martes, 10 de febrero de 2015

Si el detective no va al asesino… (Un asesino en las calles 101).




101 –  Si el detective no va al asesino…

Si el detective no va al asesino, el asesino acabará yendo al detective, éste era un antiguo proverbio del Comisario Carballo, para quién la relación entre el asesino y el detective era algo parecido a una relación amorosa, cuanto menos caso haces a tu amante más deseo despiertas en él, Carballo no fue detrás del moños, no le dejaron retirándole del caso, suponiendo que el moños fuera el asesino, o tal vez sólo se tratara de un sicario del verdadero asesino de Cony, todo eso por ahora estaba aún por dilucidar, hasta dónde llegaría el asesino?, tal vez lo único que deseara es ser precisamente eso, deseado por el detective, que el detective volviera a perseguirle de nuevo, la fama del detective acrece a la del asesino, el prestigio del Comisario Carballo atraía al asesino como a una mosca la miel, él era el señuelo, nada más, hiciera lo que hiciera o por mejor decir, no hiciera lo que no hiciera, el asesino iba a ir a por él porque no soportaba sentirse ninguneado por tan prestigioso investigador, eso demostraba su afán de notoriedad, una notoriedad que a Carballo le daba más de una pista y le iba llevando a la conclusión de que el asesino buscaba un reconocimiento de su crimen, no quería en realidad que su crimen quedara impune, quería que se hiciera público que él era su autor, y todo eso apuntaba a una venganza que el asesino quería que se conociera, que quería hacer pública como forma de demostrar su triunfo y como forma de demostrar su dolor, cada vez más el Comisario Carballo pensaba que el móvil del asesinato de Cony no era sino el dolor, el despecho, el afán de venganza, pero del moños?, o había alguien detrás del moños moviendo los hilos?, para empezar sería necesario averiguar qué quería exactamente el moños de Carballo, quería matarle o sólo buscaba poder hablar con él?, y averiguar si quería matarle el porqué y si quería hablar solamente el para qué, por ahora tocaba esperar y pensar, tal vez escribir algo, comenzar a escribir la novela y a través de la escritura reflexionar, aclarar el pensamiento, sabía Carballo algo de lo que no era consciente?, o creían tal vez que sabía algo?, estaba claro que la clave de la resolución del asesinato de Cony estaba ya en su poder pero él aún no la veía, sería necesario que buceara en su interior como si de un buscador de perlas se tratara y sacara a la superficie la clave última, la piedra angular del asesinato de Cony, resultaba curioso de nuevo enfrentarse a los nervios del asesino que queriendo borrar rastros y pistas de su crimen aún supuestos por él, intentando matar a Carballo, lo único que lograba era ponerse en evidencia, en el tablero de ajedrez de la partida que juegan el detective y el asesino era importante la economía de medios, el detective tenía que ahorrar vidas, todas esas vidas que el asesino iba a ir dilapidando cuanto más tiempo pasara, era por tanto importante ser muy sagaz y diligente, también cauteloso, sobre todo porque la primera vida que estaba en juego era la de Carballo. Y Carballo no quería perder la vida pero sabía lo fácilmente que se podía perder, ya lo dijo el poeta, para morirse sólo se necesita estar vivo, y un asesino andaba suelto en las calles.

(continuará)


No hay comentarios:

Publicar un comentario