No pensaba abandonarte, no suelo hacer nada a nadie que no
me guste que me hagan a mí, y el abandono es algo que odio, tantas veces me han
abandonado..., yo más bien recojo abandonados, perros, gatos, personas, las
personas primero las recojo y luego me abandonan, los animales son fieles,
nunca te abandonan.
En todo caso puedo hacer algo que no me gusta que me hagan
por sentido de la justicia, como escarmiento, para que la persona aprenda la
lección y no vuelve a hacer daño a otro, eso pretendo, no sé si lo conseguiré.
Pero también es preciso que te recuerde que tú me
abandonaste a mí, y pese a eso cuando has vuelto he sentido una gran alegría,
yo soy así.
Veo el abandono más allá del abandono, veo el abandono como
la debilidad, la fragilidad, la falta de madurez y responsabilidad del otro, ya
no como una afrenta o un desprecio, mis modelos en esto y en todo son Madre
Teresa y Juan Pablo II, el perdón.
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