José Ramón Carballo "el paseante". Año 2008. Foto de archivo gentileza de "The Carballo Photografy Found". |
No se estila, ya sé que no se estila,
que te pongas para cenar
jazmines en el ojal...
Mª Dolores Pradera
Soy un anticuado, no me estilo, lo sé, en la foto se me puede ver con jazmines en el ojal, qué fuerte...
Pero es que me encanta no estilarme, es, eso creo, mi principal atractivo, el ser un tanto anticuado, también llevo sombrero, eso sí, sólo en verano, tipo canotier, una chulada, alguna foto he publicado en la que llevo alguno de mis pequeños canotiers, o mon petits canotiers, como se prefiera, suena mejor en francés, verdad?
Coche de caballos no uso, pero sé montar a caballo como todo un caballero a la antigua usanza, y voy a misa, bueno, hago en realidad todas esas cosas que ya no se estilan y que son las mejores, las tradicionales, las de toda la vida, cedo el paso a las señoras, me gusta piropearlas y sé que eso las hace felices, las ayudo, en fin, lo dicho, soy un caballero, un caballero español, algo que, desde luego, no se estila.
Pero ése es mi principal atractivo, no estilarme, a ello ayuda mi porte un tanto romántico, mi voz dulzona, mi mirada triste, mi sonrisa melancólica, y mi actitud ante la vida, también muy romántica y sentimental, parezco salido de los tiempos de Goethe, de Werther, de Larra, de Espronceda.
Soy, en definitiva, y por propia naturaleza una rara avis en el siglo XXI, un náufrago del romanticismo en plena era tecnológica, amante de los libros frente a las impersonales tablets, de la caligrafía frente a los teclados, de las cartas frente a los e-mails, de los suspiros, la melancolía, el sentimiento, la añoranza, los ideales, las nebulosas del alma, la saudade, el fado, los boleros, los tangos, las tonadillas, la música clásica, los valses, las polcas, los nocturnos, las serenatas, las arias, las canciones napolitanas, las poesías, los juglares, los bardos, los bufones, sí, me encantan los bufones, creo que me hubiera gustado ser un bufón, o tal vez lo sea, no lo sé...
Soy una antigualla a la que gustan otras antiguallas, todo lo vetusto, lo pasado de moda, lo viejo, lo demodé, y sin embargo gusto mucho, tengo muchos seguidores a los que resulto atractivo, interesante, arrebatadoramente atractivo, constatado, lo out vende, lo vintage está de moda, soy deseable que no desechable, eso es, soy objeto de deseo, del deseo por el espíritu, por el espíritu que se encierra en todo lo antiguo, en la antigüedad, en mi antigüedad clásica ya, como la de los Griegos.
Un beso,
el paseante no se estila
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