68 – La novia de
Bruttini
Al día siguiente por la tarde Carballo no pudo más y
escribió un wasap a Bruttini, el chico contestó inmediatamente, era muy
cumplido siempre con Carballo, intercambiaron una serie de bromas y Carballo le
propuso ir a verle cosa que Bruttini le dijo que era imposible porque estaba en
ese momento en casa de una amiga viendo una película, estaban viendo Gilda le dijo Bruttini, que era la película
favorita de su amiga y de él, curioso, Carballo pensó que mentía, que en
realidad no tenía ganas de ver a Carballo, se lo dijo en broma al chico y el
chico le mandó una foto de ambos, Bruttini aparecía con una mujer joven que
tenía una sonrisa muy bonita y un cierto atractivo medio bohemio, aparecían
medio abrazados en un gesto mitad de cariño mitad humorístico y ella tenía
posada su mano sobre la bragueta de Bruttini como queriendo poner de manifiesto
la relación que existía entre ambos, el chico le dijo por wasap que era una
mujer increíble, mágica, y Carballo se alegró de que Bruttini hubiera
encontrado al fin su media naranja, se despidieron conviniendo que ya se verían
en otra ocasión.
Pronto se había olvidado Bruttini de su amor por él cuando
se sentó en sus piernas en el Divas Club y le besó ardientemente, es lógico,
aquella atractiva mujer en la que Carballo se había travestido esa noche no
volvió a aparecer por el Divas Club por prudencia, no fuera a ser que Bruttini
le descubriera y se enrareciera la buena relación que había entre ellos,
Carballo siempre iba ya al Divas vestido de Carballo y se escondía en las
últimas filas del local, oculto entre el humo y la oscuridad, a fin de que
Bruttini no reparara en él.
Al cabo de un rato a Carballo le dio por pensar en la
soledad de su apartamento que en la foto había algo raro, volvió a abrir el
wasap para verla de nuevo, algo no encajaba, es decir, si estaban solos los dos sólo
podían haberse hecho un selfie, pero la foto estaba hecha desde la distancia,
estaba hecha por una tercera persona, quién sería?, se preguntó Carballo, y por
qué Bruttini había ocultado la presencia de esa tercera persona?, y para
finalizar Carballo se hizo una última pregunta: qué tipo de relación
mantendrían Bruttini y esa chica con la persona que les había hecho la foto? Un
misterio por resolver pensó Carballo cuya astucia de sabueso siempre estaba
olfateando pistas a seguir y casos por resolver, aunque estos fueran
invenciones suyas.
(continuará)
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