miércoles, 10 de julio de 2019

Ciudadanos y el Orgullo 2019.




Pues yo donde sé que puedo tener problemas no me meto, la realidad es muy terca y es difícil doblegarla como vengan mal dadas, al final te dan la bofetada y no te puedes llamar a engaño, los derechos del colectivo LGTBI son una conquista de la izquierda a la que la derecha y el centro se han ido sumando tímidamente cuando han visto que la sociedad los hacía suyos, pero a priori estaban en contra, baste recordar el pp recurrió ante el Constitucional el matrimonio gay de Zapatero.

Si bien es cierto que a Ciudadanos no se le conocen antecedentes homófobos de ese calibre porque se han consolidado como fuerza política con posterioridad, e incluso en algunos temas como la gestación subrogada van más allá que la izquierda, siendo este un tema fundamental para el colectivo gay, es cierto que la cercanía de Vox en acuerdos de gobierno les perjudica bastante a los ojos del colectivo que anda vigilante de que no se produzca ninguna involución de sus derechos tal y como apunta Vox.

Y dicho esto, reitero, yo no me hubiera metido en su lugar en la manifestación del Orgullo, no era el momento, supongo que imaginaban lo que se iban a encontrar, el Orgullo tiene unas señas de identidad muy marcadas con las cuales encaja muy bien la izquierda y bastante forzadamente la derecha incluso el centro, no puedes pretender como partido ser protagonista de todo, hay asuntos en los que debes estar en segundo plano y otros en los que debes tener un mayor protagonismo, de lo contrario puede haber reacciones que no te gusten, y que consigas justo el resultado contrario al que pretendías, hay que ser humilde y aceptar que aunque te gustaría estar en ciertos lugares, no procede que estés por diversos motivos cuya existencia se te escapa de las manos, pero siempre se puede estar en espíritu y así manifestarlo.

Al menos lo intentaron, dejaron clara su voluntad de estar, a priori no se autodescartaron, pero era de esperar, una vez que la organización les prohibió la carroza debieron retirarse porque claramente el patio no estaba para fiestas.

El recurrir ahora a la fiscalía no va a tener como resultado más que enfrentarles, aún más, al colectivo.


El paseante


martes, 9 de julio de 2019

Pactar no es fácil.




Pactar no es fácil, y más tratándose de política, cada cual tiene su posicionamiento y debe ser firme de cara a sus convicciones porque al final lo que queda en política es eso, por lo que se lucha, se defiende, por lo que te votan, se critican las posiciones enfrentadas y sin desbloquear de algunos partidos, pero son lógicas, no quieren mezclarse según con quién porque perderían sus señas de identidad y creo que eso no sería bueno para el sistema de partidos y para la democracia, si al final todo vale votes a quien votes se produciría un desencanto ciudadano y una desafección por el sistema, no me parece negativo que mantengan sus posiciones a ultranza los partidos sin querer perder su esencia.
Cada cual tiene su posicionamiento y quieren juntarse con sus más afines, pero llegando a acuerdos muy matizados, creo que eso hace que los gobiernos sean viables y útiles para el conjunto de la sociedad, es bueno que haya un control mutuo del cumplimiento de los programas acordados porque se evitan los abusos.
El problema es que no ceder puede llevar al bloqueo de las instituciones, eso no es recomendable y tal vez sería bueno reformar ciertas normas para establecer mecanismos de desbloqueo como que en el caso de poder llegar a la constitución de mayorías gobierne la lista más votada, ya es así en los Ayuntamientos y debería extenderse a las Comunidades Autónomas e incluso al Estado, con esa espada de Damocles los pactos surgen más rápidos si son posibles y se evitan segundas convocatorias electorales, véase el caso del Ayuntamiento de Madrid frente a la Comunidad Autónoma.
En este contexto a Ciudadanos le llueven las críticas, por un lado, les piden que faciliten el gobierno de Sánchez y por el otro que pacten con Vox, imaginemos si Ciudadanos transigiera qué futuro le esperaría como partido y qué credibilidad tendría a partir de ese momento, cuando sus dos frentes de lucha son precisamente esos con los que se les pide que cedan, difícil, están en la encrucijada y defienden su posicionamiento, hacen bien.
Y Vox dice que les consideran unos apestados, pero más que apestados la razón de la prevención hacia ellos de los otros partidos viene por sus ideas y programa político, en este momento en el cual logros difíciles de alcanzar son realidades asumidas socialmente y consideradas como positivas por la mayoría difícilmente van a conseguir sumar a su proyecto a partidos que han luchado por ellas para echarlas abajo.
Pura lógica.

El paseante


martes, 2 de julio de 2019

Pessoa y yo.





Es difícil decir por qué me gusta Pessoa, definir algo tan inconcreto, personal e íntimo es sumamente difícil porque tan pronto como se diga algo lo dicho parece llamado a ser nada comparado con lo que uno siente, si es que eso se puede considerar sentir, porque más bien se debería considerar ser, la clave está en la identificación, la comunidad de pensamientos, sentimientos, emociones, de ahí la universalidad de Pessoa y su sencillez, humildad, insignificancia, fue poca cosa el pobre en vida, podría decirse que fue algo así como un solitario marginado social, lleno de ideas sin embargo y con una visión de la existencia propia de un filósofo, un filósofo de la vida, de lo cotidiano, lo cercano, lo simple.

Y es en su simpleza donde Pessoa es grandioso, porque partiendo de la anécdota él se eleva a las alturas de un pensamiento de conmociona a cualquiera porque está hablando desde el corazón, desde la esencia de todos, desde su día a día, sus afanes, quimeras y frustraciones, Pessoa es un frustrado, no, evidentemente no, él nunca intentó nada, rotundamente no, tal vez un desencantado, pero creo que tampoco porque no creo que llegara a tener nunca la capacidad de ilusionarse, lo que Pessoa es, y lo que le da su grandeza universal de arquetipo es ser un fracasado, a nivel personal, claro, ya que ese fracaso él lo sublima a nivel literario y a través de él podría decirse que triunfa y se vuelve universal, pero si Pessoa contemplara ahora su universalidad tal vez se consideraría aún más fracasado que en vida, porque comprobaría de forma más rotundamente pesimista aún que su forma de ver la vida ha triunfado entre muchos otros igualmente fracasados como él y eso no dejaría de producirle tristeza.

Es mejor no hablar de grandeza, triunfo, reconocimiento, universalidad, tratándose de Pessoa, porque para entenderle verdaderamente hay que haberse caído del caballo y cuando te caes del caballo comprendes tantas cosas, tal vez comprendes todo y eso hace que ya no tengas otra perspectiva más que susurrarle a la nada que te comprenda aun sabiendo que ni siquiera ella podrá hacerlo.


El paseante