No me extraña que estés destrozada por lo de Candy, yo estaría muerto.
Directamente
muerto, siento ser tan sincero.
Pero todo se
supera, ya lo sabes de sobra, si sucedió es porque debía suceder y ella está
con Dios que quiso llevársela a su lado y por algo sería.
Y tú rézala
y tenla presente, verás como eso te reconforta.
Mi pereza,
mi bendita pereza, ni te cuento..., creo que empiezas a comprenderme, como se
dice por aquí, perdono el bollo por el coscorrón.
Mi pereza me
lleva a no ir al mar en las vacaciones de septiembre, me quedaré en Madrid y
luego unos días a la casita, y es por pereza, pura pereza, no me compensa irme
tan lejos, estoy más a gusto y tranquilo entre mi gente y mis cosas, ya estuve
en el mar, para qué otra vez?, me comprendes? Yo disfruto con las pequeñas
cosas más.
No sé si me
comprendes, tú, como ciruela, todavía cuelgas del árbol, yo hace tiempo
que caí al suelo y además me pisaron.
Mi néctar
ahora alimenta al mundo.
Bonito,
verdad?
Intentaré
escribir una poesía sobre la pereza y te dedico la entrada de esta tarde sobre
el gatito de Bruttini, bueno, te la dedico a ti y a Candy en el recuerdo.
Muchos bss,
jr
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