Fíjate lo que dices, vender te parte el corazón. Entiendo que eso fuera así si no tuvieras más remedio que vender a tu madre o a tus mascotas, pero un inmueble te puede partir el corazón?
Las cosas más valiosas en la vida son las que no cuestan prácticamente nada. Por tus mascotas no te darían ni un euro. A tu madre no la querría nadie ni aunque pagaras. Ni siquiera por tu talento las empresas pujarían. Fíjate cuantos hay en el paro y alguno será más cultivado que tú, aunque no demasiados.
Piensa que hasta ahora has venido acumulando bienes materiales y ya es hora de empezar la fase de ir deshaciéndote poco a poco de todo lo que puedas. O te juntarás también con los de tus padres o tíos o con los de alguna herencia imprevista. Y ya no tendrás dinero para mantener tanta propiedad. Creo que ese problema lo tiene Tita Cervera..., pero a ti te considero más inteligente como para no caer en lo mismo.
Entendería que te diera pena perder una propiedad con los árboles que has ido criando, pero tener apego a cuatro muros de ladrillos y cemento, por muy bien situados que estén, me parece incomprensible y de difícil lectura en una persona inteligente. Los recuerdos perduran aunque las propiedades desaparezcan.
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Creo que deberías vender alguna propiedad antes de dejar el trabajo. Si vas a pedir una excedencia por un año, que sepas que será definitiva.
Y si quieres vender piensa con la cabeza y no con el corazón. Y date cuenta que la economía está fatal, no creas a Rajoy, y la dirección de los acontecimientos es ir a peor. Porque los inmuebles van a seguir bajando, pese a quien pese.
Un abrazo,
La cabrita loca
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