jueves, 30 de agosto de 2012

La lectura del fin de semana. Madame Bobary. Gustave Flaubert. 1856.


Es lo más fuerte que yo haya leído jamás, te engancha, esta novela es como una droga, no puedes parar de leerla, te atrapa, te abduce, te mete en la trama de una forma endiablada y no puedes salir, te hace identificarte con la protagonista y sufrir como ella, sufrir por ella, de ahí que Flaubert dijera "Emma Bobary c'est moi", pues eso mismo digo yo, Emma Bobary c'est moi...
Vargas Llosa escribió una delicia de ensayo sobre esta obra cumbre de la novela universal que se tituló Madame Bobary, la orgía perpetua, recuerdo que lo leí en un avión, en un viaje a no sé qué distante destino, del viaje no recuerdo nada, del libro tampoco.
La heroína romántica por excelencia, Madame Bobary, o sea, yo.
El amor puede matar, el amor perjudica seriamente la salud, es peor que el tabaco, tener cuidado, esto parece querer decirnos Flaubert a lo largo de toda la novela.
Si el S. XIX es el siglo de la novela por antonomasia, y Madame Bobary es la novela por antonomasia del S.XIX, su más consagrado logro, su cénit, si alguien alguna vez pretende escribir una novela el mejor master que puede hacer es leer Madame Bobary, si dudarlo.
Por otro lado algo consustancial con el hecho de estar vivo, de haber venido a este mundo, y de saber leer, es leer esta Madame Bobary, sin su lectura ningún ser humano estará nunca completo al 100%, ni se comprenderá a sí mismo plenamente, eso creo yo.
Emma Bobary c'est toi...
Ya lo comprobarás...
Te está esperando.

el paseante


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