70 – El 69 de la
Brutta
Carballo se volvió a su casa con Cachemir en brazos, el
gatito se agarró a su pecho clavándole las uñas en el jersey y de vez en cuando
le daba un lametón en la barbilla y ronroneaba satisfecho, de camino pasaron
por la puerta del Divas y Carballo se paró a ver el cartel para esa noche, se
anunciaba de nuevo a la Brutta por fin y Carballo tuvo que parpadear varias
veces a fin de aclarar la vista porque apenas podía creer lo que estaba
leyendo, el cartel anunciaba: EL 69 DE LA BRUTTA!!!!, debía de ser el día de
los 69, pero cómo haría Brutti un 69 como crossdresser, los cables se le
cruzaron a Carballo en la cabeza, acababa de contemplar un 69 en el que Brutti
hacía de hombre y a la noche se representaría en el Divas un 69 en el que
Brutti sería la Brutta? Era demasiado, el gatito miraba el cartel a la par que
Carballo como si lo leyera igualmente, después Cachemir entornó los ojos y se
quedó dormido en los brazos de Carballo con un gesto que a Carballo le pareció
de indiferencia.
Por otro lado el comisario Carballo sospechaba que la escena
que acababa de contemplar en la buhardilla de Bruttini estaba preparada, las
puertas abiertas…, la penumbra…, y todo a la misma hora a la que Bruttini había
citado a Carballo allí, muy raro, sería un acto de exhibicionismo por parte de
Bruttini?, quería Bruttini demostrar algo a los ojos de Carballo?, o tal vez se
trataba de alguna estrategia por parte de Bruttini que Carballo no lograba
adivinar? Ni idea, se dijo Carballo, y siguió caminando hacia su casa por la
concurrida Gran Vía agarrando fuertemente a Cachemir no fuera a caérsele y a
escaparse entre las fauces rugientes del tráfico desbocado que transitaba a esa
hora por la calle.
Y ahora qué le diría a Bruttini sobre la falta del gatito?,
y qué le diría sobre su visita a la buhardilla?, algo tendría que decir, había
sido citado allí por el mismo Bruttini y si Carballo no decía nada Bruttini
sospecharía, por otro lado no quería hacerle sufrir pensando que el gatito se
había vuelto a escapar, ya lo pasó bastante mal la otra vez.
Todo esto iba pensando Carballo camino de casa cuando de
repente se le ocurrió una idea, le diría a Bruttini que el gatito había
aparecido en su apartamento colándose por una ventana, que seguramente se había
presentado allí cruzando por los tejados, los gatos eran muy inteligentes,
resultaba inverosímil teniendo sobre todo en cuenta que Cachemir nunca había
estado en casa del comisario Carballo pero cosas más raras se han visto, y en
cuanto al Divas Club, Carballo tenía claro que no se perdería la actuación del
subcomisario Bruttini de esa noche, el 69 de la Brutta…, eso no podía
perdérselo en ese día tan señalado que parecía el día mundial del kamasutra.
Cuando entró en el portal de su casa el conserje se sonrió
al verle con Cachemir entre los brazos y le dijo: qué un nuevo inquilino?
Carballo sonrió condescendiente sin decir nada y se metió en el viejo ascensor
de madera y hierro forjado, al llegar a su apartamento dejó cómodamente
instalado a cachemir en la cama el cual resopló de placer emitiendo un profundo
sonido mitad ronquido y mitad suspiro, una vez el gatito estaba sobre el
edredón de la cama Carballo bajó la persiana , puso radio clásica en un tono
muy bajo en la radio de la mesilla y se fue a llamar por teléfono a Bruttini
para contarle lo que hace un momento había planeado, salvo lo referente a su
visita a la noche al Divas Club para ver el espectáculo, eso no, eso nunca,
mejor ir totalmente de incógnito aunque debería ponerse cerca del escenario
para poder ver con detalle aquel anunciado a bombo y platillo 69 de la Brutta.
(continuará)
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