lunes, 27 de agosto de 2012

La noche y yo.


Cada día duermo peor, deben ser cosas de la edad, todo me desvela, me quedo dándole vueltas a la cabeza sin poder dormirme y además de noche todo se ve mucho más negro, lógico, es de noche, pero es que los pensamientos se oscurecen, se ensombrecen, se vuelven lúgubres, telúricos, espectrales, fantasmagóricos, y encima al gato le da por maullar y me despierta, los vecinos nos van a acabar echando de la casa porque lo peor no es que el gato maúlle es que además el perro le contesta y se pone a aullar, como un lobo, por eso le llamo Lobito.
Terrible, no puedo ni levantarme al baño, si salgo de la habitación comienzan la jarana y no hay quién les pare, me tengo que comprar un orinal, ¿dónde venden orinales, ¿en los chinos?, ya preguntaré y os cuento, pero lo quiero de porcelana, el problema del orinal es cuando sin darte cuenta le das una patada..., yo era experto de pequeño en dar patadas a los orinales, menudos tiempos aquellos, también había bolsas de agua caliente para la cama en invierno, en esos tiempos si que dormía bien, como un cesto.
Pero ahora duermo cada día peor, especialmente en verano, el calor no me deja dormir, no hago más que sudar y además el ventilador me pone nervioso, tampoco me gusta, un lío, y me pongo a pensar y entonces todo lo veo muy negro, sobre todo el porvenir, el porvenir que me espera, ahora bromeo pero esta noche lo veré todo fatal otra vez y ya no podré bromear al respecto.
No sé bien qué hacer para dormir mejor, en fin, a ver si con el otoño y el fresco consigo dormir algo mejor.

el paseante insomne 

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