Hola José: buenas noches. Desde un chiringuito y
mirando el Mediterráneo estuve explorando tu blog. Se me habían pasado muchas
secciones y realmente donde me encuentro, me siento un diva.
Tienes el poder de caracterizarme tal cual soy, me
conoces como nadie y entonces me doy cuenta, de la suerte que tuve en conocerte
y se aceptada por el Marqués (jaja, la cabrita me gusta cada vez más).
Todas las secciones que dicen continuará... deben ser continuadas,
porque me dejas en ascuas y perpleja, pues ni yo soy consciente de lo que soy
hasta que tú lo dices, o lo escribes. Cómo es posible que escribas como yo
hablo!!!
Perdón por no responder a preguntas concretas, lo que
paso a hacer ya mismo:
Si estoy
aquí, siempre estaré para tí y para nuestra amistad, no estoy callada ni
dormida, simplemente no quiero invadirte ni volverte loco con mi perorata. Sé
que entiendes que cuando te veo, tengo desesperación por contártelo todo,
porque sólo tú lo sabes todo.
Qué pienso ?
Pues sin ser Papa, lo mismo te has puesto después de Dios. Has llegado a un
estado de tanta libertad y de aceptación de tí mismo, que eres no sólo tu Rey,
sino el Rey del universo tal cual fue creado. Supongo que la línea debe ser: el
Papa, tú, tus padres y luego todos los demás, en la misma raya.
Yo tampoco
lucharía por políticas o religiones. Es tan deshonesto eso de matar por ideas
que hasta asco me da. Veo en la tele lo que pasa porque unos locos piensan de
una forma, y otros tantos de otra forma, que les tengo lástima porque mueren
como moscas, pero me asquea la situación.
No sé qué
haría si afectaran a mi patria, si saldría a matar o no, porque me parece
ridículo.
Y es que el
mal está en las personas, y no en las instituciones. El diablo se llena de
almas, tiene esa virtud, por así decirlo, pero es lo suficientemente sabio para
echarle la culpa a las instituciones, para que las almas que domina las
derriben por él.
Como
abogada, entiendo que la mala acción se le debe atribuir a una persona física y
no a una persona jurídica. En estas últimas se encierran algunas, para hacer el
mal, y luego decir que fue la institución, con tal a ésta no se la puede
culpar. Y justamente ahí mete el diablo su cola, porque lo quiere todo,
incluyendo las instituciones.
Y tú Papa
???? Con tu pereza y sombrero panamá. No sé, aunque el sombrero que usa el Papa
es muy parecido al tuyo. Te imagino haciendo el despacho, y que te traigan
miles de problemas, y que tú sólo quieras correr por los patios del Vaticano,
pensando en que te pierdes los Museos, que no pudiste ver por ser Papa, y tomar
el Metro en Vía Ottaviano para irte donde sea, importándote nada ni uno de los
problemas que las monjas te acerquen ni los cortesanos que viven de la
religión. Y mira lo que son las casualidades: cuando estuve en Peñíscola,
visitando el castillo donde se escondió el Papa Luna, pensé en tí, todo el
tiempo, como si fuera tu lugar en el mundo. Tuve un ataque de risa (con
testigos), porque yo me imaginaba hablándote de mis cosas dentro del Castillo,
y como es tan grande, tú te ibas a la otra punta, y mientras yo me acercaba,
finalmente tomabas la decisión de abrir la puerta que usó el Papa Luna para
escapar.
Te quiero y te extraño. BC bsss
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