Cabra, no hice nada de lo que me sugeriste, verás, al día
siguiente invitaba a comer fuera de Madrid a mis padres y a mi tía y no estaba
para cenitas y menos aún para pasear por Madrid de noche e imaginarme que era
el único habitante y que todo estaba a mi disposición, sinceramente me dio
pereza, ni apetito tenía, me acosté temprano, un placer dormir con mis
mascotas, me preguntabas qué hubiera elegido hacer en el paseo nocturno por
Madrid que me proponías, pues bien, justo eso, hablar por teléfono con mis padres
y acostarme con mis mascotas, y para qué iba antes a pasearme por la Gran Vía,
ya lo sabía de antemano, no valía la pena.
Mis mascotas me felicitan todos los días con su cariño,
igual que mis padres, ellos no fallan, el resto del mundo es un aburrimiento
que no me sirve, creí en el mundo pero ya no me sirve, me da pereza.
No sé si me comprenderás, tú estás parecido, con matices,
claro.
jr
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