En 1929 Lorca escribe desde Nueva York una carta en la que habla del teatro del provenir y la obra que prepara. En Cuba la terminó, y nunca llegó a estrenarla
Federico García Lorca paseando por Nueva York con María Antonia Rivas Blair. |
En septiembre de 1929, Lorca escribe a sus padres desde Nueva York y les
dice: "He empezado una obra que puede ser interesante. Hay que pensar en el
teatro del porvenir. Todo lo que existe ahora en España está muerto. O se cambia
el teatro de raíz o se acaba para siempre. No hay otra solución". En La Habana,
en casa de los hermanos Loynaz, hijos de un general del Ejército cubano, sigue
escribiendo la obra "para el teatro del porvenir", El
público,que define como "un poema para ser silbado". Antes de abandonar
Cuba, regalará a Carlos Manuel Loynaz un borrador que, según su hermana Dulce,
éste quemó años más tarde en un ataque de locura.
Según Ian Gibson, las primeras páginas del único manuscrito que se conoce (y que quedó incompleto, pues le falta el cuarto cuadro) están escritas en hojas con membrete del hotel La Unión de La Habana, y parecen pertenecer al original. La última página está fechada en Granada el 22 de agosto de 1930. Se ha dicho, cuenta Gibson, que El público fue la primera obra dramática española que abordó el tema del amor homosexual, "pero Cipriano Rivas Cherif ya había montado, en enero de 1929, en el Teatro Club Caracol, su propia obra, Un sueño de la razón, que gira en torno al lesbianismo". Aunque El público va mucho más lejos, no hay dudas acerca de su reivindicación homosexual: así se lo dice Lorca, por carta, a su amigo Rafael Martínez Nadal, y al parecer esa fue la causa de que el texto tardara tanto tiempo en ver la luz: primero, por obvia censura franquista; más tarde, por las negativas de la familia Lorca a que se mostrara abiertamente la orientación amatoria del poeta.
En El público, Lorca acuña el término "teatro bajo la arena", que abarcará sus otras "comedias imposibles", Así que pasen cinco años (1931) y Comedia sin título (1936): "Teatro auténtico, visceral, inaugurado por los caballos para que se sepa la verdad de las sepulturas". El personaje del director de El público proclama:"Hay que excavar un túnel bajo la arena para extraer una fuerza oculta. Hay que destruir el teatro o vivir en el teatro. No vale silbar desde las ventanas". Más adelante escribirá: "En estas comedias imposibles está mi verdadero propósito. Pero para demostrar una personalidad y tener derecho al respeto he tenido que darle otras obras a los espectadores españoles".
El 12 de julio de 1936, cuenta Rafael Martínez Nadal, Federico le llamó para leer por primera vez la versión definitiva de El público en el madrileño restaurante Buenavista. El 18, poco antes de tomar el tren para Granada, le entrega un paquete y le dice: “Si me pasara algo, destrúyelo todo”. Martínez Nadal destruyó papeles personales, pero se negó a hacer lo mismo con el manuscrito, inacabado, de El público, que antes de abandonar España entregó a un amigo. No lo recuperó hasta 1958 y tardó otros 20 años en darlo a conocer, cuando consiguió la autorización de la familia Lorca. En 1983, Lluís Pasqual entra a dirigir el Centro Dramático Nacional y decide que a lo largo de las seis temporadas previstas dará a conocer el teatro no representado del poeta, con motivo de su cincuentenario. En diciembre de 1986, en coproducción con el Piccolo de Milán y el Odéon parisiense, presenta en el recién inaugurado teatro Studio del Piccolo el estreno mundial de El público, uno de los acontecimientos teatrales más relevantes de la década de los ochenta.
Según Ian Gibson, las primeras páginas del único manuscrito que se conoce (y que quedó incompleto, pues le falta el cuarto cuadro) están escritas en hojas con membrete del hotel La Unión de La Habana, y parecen pertenecer al original. La última página está fechada en Granada el 22 de agosto de 1930. Se ha dicho, cuenta Gibson, que El público fue la primera obra dramática española que abordó el tema del amor homosexual, "pero Cipriano Rivas Cherif ya había montado, en enero de 1929, en el Teatro Club Caracol, su propia obra, Un sueño de la razón, que gira en torno al lesbianismo". Aunque El público va mucho más lejos, no hay dudas acerca de su reivindicación homosexual: así se lo dice Lorca, por carta, a su amigo Rafael Martínez Nadal, y al parecer esa fue la causa de que el texto tardara tanto tiempo en ver la luz: primero, por obvia censura franquista; más tarde, por las negativas de la familia Lorca a que se mostrara abiertamente la orientación amatoria del poeta.
En El público, Lorca acuña el término "teatro bajo la arena", que abarcará sus otras "comedias imposibles", Así que pasen cinco años (1931) y Comedia sin título (1936): "Teatro auténtico, visceral, inaugurado por los caballos para que se sepa la verdad de las sepulturas". El personaje del director de El público proclama:"Hay que excavar un túnel bajo la arena para extraer una fuerza oculta. Hay que destruir el teatro o vivir en el teatro. No vale silbar desde las ventanas". Más adelante escribirá: "En estas comedias imposibles está mi verdadero propósito. Pero para demostrar una personalidad y tener derecho al respeto he tenido que darle otras obras a los espectadores españoles".
El 12 de julio de 1936, cuenta Rafael Martínez Nadal, Federico le llamó para leer por primera vez la versión definitiva de El público en el madrileño restaurante Buenavista. El 18, poco antes de tomar el tren para Granada, le entrega un paquete y le dice: “Si me pasara algo, destrúyelo todo”. Martínez Nadal destruyó papeles personales, pero se negó a hacer lo mismo con el manuscrito, inacabado, de El público, que antes de abandonar España entregó a un amigo. No lo recuperó hasta 1958 y tardó otros 20 años en darlo a conocer, cuando consiguió la autorización de la familia Lorca. En 1983, Lluís Pasqual entra a dirigir el Centro Dramático Nacional y decide que a lo largo de las seis temporadas previstas dará a conocer el teatro no representado del poeta, con motivo de su cincuentenario. En diciembre de 1986, en coproducción con el Piccolo de Milán y el Odéon parisiense, presenta en el recién inaugurado teatro Studio del Piccolo el estreno mundial de El público, uno de los acontecimientos teatrales más relevantes de la década de los ochenta.
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