101 – Si el detective no va al asesino…
Si el detective no va al asesino, el asesino acabará yendo
al detective, éste era un antiguo proverbio del Comisario Carballo, para quién
la relación entre el asesino y el detective era algo parecido a una relación
amorosa, cuanto menos caso haces a tu amante más deseo despiertas en él,
Carballo no fue detrás del moños, no le dejaron retirándole del caso,
suponiendo que el moños fuera el asesino, o tal vez sólo se tratara de un
sicario del verdadero asesino de Cony, todo eso por ahora estaba aún por
dilucidar, hasta dónde llegaría el asesino?, tal vez lo único que deseara es
ser precisamente eso, deseado por el detective, que el detective volviera a
perseguirle de nuevo, la fama del detective acrece a la del asesino, el
prestigio del Comisario Carballo atraía al asesino como a una mosca la miel, él
era el señuelo, nada más, hiciera lo que hiciera o por mejor decir, no hiciera
lo que no hiciera, el asesino iba a ir a por él porque no soportaba sentirse
ninguneado por tan prestigioso investigador, eso demostraba su afán de
notoriedad, una notoriedad que a Carballo le daba más de una pista y le iba
llevando a la conclusión de que el asesino buscaba un reconocimiento de su
crimen, no quería en realidad que su crimen quedara impune, quería que se
hiciera público que él era su autor, y todo eso apuntaba a una venganza que el
asesino quería que se conociera, que quería hacer pública como forma de
demostrar su triunfo y como forma de demostrar su dolor, cada vez más el
Comisario Carballo pensaba que el móvil del asesinato de Cony no era sino el
dolor, el despecho, el afán de venganza, pero del moños?, o había alguien
detrás del moños moviendo los hilos?, para empezar sería necesario averiguar
qué quería exactamente el moños de Carballo, quería matarle o sólo buscaba poder
hablar con él?, y averiguar si quería matarle el porqué y si quería hablar
solamente el para qué, por ahora tocaba esperar y pensar, tal vez escribir
algo, comenzar a escribir la novela y a través de la escritura reflexionar, aclarar
el pensamiento, sabía Carballo algo de lo que no era consciente?, o creían tal
vez que sabía algo?, estaba claro que la clave de la resolución del asesinato
de Cony estaba ya en su poder pero él aún no la veía, sería necesario que
buceara en su interior como si de un buscador de perlas se tratara y sacara a
la superficie la clave última, la piedra angular del asesinato de Cony,
resultaba curioso de nuevo enfrentarse a los nervios del asesino que queriendo
borrar rastros y pistas de su crimen aún supuestos por él, intentando matar a
Carballo, lo único que lograba era ponerse en evidencia, en el tablero de
ajedrez de la partida que juegan el detective y el asesino era importante la
economía de medios, el detective tenía que ahorrar vidas, todas esas vidas que
el asesino iba a ir dilapidando cuanto más tiempo pasara, era por tanto
importante ser muy sagaz y diligente, también cauteloso, sobre todo porque la
primera vida que estaba en juego era la de Carballo. Y Carballo no quería
perder la vida pero sabía lo fácilmente que se podía perder, ya lo dijo el
poeta, para morirse sólo se necesita estar vivo, y un asesino andaba suelto en
las calles.
(continuará)
No hay comentarios:
Publicar un comentario