El sufrimiento de mi pequeño Nicolás es enorme, su
insaciabilidad nunca se ve colmada, tal vez ésa sea su mayor penitencia, su
autocondena, pero el asunto peor es el sufrimiento que provoca en sus víctimas,
por eso debe pagar de alguna manera un precio, o no?, una vez alguien me dijo
que son las propias víctimas las culpables, que uno se engaña si quiere
engañarse, es verdad, dejemos pues abandonado a su deriva a mon petit Nicolás,
su deriva es precisamente su mayor escarmiento, yo te dejo marchar mi pequeño
Nicolás, adiós, eres libre de mi escarmiento, porque creo que no hay peor
escarmiento que ser tú mismo, al fin y al cabo eres tú tu principal víctima y
el artífice de tu infelicidad eterna, pareja a tu insinceridad, nunca podrás
ser mi pequeño Nicolás una persona auténtica, un adulto, alguien maduro y
cabal, nunca.
El paseante
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