113 – Pum, pum,
pum, pum.
Después de oírse retumbar por segunda vez los sonoros golpes
en la silenciosa penumbra de la casa, Bruttini bajó sigilosamente por la
escalera desde la buhardilla al salón, se acercó al comisario que estaba
sentado en el sofá frente a la chimenea con la cara lívida de miedo, junto a él
seguían dormidos impertérritos los dos perritos y el gatito como si nada
estuviera pasando, ajenos a todo peligro, entonces, al llegar junto a Carballo
Bruttini dijo:
-
Comisario, debe ser el moños, verdad?
-
Eso parece Bruttini, eso parece.
-
Viene a matarle, verdad?
-
Eso parece.
-
Y qué va a hacer?
-
Voy a bajar a enfrentarme con él, trajo con
usted su pistola?
-
Está en el bolsillo derecho de la chaqueta, en
el perchero.
-
Vale.
-
Y si le pasa algo comisario?
-
Si me pasa algo cuide de mis mascotas,
prométamelo.
-
Se lo prometo.
-
Páseme papel y bolígrafo del escritorio, voy a
hacer testamento ológrafo ahora mismo, si me pasa algo llévelo a un notario
para autenticarlo, “…dejo en herencia todo mi patrimonio al subcomisario Toni
Bruttini, en la Alcarria a 22 de febrero de 2015, firmado el Comisario Carballo”, ya está, guarde este papel
y no se olvide de llevarlo a un notario, de lo contrario perderá toda la
herencia y se la quedará el Estado, y cuide de mis mascotas como si fueran sus
propios hijos.
-
De acuerdo comisario, así lo haré, pero no se
muera.
-
Eso procuraré.
-
Comisario, tengo miedo.
-
Usted quédese aquí y cuide de las mascotas.
-
Ok.
-
Pero qué hace Bruttini…? Qué está haciendo…?
Pero... qué... diablos... está... haciendo...? Por… qué… me… besa…?
-
Le he besado?
-
Creo que sí.
-
Pues no me he dado cuenta perdone, será el miedo...
-
No nada, bueno, me bajo, usted oiga lo que oiga
no haga nada.
-
Vale, adiós, tenga cuidado.
Carballo bajó al vestíbulo y una vez más resonaron
estrepitosamente los golpes en la puerta, después todo volvió a quedar en
silencio de nuevo, con cuidado el comisario sacó la pistola de la chaqueta de
Bruttini que colgaba del perchero, quitó el seguro, comprobó que el cargador
estaba lleno, y sin hacer el menor ruido se acercó y puso la mano sobre el
picaporte para disponerse a abrir la puerta…
(continuará)
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