Buscando esta foto en internet leí una crítica de esta película bastante negativa, yo no estoy de acuerdo, más bien todo lo contrario, basada en la obra homónima de Galdós, la película se adapta plenamente al original y capta la esencia de lo galdosiano, no olvidar que Galdós viene a ser el Dickens español sin duda dada la grandeza de su obra y su amplitud, prolífico autor, maestro absoluto, criticado injustamente al igual que Baroja, los dos son lo mejor de nuestra narrativa moderna y como fuentes que son en ellos conviene beber para aprender, no ya a escribir mejor o peor, con estilo o sin estilo, simplemente a escribir, que es algo diferente de tener estilo, es tener algo que contar y que resulte interesante, tener un mundo propio, luego el estilo sale por sí sólo, es como el respirar, el estilo es la respiración de la narración.
Y esta película respira al unísono de la novela, película deliciosamente literaria, disfruta uno de su riqueza de matices e ideas como si leyera el libro, inmejorable Fernán-Gómez como abuelo y Cayetana Guillén Cuervo muy adecuada en su papel, sin estridencias como conviene al personaje, en tándem perfecto frente a Fernán-Gómez, lo cual no es fácil. Los paisajes norteños, la ambientación en general son de un gran preciosismo, la iluminación no deja de sorprender, y hay que citar, cómo no, a Agustín González y a Vicente Aleixandre que bordan sus papeles, personajes junto con Fernán-Gómez 100% galdosianos indudablemente ya en sí mismos sin necesidad de representar ningún papel.
Galdós es una escuela, una profunda realidad de lo español, una tradición, una delicia, al igual que esta película que tan bien le da reflejo y ayuda a divulgarlo, qué diferencia leer a Galdós, un deleite, comparado con cierta literatura de quiosco que hoy impera, si el gran público descubriera a Galdós hoy día arrasaría, igual que si el gran público descubriera películas como ésta.
el paseante
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