39 – Víste…
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Víste, de mi parte estoy pasando por un mal momento. Viniendo para Madrid una
huelga sorpresiva de operadores en aeropuertos, paralizó ayer a toda la
Argentina. Conclusión, mi vuelo internacional tuve que pasarlo para hoy, y el
cambio me costó la módica suma de 850 dólares, entre la diferencia de tarifa,
la penalidad y el 35 % de impuestos que nos cobran a los argentinos por salir
al exterior. Logré llegar a Buenos Aires a las 12 de la noche, y estuve encerrada
en el departamento de una sobrina hasta que el taxi me buscó a la hora de ir al
aeropuerto internacional.
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El tema es que había comprado el pasaje con millas ganadas con tarjetas de
créditos y otros vuelos, y como no nos dan divisas, pensaba usar la tarjeta de
crédito, mientras descansaba, escribía, festejaba, caminaba, bailaba sola, etc,
etc, etc, en Madrid. Pero ahora pensé tendré que pedirle a mi amigo José que me
busque un trabajo en negro, aunque sea limpiando pisos, porque mi tarjeta no
aguanta la erogación que hice para poder volar. A los americanos, ya que vine
por Delta, les importa poco el paro o huelga que hagan los hijos de puta de los
argentinos.
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Un amigo me consiguió algo en un shopping donde en vez de descansar y
comprar, deberé trabajar como negra, 14 horas al día durante tres semanas, para
reintegrar al erario de mi familia semejante cantidad de dólares, que dicho sea
de paso, es una barbaridad en pesos argentinos.
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Me vine con pena, no es el viaje que quería hacer, pero como lo había
comprado con millas, no podía abrir el ticket e irme en otro momento.
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Odio la pobreza y la soledad. A mí solamente se me pasó por la cabeza que
me podía permitir ir a un par de fiestas en Madrid. Disculpa la expresión, pero
eso de cagar más alto de lo que te dá el culo, me costó muy caro. Y para colmo
mi marido ha sido claro: "- trae el dinero de vuelta, como sea". Me
gustaría ir a la zona rosa y prostituirme un par de noches, que con mi
experiencia, seguro me pagarían muy bien. Broma.
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Estoy triste y cansada. Ayer fue un día fatal, esperando por horas en el
aeropuerto, a ver si se levantaba la huelga. Finalmente me pusieron en un vuelo
de las 12 de la noche, y al llegar a Buenos Aires, todo era un caos, de gente,
de maletas, de quejas, de perjuicios.
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Por qué nos tratan tan mal? !!!! Hice todos los reclamos, pero como es
huelga, derecho garantizado constitucionalmente, nadie se hace cargo. No me
queda otra que trabajar para poder estar en Madrid, porque mi tarjeta colapsó
con el pago de la diferencia.
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Odio los trabajadores, odio los negros de mierda, cuyos actos en vez de
lograr sus objetivos, joden a la gente y siguen igual. Los sindicalistas están
llenos de plata, con mansiones, vuelos privados. A ellos la vida les pasa por
otro lado. Ojalá se mueran ellos y sus hijos, para que sepan lo que es el
dolor.
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Esto además afecta mis futuros viajes. Si vuelvo a presentar la tarjeta de
crédito, se prende fuego solita.
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Me siento mal y muy triste. Quería decírtelo. Si desaparezco durante estos
días es porque estoy trabajando en negro limpiando pisos o culos.
(continuará)
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