Incomprensible
situación política, sobre todo si se mira desde la óptica bipartidista que es
la única que hasta ahora conocíamos, pero la situación es más complicada, la
fragmentación del Congreso y el problema catalán que, queramos o no reconocer, existe,
hace que no se comprenda bien nada, pero con los mimbres existentes hay que
intentar hacer el cesto de un gobierno, todo problema puede ser una oportunidad
de mejora, en este caso si un problema larvado entra en una vía de resolución,
porque el problema, sea cual sea su causa, existe, no cabe duda, hay un
territorio dentro de España que tiene ahora mismo una relación problemática con
el Estado, puede parecernos que es algo sin fundamento, fruto de una
manipulación, algo perjudicial para todos, darnos rabia que exista, negarlo,
querer aplastarlo, pero existir existe.
Se trataría
de desactivarlo de alguna manera analizando qué parte es razonable y asumible y
qué parte no por el resto de España, establecer límites pactados y dentro de
ellos tratar de articular una nueva relación.
Muchas
quejas y reproches van dirigidas al Presidente Sánchez pero hay que analizar
por qué hemos llegado hasta este punto y concluir que él no es sino un rehén de
todo lo sucedido anteriormente a su llegada y que con posterioridad a ella
tampoco sus posibles aliados se lo han puesto fácil, más pendientes de rédito
político que de gobernabilidad, deberían hacer un acto de generosidad y dar luz
verde a un gobierno que al menos desde la estabilidad busque soluciones de
consenso para con todos sobre todos los temas.
No creo que
sea ninguna bicoca gobernar España en estos momentos, en ningún momento lo sea
seguramente, pero ahora tal vez menos que nunca, hubo momentos mucho más
difíciles como la transición o el terrorismo, pero es verdad que al menos
entonces había consenso, algo que ahora se ha roto si bien empieza a atisbarse
algún movimiento, sirva como ejemplo el cambio de actitud de Ciudadanos
ofreciendo sus votos, debería cambiar de actitud también el PP si es que el
pacto con independentistas y Podemos no saliera adelante.
Por otro
lado, está el tema Podemos, algo así como que viene el coco, qué miedo, también
pasó eso cuando ganó Felipe González las elecciones con nada menos que 10
millones de votos, y luego la cosa fue rodando y vino a demostrar la madurez y
solvencia del sistema, ahora no hay 10 millones de votos para nadie, pero sí
diferentes sensibilidades, y una mayor sensibilidad social en el gobierno nunca
viene mal.
No sé si
para navidad, fin de año o comienzo de año, pero creo que habrá gobierno
seguro, esa impresión tengo viéndole la cara a Rufián, tan serio y circunspecto
que no parece él, y la sonrisa de Pablo Iglesias, tan serio antes, tan risueño
y comunicativo ahora hasta con sus enemigos políticos.
El paseante