viernes, 24 de agosto de 2012

La lectura del fin de semana. Viaje a la Alcarria. Camilo José Cela.


Creo que me impresionó tanto este libro cuando lo leí en mi adolescencia que pasados los años me compré una casa en la Alcarria, precisamente en uno de los pueblos que recorrió Cela en su ya universal Viaje a la Alcarria.
El libro era de la biblioteca de mi padre, a mi padre tengo que agradecerle que me iniciara en tan interesantes lecturas gracias a su buen gusto y sensibilidad.
Para mí Cela es, sin duda, un grande entre los grandes, me parece un escritor fuera del tiempo, heredero de los grandes escritores del siglo de oro, del 98, heredero de Galdós, de la novela del XIX, Cela resume todo lo anterior y se anticipa a todo lo que está por llegar.
Valga el ejemplo de éste su primer libro, una joya única, inigualable, de una belleza y un sentimiento conmovedores, donde ni sobra ni falta nada, una obra de arte total hecha por un gran artista, entonces muy joven, casi adolescente, pero el artista es artista desde siempre o no es, el artista nace artista, y Cela nació artista sin dudarlo.
Nuestro premio Nobel es la mejor literatura española de S. XX, y además, al igual que Dalí, una obra de arte en sí mismo considerado, genial, ocurrente, creativo, provocador, sugerente, igual que Oscar Wilde, igual que todos los grandes, él era en sí mismo una obra de arte total, respiraba arte, emanaba arte, sentimiento, sensibilidad, inteligencia.
Y un buen día se echó la mochila al hombro y se puso a caminar por la Alcarria, esa Toscana española, pobre y bella, olvidada y sorprendente. 
Cela, el gran Cela, único, inigualeble, inolvidable.

el paseante

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