viernes, 5 de diciembre de 2014

El 69 de la Brutta (Un asesino en las calles 70).




70 – El 69 de la Brutta

Carballo se volvió a su casa con Cachemir en brazos, el gatito se agarró a su pecho clavándole las uñas en el jersey y de vez en cuando le daba un lametón en la barbilla y ronroneaba satisfecho, de camino pasaron por la puerta del Divas y Carballo se paró a ver el cartel para esa noche, se anunciaba de nuevo a la Brutta por fin y Carballo tuvo que parpadear varias veces a fin de aclarar la vista porque apenas podía creer lo que estaba leyendo, el cartel anunciaba: EL 69 DE LA BRUTTA!!!!, debía de ser el día de los 69, pero cómo haría Brutti un 69 como crossdresser, los cables se le cruzaron a Carballo en la cabeza, acababa de contemplar un 69 en el que Brutti hacía de hombre y a la noche se representaría en el Divas un 69 en el que Brutti sería la Brutta? Era demasiado, el gatito miraba el cartel a la par que Carballo como si lo leyera igualmente, después Cachemir entornó los ojos y se quedó dormido en los brazos de Carballo con un gesto que a Carballo le pareció de indiferencia.
Por otro lado el comisario Carballo sospechaba que la escena que acababa de contemplar en la buhardilla de Bruttini estaba preparada, las puertas abiertas…, la penumbra…, y todo a la misma hora a la que Bruttini había citado a Carballo allí, muy raro, sería un acto de exhibicionismo por parte de Bruttini?, quería Bruttini demostrar algo a los ojos de Carballo?, o tal vez se trataba de alguna estrategia por parte de Bruttini que Carballo no lograba adivinar? Ni idea, se dijo Carballo, y siguió caminando hacia su casa por la concurrida Gran Vía agarrando fuertemente a Cachemir no fuera a caérsele y a escaparse entre las fauces rugientes del tráfico desbocado que transitaba a esa hora por la calle.
Y ahora qué le diría a Bruttini sobre la falta del gatito?, y qué le diría sobre su visita a la buhardilla?, algo tendría que decir, había sido citado allí por el mismo Bruttini y si Carballo no decía nada Bruttini sospecharía, por otro lado no quería hacerle sufrir pensando que el gatito se había vuelto a escapar, ya lo pasó bastante mal la otra vez.
Todo esto iba pensando Carballo camino de casa cuando de repente se le ocurrió una idea, le diría a Bruttini que el gatito había aparecido en su apartamento colándose por una ventana, que seguramente se había presentado allí cruzando por los tejados, los gatos eran muy inteligentes, resultaba inverosímil teniendo sobre todo en cuenta que Cachemir nunca había estado en casa del comisario Carballo pero cosas más raras se han visto, y en cuanto al Divas Club, Carballo tenía claro que no se perdería la actuación del subcomisario Bruttini de esa noche, el 69 de la Brutta…, eso no podía perdérselo en ese día tan señalado que parecía el día mundial del kamasutra.
Cuando entró en el portal de su casa el conserje se sonrió al verle con Cachemir entre los brazos y le dijo: qué un nuevo inquilino? Carballo sonrió condescendiente sin decir nada y se metió en el viejo ascensor de madera y hierro forjado, al llegar a su apartamento dejó cómodamente instalado a cachemir en la cama el cual resopló de placer emitiendo un profundo sonido mitad ronquido y mitad suspiro, una vez el gatito estaba sobre el edredón de la cama Carballo bajó la persiana , puso radio clásica en un tono muy bajo en la radio de la mesilla y se fue a llamar por teléfono a Bruttini para contarle lo que hace un momento había planeado, salvo lo referente a su visita a la noche al Divas Club para ver el espectáculo, eso no, eso nunca, mejor ir totalmente de incógnito aunque debería ponerse cerca del escenario para poder ver con detalle aquel anunciado a bombo y platillo 69 de la Brutta.

(continuará)


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