí, ¿me lo
prometes?
-
Te lo prometo Woody.
-
¿Me das tu palabra?
-
Te doy mi palabra.
-
¿Me lo juras?
-
Te lo juro.
-
Jr, me huelen los pies.
-
¡¡¡¡¡¡¡QUÉ DICES, QUÉ TE HUELEN LOS PIES, QUÉ
FUERTE!!!!!!!!!!
-
Jr, por favor, no me montes un escándalo, ves como es
lo peor, lo más horrible.
-
Pero Woody, tienes razón es algo realmente horrible,
pero bien visto es algo peor aún ser gay.
-
No te burles de mí encima, lo ves, no debía habértelo
dicho.
-
Mira Woody, eres un neurótico, a mí también me huelen
los pies y sigo vivo, ¿has probado Peusec?
-
Peusec, ¿y eso qué es?
-
Un antitranspirante, lo tienes en spray y en
plantillas, las plantillas son muy prácticas y cómodas de llevar, y para ocasiones
puntuales siempre tienes el spray.
-
¿Y funciona?
-
A mí me va muy bien, desde que lo uso mi vida
sentimental ha cambiado.
-
¿De veras?
-
De veras.
-
¿Y cómo lo sabes?
-
Al menos ahora sé que me dejan por cualquier otro
motivo excepto el olor de pies.
-
Bueno, algo es algo, lo voy a probar.
-
Verás como ganas confianza en ti mismo.
-
Gracias jr, eres un amigo.
-
No hay de qué, un placer.
(continuará)
El paseante
martes, 26 de febrero de 2013
El cuadro de la semana. Puerto de mar y el embarque de la reina de Saba. Claude Lorrain. 1684.
Poema de la reina de Saba
¿Dónde estarás tú que nunca te encuentro?
¿Dónde tu sonrisa?
Tu mirada
Tu calma
¿Dónde está tu palabra?
¿En qué rincón del mundo te escondes?
Algún malentendido de estrellas
Algún equívoco de lunas
Algo hubo que nos separa
Y hace que no podamos nunca encontrarnos
Perdidos el uno del otro
Por entre las esquinas del mundo
En los umbrales del sueño
Sobre las nubes de plata
Caídos del cielo
Perpetuos
En la dulce desdicha
De este extraño destierro
José Ramón Carballo
24 de febrero de 2013
P.d.- las casualidades del blog resultan curiosas, hace un año hablé de la Reina de Saba en el blog, de la referencia a sus amores con el Rey Salomón en el Cantar de los Cantares, por las mismas fechas un año después y hojeando un libro sobre arte que me ha regalado mi tía recientemente aparece una referencia a la Reina de Saba en este cuadro de Claudio de Lorena, uno de mis paisajistas favoritos, poco considerado precisamente por ser paisajista al haberse ponderado más desde siempre el retrato o las escenas mitológicas en la historia de la pintura hasta que en el S.XIX irrumpe el paisaje con propia carta de naturaleza, y es Claudio de Lorena un precursor del énfasis que en la pintura se puso posteriormente en los paisajes, en cierta medida el auge del paisajismo en pintura comienza con él y continúa con Turner llegando directamente a los impresionistas que lo consolidan definitivamente, haciendo que la pintura pierda sus argumentos tradicionales, presentar un personaje o una situación, desargumentizándose en la simple contemplación de las perspectivas, los colores, las luces, la belleza de un paisaje y de la naturaleza. Claudio de Lorena es un maestro en captar la luz, las diversas tonalidades del cielo, la luz en los diferentes momentos del día, especialmente en los atardeceres, contrastados con ruinas romanas en primer término, escenarios recreados por él, inventados, irreales pero bellísimos, en este cuadro la disculpa para recrear tanta belleza es el embarque de la Reina de Saba en su viaje para encontrarse con el Rey Salomón del cual había oído hablar de su sabiduría, como presente le llevó numerosas riquezas, resulta todo tan idealizado, tan poético, tan hermoso, que se mezclan la leyenda y el paisaje en un único significado, la belleza.
P.d.- las casualidades del blog resultan curiosas, hace un año hablé de la Reina de Saba en el blog, de la referencia a sus amores con el Rey Salomón en el Cantar de los Cantares, por las mismas fechas un año después y hojeando un libro sobre arte que me ha regalado mi tía recientemente aparece una referencia a la Reina de Saba en este cuadro de Claudio de Lorena, uno de mis paisajistas favoritos, poco considerado precisamente por ser paisajista al haberse ponderado más desde siempre el retrato o las escenas mitológicas en la historia de la pintura hasta que en el S.XIX irrumpe el paisaje con propia carta de naturaleza, y es Claudio de Lorena un precursor del énfasis que en la pintura se puso posteriormente en los paisajes, en cierta medida el auge del paisajismo en pintura comienza con él y continúa con Turner llegando directamente a los impresionistas que lo consolidan definitivamente, haciendo que la pintura pierda sus argumentos tradicionales, presentar un personaje o una situación, desargumentizándose en la simple contemplación de las perspectivas, los colores, las luces, la belleza de un paisaje y de la naturaleza. Claudio de Lorena es un maestro en captar la luz, las diversas tonalidades del cielo, la luz en los diferentes momentos del día, especialmente en los atardeceres, contrastados con ruinas romanas en primer término, escenarios recreados por él, inventados, irreales pero bellísimos, en este cuadro la disculpa para recrear tanta belleza es el embarque de la Reina de Saba en su viaje para encontrarse con el Rey Salomón del cual había oído hablar de su sabiduría, como presente le llevó numerosas riquezas, resulta todo tan idealizado, tan poético, tan hermoso, que se mezclan la leyenda y el paisaje en un único significado, la belleza.
el paseante
lunes, 25 de febrero de 2013
Diario de un paseante. El supermercado de mi barrio.
Diario de un
paseante. 23-02-2013 9:50. El supermercado de mi barrio.
Es un supermercado cualquiera, está al lado de mi casa,
apenas un paseo, cruzo la avenida principal del barrio, atravieso unos
jardincillos, y como escondido aparece agazapado entre las sombras de las
farolas, digo esto porque siempre voy por la tarde y ahora en invierno es de
noche muy temprano, a la puerta siempre suele haber uno o varios perritos
atados a la barandilla de la escalera que esperan pacientemente a su amo, cada
uno al suyo, claro, no les sirve uno cualquiera, y que observan atentamente a
todo el que sale cargado de bolsas por si por fin reconocen a su amado amo, lo
de salir cargados con bolsas cada vez menos con lo de la crisis, se compra
menos y dentro hay menos productos, en
algunos casos rayando en la escasez, por ejemplo, antes los pasillos del
supermercado estaban atestados de mercancía, ofertas variadas, productos
especiales, ahora los pasillos lucen vacíos, sorprendente y algo desolador.
El supermercado de mi barrio tiene un vigilante muy amable,
un hombretón con trazas de galán de Hollywood a lo Cary Cooper o Clark Gable,
una mezcla de ambos, lo digo por lo del bigote, es muy serio, pero si le
saludas te contesta amablemente, cuando llego tarde del trabajo y ya han
cerrado intento entrar y no me deja, me señala impertérrito el reloj desde
dentro, el reloj de la muñeca, de su muñeca, pero yo miro y veo que no lleva
reloj, que se trata sólo de un gesto simbólico, entonces saco el móvil y señalo
el móvil como diciéndole que ésa es una hora más precisa que la de una muñeca
que no lleva reloj, pero él me dice que no con la cabeza y dice un no con la
cabeza muy marcado, me recuerda a cuando me decían que no con la cabeza cuando
era niño, tengo estudiado desde entonces la amplitud del movimiento de cabeza
que dice no, si sobrepasa un límite que está marcado, aprendido, en mi memoria,
sé que es inamovible, le miro el bigote que no se mueve, que no dice nada, que
no sonríe, y se estrella mi deseo contra la puerta que no abre, miro con
nostalgia a los últimos clientes que aún hacen cola en la caja con las luces ya
medio apagadas, y me voy algo enfadado, diciéndome que este vigilante es poco
flexible, cosa de los actores de Hollywood, interpretan sus papeles hasta las
últimas consecuencias.
Pese a todo no me llevo mal con el vigilante, sé que cumple
su función y que siempre tiene razón en lo de la hora de cierre, otra cosa es
que yo sea un poco tramposo y quiera aprovecharme de un supuesto desfase
horario entre relojes, inventado desfase que Greenwich desmiente siempre, la
que sí es amiga mía es la cajera, siempre quiere venderme las ofertas del día,
ayer tenían el paquete de nueces a 2 euros, pero no me gustan las nueces, me
saben amargas, y además si quiero nueces mi pueblo está lleno de huertos de
nogales, me doy un paseo por el camino de las huertas y recojo las que quiera,
y además de auténticas nueces españolas, no de California, españolas, las
mejores, las de toda la vida, las que había cuando yo era pequeño, deliciosas,
pero eso pasa en mi pueblo con todo, los higos, las manzanas, los membrillos,
todo lo que cuelgue de los árboles es robable por definición, al menos para mí,
me pasa como con la hora de cierre del súper, soy algo tramposo, total al final
se pudre todo eso en el árbol o en el suelo sin que nadie lo aproveche, lo que
nunca he entrado es a las huertas, hay en temporada, por Halloween, unas
calabazas espectaculares, y unos melones en septiembre que se ven deliciosos en
la distancia, y unos tomates suculentos, y unas lechugas muy verdes, las
lechugas más verdes y bonitas del mundo están todas en mi pueblo, y las
lombardas más azules, y las cebollas más blancas y grandes, cuando recogen las
cebollas huele todo el pueblo a cebolla durante varios días.
Bueno, creo que me he vuelto a ir por las ramas, cosas de la
edad, pierdo el hilo, es que ya soy muy mayor, tengo 52 años, no sé si ya os lo
había dicho pero es algo que me gusta dejar claro de antemano, si queréis ser
mis amigos ya lo sabéis, no soy ningún joven, tal vez por eso soy algo más
sabio, o al menos yo así me siento, quiero decir que de joven iría al
supermercado pero no lo vería como lo veo ahora, el vigilante me parecería un
antipático sin más, no tendría para mí nada de hollywodiense, y de la cajera no
me haría amigo, ni le compraría las ofertas del día, por cierto, ayer la compré
unos envases pequeñitos de leche vaporizada para echar al café, una tontería,
pero lo compro sólo por agradarla, eran sólo a 50 céntimos, un chollo, además le
hace ilusión que se lo compre, se lo noto, a la pobre nadie le compra las
ofertas de día, con la crisis la gente lleva el dinero justo, me dijo que
estaba muy buena la leche vaporizada echada en el café, que le daba un sabor
dulzón, yo voy y le digo que no tomo café y me pregunta que qué es lo que
desayuno, un vaso de leche le contesto y se ríe, me dice: bueno, entonces no
vas a echar leche a la leche, y se vuelve a reír, se ríe más y más alto, le
hago gracia aunque no diga nada, me ve y se sonríe, es muy simpática, yo creo
que me considera una especie de Woody Allen, despistado, contradictorio,
caótico, entrañable, bonachón y absurdo, le hago gracia como si fuera un Woody
Allen de andar por casa, aunque ella seguro que no conoce a Woody Allen tanto
como yo que es mi alter ego, pero me mira y me siento como Woody aunque ella no
piense en Woody cuando me mire, pero Woody es un sentimiento universal, mira
ahí va un tipo como Woody, eso lo piensas aún sin saber quién es Woody muy
bien, bueno, pues eso, que para ella soy un Woody Allen sin nombre ni etiqueta,
un Woody Allen innombrado, apócrifo, esto no sé si lo he sabido explicar muy
bien, a veces no sé hilvanar bien las palabras con los pensamientos, los
pensamientos son tan sutiles e imprecisos en ocasiones, tan evanescentes, y las
palabras tan pesadas que cuesta dominarlas, domarlas, pulirlas, aligerarlas,
entrelazarlas sutil y debidamente.
Si leyera todo esto la cajera del supermercado se volvía
loca, y al verme saldría corriendo, abandonaría la caja a la carrera, o lo
mismo le hacía gracia y se enamoraba de mí perdidamente, y hasta acababa viendo
alguna película de Woody Allen y me adoptaba como su Woody Allen particular,
como quién adopta una mascota, y cuando entrara a trabajar por las mañanas me
ataba a la barandilla de la escalera del supermercado y me dejaba ahí todo el
día tumbado al sol de la mañana viendo llegar y marchar a todos, esperando que
saliera mi dueña, ¿mi dueña?, así llamaba Don Quijote a Dulcinea, mi dueña…,
suena bonito.
Mi dueña, la cajera, es muy generosa, a la gente necesitada
que le falta alguna monedita para pagar siempre se la perdona, un día la van a
echar, tiene muy buen corazón, recuerdo un día que delante de mí iba a pagar un
niño con una paquete de pan de molde y un paquete de golosinas en las manos, no
le alcanzaba el dinero, seguro que su madre le había dado para comprar el pan y
le había dicho que le subiera la vuelta, seguro, eso me decía a mí mi madre de
niño, me decía, y ten cuidado con la vuelta, que no te engañen, cuando yo era
pequeño debían de engañar a los niños con la vuelta, o eso se pensaba mi madre
al menos, pues bien, cuando el niño fue a pagar se puso rojo, yo ya estaba
presto a pagarle la diferencia para que se pudiera llevar las golosinas pero la
cajera se me adelantó, le sonrió como una madre, como sólo una madre sabe
sonreír, y le regaló las golosinas.
La cajera del súper y yo estamos hechos el uno para el otro,
yo creo que soy su Woody Allen, y ella mi Annie Hall, claro, pero todo desde un
punto de vista imaginario, de ficción, como cinematográfico, mejor así, como
una fantasía, si nos emparejáramos ella descubriría enseguida que me huelen los
pies, qué vergüenza, a Woody seguro que no le huelen los pies, en el cine esas
cosas no se notan, y yo descubriría que su instinto maternal tan tierno con el
niño seguramente conmigo la convertiría en una mandona, no sé, tal vez me estoy
precipitando en lo de que sea una mandona, pero en lo de mis pies os aseguro
que no me estoy precipitando, es una cuestión hormonal, soy muy hombre y a los hombres
nos huelen los pies, lo mismo hasta le gustaba…
Por cierto, la cajera no sabe mi edad, todavía no se la he
dicho, ella me llama de tú, y me hace ilusión, como si aún me viera joven, y
eso me hace sentir bien, me rejuvenece, es tan buena conmigo.
Esta tarde voy a volver sólo para comprarle la oferta del
día, nada más.
Nada más.
El paseante
La película de la semana. Dead poets society. Peter Weir. 1989.
Acaban de poner en la tele El club de los poetas muertos y
he recordado mis tiempos de Bachillerato, la nostalgia, siempre la nostalgia,
últimamente estoy muy nostálgico, ¿será que me voy a morir?, volviendo al tema,
yo tuve mi Keating particular, en cuarto de Bachillerato tuvimos un profesor de
literatura como él, alguien que por fin nos comprendía y hacía que todo fuera
fácil, interesante, motivador, especial.
Sus clases de literatura eran una fiesta, aprendí en apenas
un año con él más literatura de la que he aprendido en toda mi vida, creo que
mi gusto por la lectura y mi interés por la escritura no hubieran seguramente
existido si no hubiera sido por él, yo no era mal estudiante, mediano, pero ese
año en literatura batí todos los records, en la redacción de todas las semanas
quedaba siempre el primero, semana tras semana durante un año me tocó leer la
redacción ante mis compañeros y luego oír los encendidos elogios del profesor
que me instaba a ser escritor, me sentía abrumado pero no podía dejar de escribir
lo que pensaba, lo que sentía, lo que me emocionaba.
Aquel año, en aquellas clases de literatura fui inmensamente
feliz.
Creo que mi gusto por el arte, el pensamiento y la
creatividad tienen en ese profesor su catalizador, sin él yo no sería el mismo,
sería diferente, él me abrió las puertas de un mundo diferente, una nueva
dimensión de la vida, y no sólo a mí, él también tenía como en la película su
club de los poetas muertos, y éramos toda la clase, que de aquellos
adolescentes lograra hacer aunque sólo fuera durante un año unas personas
sensibles y maduras fue un milagro, un milagro conseguido a fuerza de
sinceridad, diálogo, comprensión y razonamiento, algo en las antípodas de la
educación que imperaba en un colegio de curas de comienzos de los años 70 en la España franquista.
Pero como en la película a él también le echaron del
colegio, apenas duró un año, hizo que se tambalearan los cimientos de aquella
rancia educación tradicional hasta tal punto que el resto del claustro de
profesores se pusieron en su contra y le expulsaron porque supuestamente era
una mala influencia para nosotros, para nosotros que nos quedamos como
huérfanos cuando se marchó, no le dejaron ni despedirse de nosotros,
simplemente un buen día no volvimos a verle más.
Se daba la circunstancia de que además de nuestro profesor
de literatura era el tutor de mi clase lo cual suponía que éramos sus niños
mimados, nos adoraba, se notaba, cuando eres un adolescente necesitas de manera
especial la comprensión, el cariño, la escucha, y él nos daba todo eso, nos
comprendía de una manera muy especial porque era uno más entre nosotros, uno
más entre nosotros…, precisamente por eso le echaron.
La disculpa que dieron a nuestros padres es que nos metía
mano, fue vergonzante, encima nos mancharon a nosotros con esa falsa acusación,
aún recuerdo cuando mis padres me preguntaron si me había tocado, bochornoso y
humillante que el único profesor del colegio que no era gay sin sombra de duda
alguna al respecto fuera expulsado acusado de ser gay y de abusar de los
alumnos precisamente por quienes eso hacían de manera impune y de forma
continuada.
Aquella fue la primera lección en la vida sobre el
funcionamiento de las organizaciones, el precio de ser diferente, la amenaza
que supone para los demás el destacar, y el valor de la mentira.
No la he olvidado nunca, y siempre llevaré en el recuerdo a
aquel profesor de literatura que me inoculó el virus más preciado y devastador,
la más potente droga, el más peligroso narcótico, la búsqueda de la belleza, la
armonía y la verdad.
Y el más preciado don que jamás he recibido de nadie, la
integridad.
El paseante
(en recuerdo de mi profesor de literatura de cuarto curso de
bachillerato)
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