Cabri, mi desconsuelo viene de la decepción con el prójimo,
creí que habría personas que valían la pena y hay pocas, casi ninguna, eso
lleva a tener que aceptar la soledad sin paliativos ni disimulos y es duro, uno
está programado para creer en otras cosas, no en la soledad absoluta
precisamente, no sé si me explico, uno siempre ha tenido esperanzas hasta que
se han visto definitivamente defraudadas, uno no puede seguir engañándose más,
debe asumirlo.
Pero vamos, por lo del suicidio ni preocuparte, me quiero
demasiado como para pensar en quitarme de en medio, y luego están mis
creencias, sólo Dios decidirá el día que me tenga que marchar, decidirlo yo
sería ofenderle.
Espero que no te ofendas tú por lo que acabo de decir.
jr
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