Anoche soñé con Montoro, no pongo su foto porque no encaja
exactamente con el patrón estético del blog, pero soñé con él, una verdadera
pesadilla, primero iba a mi oficina y hablaba con mis compañeros de trabajo,
les enseñaba mis declaraciones de la renta, les decía que era un defraudador,
les enseñaba todas mis facturas, mis ingresos, mis propiedades, el detalle de
todos mis gastos, les hacía fijarse bien en todo y les repetía que era un
defraudador, luego se iba a casa de mis padres, mis padres que son del pp le
recibían encantados pero al decirles que yo era un defraudador el efecto fue
terrible, les volvió a enseñar en detalle toda la documentación que lo
acreditaba e insistió, era un defraudador, luego se fue al diario El Mundo y
les dejó todas las pruebas de que era un defraudador y al día siguiente fui
portada en toda la prensa, incluso en el 20 Minutos, terrible, ya estaba en
boca de todos, la gente se apartaba de mí, en el trabajo nadie quería ir a
tomar café conmigo, mis padres me recriminaron tan severamente como si fuera un
criminal y mis amistades nunca más quisieron verme, me convertí en un apestado,
un asocial, de repente un buen día resultó que todo había sido un problema de
interpretación de la norma tributaria, y que no era un defraudador en realidad,
simplemente me había equivocado en algo o había querido pagar los menos
impuestos posibles como cualquier hijo de vecino, pero yo estaba ya marcado
para siempre, nada ni nadie podría redimirme, en un país de pícaros y
defraudadores por naturaleza ése buen señor había echado por tierra mi
reputación utilizando información protegida que había hecho pública. Menos mal
que cuando me desperté pude comprobar que todo era un mal sueño, que todas mis
declaraciones estaban en regla y no había ni la más mínima irregularidad, pero
me pregunté temeroso si eso sería en realidad un gran obstáculo para el
Ministro o no.
El paseante
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