¿Qué enseñó el Buda?
Hablando en
términos occidentales,
Gautama el
Buda es sin duda el más "científico" de todos los Maestros
ascendidos. El camino que descubrió al iluminarse a los 36 años y que enseñó
compasiva e incansablemente durante otros 45 antes de ascender a la edad de 80
años, es el más "racional" y el más "científico" de todos
los sistemas que nos han sido legados.
Tal como
recomienda la primera inscripción del templo de Delfos, "Conócete a ti
mismo", todo lo que hizo Gautama Siddartha el Buda fue observar con
atención y ecuanimidad total la conciencia humana a través de su propia
conciencia. Es decir, se observó a sí mismo hasta llegar a conocerse.
A partir de dicha observación desarrolló, entre
otras cosas, un modelo de la mente
vista como un proceso que se basa en la sucesión ininterrumpida de cuatro
funciones principales:
1) consciencia (viñana): la
parte receptora de la mente que se limita a registrar la ocurrencia de las
cosas
2) percepción (saña): la parte
evaluadora que juzga el hecho ocurrido, clasificándolo y juzgándolo como
positivo o negativo
3) sensación (vedana): la
parte que genera una sensación corporal agradable o desagradable de acuerdo
al resultado de la evaluación del hecho.
4) reacción (sankhara): la
parte que reacciona con aversión o apego en función de la sensación.
De acuerdo a la observación de Gautama, estas cuatro
funciones mentales son todavía más breves que las efímeras kalapas que
componen la realidad material, de tal suerte que nunca tenemos conciencia de
lo que ocurre cada vez que los sentidos corporales entran en contacto con
alguna cosa. Por ejemplo, si al oído llega el sonido producido por las
palabras "¡Eres un inútil!", inmediatamente la conciencia registra
el hecho, la percepción clasifica las palabras como algo negativo y
experimentamos una sensación corporal desagradable que nos hace reaccionar
produciendo un sankhara de aversión contra lo que estamos escuchando,
pues deseamos que se detenga eso que nos desagrada; por el contrario, si
escuchamos un halago que la percepción evalúe como algo positivo,
experimentamos una sensación corporal agradable y generamos un sankhara
de agrado deseando más de eso que nos ha producido placer.
¿Cuál es la fuente del sufrimiento según
el Buda?
La memoria de todos los sankaras que ha
producido una mente se encuentra acumulada en el cuerpo y esta acumulación va
generando reacciones cada vez más marcadas y automáticas, ya que sañña,
la percepción, aprovecha el acervo de experiencias pasadas para evaluar y
clasificar cualquier fenómeno nuevo.
Las reacciones pasadas se convierten en puntos de
referencia con los que tratamos de comprender una experiencia nueva que
juzgamos y clasificamos de acuerdo a nuestros sankharas pasados. Así
es como las reacciones antiguas de codicia y aversión condicionan nuestra
percepción del presente y nos vemos envueltos en un círculo vicioso, en lo
que se conoce como la rueda del Samsara. De tal suerte que el karma,
la verdadera causa del sufrimiento, es producto de la reacción condicionada
de la mente.
¿Cuál es la relación de la meditación
con la liberación?
Gautama el Buda dijo: "Cualquier sufrimiento
que surja, tiene una reacción por causa. Si todas las reacciones cesan,
entonces no hay más sufrimiento". Entre las herramientas que
enseñó a sus contemporáneos para detener la reacción y alcanzar la
liberación, se encuentra una sencilla y poderosa técnica para desarrollar la
capacidad de contemplar las cosas tal como son. Esta técnica se conoce como
meditación Vipassana que significa "visión cabal" y consiste
en trabajar erosionando poco a poco las respuestas condicionadas hasta liberar
totalmente a la mente. Un camino racional y paciente.
Para practicar Vipassana sólo hay que observar con
atención y ecuanimidad las sensaciones en todo el cuerpo. Estas sensaciones
se experimentan debido a la infinita variedad de combinaciones de las cualidades
básicas de la materia -masa, cohesión, temperatura y movimiento- que
presentan las partículas subatómicas llamadas kalapas.
Cuando se adquiere la capacidad de observar
cualquier sensación sin reaccionar ante ella, la mente empieza automáticamente
a penetrar más allá de la realidad aparente del dolor hasta alcanzar su
naturaleza sutil que no consiste más que en vibraciones que surgen y
desaparecen a cada instante. Así es como se adquiere la conciencia de
que todo tiene un tiempo de duración determinado pasado el cual se termina y
surge algo nuevo. A esta única constante que es el cambio, se le llama anicha,
impermanencia. Cuando finalmente se experimenta la realidad sutil, la
conciencia del anicha permite vivenciar la inutilidad del apego y se
alcanza la liberación del sufrimiento.
Entre las consecuencias secundarias de practicar
esta técnica de meditación se encuentran la relajación mental y la
eliminación de viejos sankharas acumulados. Al observar objetiva y
desapasionadamente cualquier sensación corporal, mientras no haya ninguna
reacción, no se crea ningún sankhara nuevo y cualquier sankhara
viejo que se experimente en forma de sensación, desaparece. Al momento
siguiente otro sankhara del pasado surge en forma de sensación y si no
hay reacción, éste también desaparece. De esta forma, mientras se observa con
atención todo lo que ocurre manteniendo la ecuanimidad, se permite que las
reacciones acumuladas alcancen una tras otra la superficie de la mente
manifestándose como sensaciones que van siendo gradualmente erradicadas.
Como consecuencia secundaria de aprender a observar
las sensaciones sin reaccionar ante ellas, la mente se reprograma a sí misma
permitiéndose actuar con plena conciencia en lugar de reaccionar
automáticamente frente a los acontecimientos.
Es por ello que todo el esfuerzo se basa en aprender
a no reaccionar, a no producir un nuevo sankhara cuando aparece la
sensación y comienza la sensación de agrado o desagrado. Si hay conciencia en
ese momento efímero y se detiene la reacción, uno se limita a observar la
sensación, ésta no se intensifica hasta transformarse en deseo o aversión y
no se convierte en una emoción intensa que termina por dominar a la mente consciente,
sino que simplemente desaparece.
Aunque al principio esta conciencia se logra sólo
por unos breves instantes, esos momentos son muy poderosos porque ponen en
marcha un proceso inverso, el de la purificación. Y así poco a poco, con la
práctica, los segundos se convierten en minutos y los minutos en horas hasta
que finalmente queda erradicado el viejo hábito de reaccionar y la mente
permanece siempre en paz. Ésta es una forma efectiva en que puede detenerse
el sufrimiento, según lo comprobó Gautama el Buda.
.
¿Dónde y cómo se puede aprender la
meditación Vipassana?
Cuenta una leyenda que la tierra dorada, el
territorio de lo que actualmente es Birmania, fue destinada desde tiempos de
Gautama el Buda a guardar la gema preciada que es el Vipassana manteniendo
intacta su técnica hasta que, después de dos milenios y medio, regresara a la
India para expandirse desde allí a todo el mundo.
Coincidiendo con esta leyenda, fue precisamente el
millonario industrial birmano, N. S. Goenka, quien comenzara a expandir la
práctica de la Vipassana en 1976. Aquejado de una incurable migraña, después
de acudir a las mejores clínicas de todo el mundo, a este noble hombre le
recomendaron que probara una técnica de meditación que enseñaban algunos
maestros birmanos. Catorce años después, convertido en Maestro de Vipassana,
viajó a India para enseñar esta técnica a sus padres y a un reducido grupo de
amigos suyos, quienes a su vez quisieron que sus propios familiares
recibieran la misma instrucción de Goenka. Y allí comenzó la larga cadena que
ha llevado a diseminar el Vipassana como pólvora por todo el territorio hindú
y que efectivamente ya ha comenzado a expandirse prácticamente a todo el
globo terrestre.
Los cursos intensivos de Vipassana
Si uno quiere recibir la instrucción del Vipassana
con toda la fuerza de su pureza, es necesario tomar un curso intensivo de 10
días a cargo de Goenka o alguno de sus Maestros o Maestros Asistentes.
Durante este tiempo, el estudiante vive la vida de un monje ya que por un
lado acepta acatar las normas del curso practicando diversas abstinencias y
por otro, subsiste de la caridad ya que durante todo el periodo de
entrenamiento será alojado, servido y alimentado gracias a la buena voluntad
de otros estudiantes antiguos quienes deseosos de compartir los beneficios de
esta técnica con otros, han donado dinero, tiempo y esfuerzo para que nuevos
cursos sean posibles.
Temporalmente convertido en monje o monja, el
estudiante de Vipassana observa rigurosamente sila (conducta ética),
práctica samadhi (concentración de la mente), y adquiere paña
(sabiduría).
El Código de Disciplina estipula los cinco preceptos
siguientes:
- Abstenerse de matar a cualquier criatura
- Abstenerse de robar
- Abstenerse de toda actividad sexual
- Abstenerse de mentir
- Abstenerse de todo tipo de intoxicantes
Asimismo hay que acatar la disciplina, la guía y las instrucciones del profesor, observar silencio absoluto durante los 10 días (excepto durante las entrevistas con los profesores o en casos de emergencia), abstenerse de cualquier contacto físico o visual con los compañeros, conformarse con la comida vegetariana, privarse de cualquier distracción o contacto con el exterior, respetar el horario que comienza a las 4 y media de la mañana y termina a las 9 de la noche, y suspender durante el curso entero todo tipo de ejercicio y práctica religiosa que normalmente lleve a cabo.
hola me gustaria entrar como le puedo hacer
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