miércoles, 29 de agosto de 2012

La soledad. Artículo.


Tal vez te sientas solo como yo, es duro reconocerlo pero tal vez así sea, pero no te preocupes, la soledad es el sentimiento más universal que hay, el primer sentimiento que nace junto con el hombre, gracias al sentimiento de soledad han surgido las sociedades, las civilizaciones, el progreso, el hombre se asocia con otros hombres porque en soledad se siente frágil, vulnerable, poca cosa.
Gracias al sentimiento de soledad nace el vínculo matrimonial, la pareja, la familia.
Es por tanto la soledad un sentimiento muy constructivo aunque a primera vista pueda no parecerlo, si el hombre se sintiera bien en soledad el mundo sería inhabitable, no habría cooperación, ayuda, solidaridad, viviríamos aislados, enfrentados, a la defensiva de nuestra individualidad, de nuestra soledad.
Es bueno que te sientas solo, ésa es la marea baja, después vendrá la marea alta que te llevará hasta los demás, tu bajamar es tu soledad, tu pleamar es tu compañía.
Pero tal vez estés viviendo unos momentos especialmente solitarios, tienes la impresión de que todos te han dado la espalda, de que los demás no están solos y tú sí, pero no te engañes, aunque acompañados pueden sentirse solos, no hay peor soledad que la que está acompañada, mal acompañada, ya lo dice el refrán.
Y qué bien se está solo a veces, el hombre fluctúa entre la búsqueda de la compañía y el regreso a su soledad, el hombre tiene mareas, el hombre necesita volver desde los demás a sí mismo una y otra vez, ensimismarse por un rato, por un tiempo, en ocasiones para siempre.
La situación más natural en el hombre es la soledad, nacemos solos, moriremos solos, solos estamos en los momentos fundamentales de nuestras vidas lo queramos o no, enfrentados a nuestro destino individual e incompartible, porque al fin el hombre enfrenta solo la existencia, en esencia la vida del hombre es solitaria, tener a alguien al lado no significa dejar de estar solo, tal vez dejar de sentirse solo.
Erradicar el sentimiento de soledad es imposible, es como las mareas, vienen y van, no dependen del mar siquiera, son cósmicas, dependen de la luna, pues la soledad igual, cuando ese sentimiento nos anega somos realmente como dioses, nos hacemos plenamente conscientes de nuestra individualidad, nos vemos realmente a nosotros mismos y no el reflejo que producimos en los demás.
La soledad es el motor del hombre, desde ella el hombre se proyecta fuera, sale de su caparazón, rompe sus barreras y es él.

el paseante

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