miércoles, 30 de julio de 2014

Comida con Bruttini (Un asesino en las calles 33).




33 – Comida con Bruttini

El Comisario Carballo y el Subcomisario Bruttini quedaban a comer periódicamente, se mantenían en contacto, eran muy buenos camaradas y amigos, cuando se veían principalmente se dedicaban a contarse cotilleos de conocidos comunes del Cuerpo de Policía, se ponían al día, se reían, casi siempre contaban las mismas anécdotas, recuerdos del pasado que les gustaba rememorar una y otra vez, momentos difíciles, momentos buenos, todo ello plagado de valoraciones en las que coincidían cada uno matizando y ampliando lo que el otro decía como queriendo llegar una vez más al mismo convencimiento de siempre, como revalidando el concepto de víctimas y perdedores que tenían de ellos mismos, pero dejando claro al final que preferían perder semejante guerra a ganarla porque ellos estaban hechos de otra pasta, la pasta de los héroes, de los idealistas, de los que quieren salvar al mundo de la mediocre rapiña de los malvados.
Quedaban siempre en el mismo restaurante, un restaurante argentino de la calle Echegaray que se llama La Cabaña, muy buena carne, y pedían siempre lo mismo, Bruttini el lomo alto de buey al punto argentino, Carballo como no comía carne pedía el salmón en salsa de pimientos del piquillo, de entrantes lo típico de un restaurante argentino, la provoleta, empanadillas, chorizo criollo para Bruttini también, por supuesto, de postre sorbete de limón al cava y unos chupitos, les gustaba después de comer fumarse un puro, era una tradición, uno invitaba a comer y el otro llevaba los puros, Cohibas petit robusto, siempre igual, pero con la ley antitabaco prescindieron del tradicional puro, lo de fumarlo por la calle era un rollo y Carballo no quería tampoco que se lo fumaran en su apartamento para que no oliera a puro.
En esta ocasión la conversación dio un giro nuevo y sorprendente con respecto a los temas habituales.

-          Comisario quiero comentarle una cosita, pero prométame que no se va a enfadar, me lo promete?
-          Ya sabe que es difícil que yo me enfade.
-          Verá Comisario, es relativo a mi sexualidad.
-          Cómo va lo de su pene?
-          No, eso perfecto, totalmente recuperado gracias a Dios.
-          Entonces?
-          Verá Comisario no quiero que se escandalice o deje de ser mi amigo, sabe lo que le aprecio, usted es muy conservador y hay cosas que tal vez no entienda.
-          Dígame, no creo que sea tan grave.
-          Verá Comisario es que ahora soy cross dresser.
-          Cross dresser, y eso qué es?
-          Pues para que lo entienda, me visto de mujer y así vestida, perdón, he querido decir vestido, tengo relaciones sexuales.
-          Ya.
-          Relaciones sexuales con hombres.
-          Entonces es usted gay?
-          En absoluto, es diferente, yo soy cross dresser, o sea, en la cama soy totalmente una mujer y como tal me comporto, y me acuesto con hombres heterosexuales no con gays.
-          Me deja de piedra, no es más común ser simplemente gay?
-          Es diferente, yo disfruto sexualmente en el rol femenino.
-          Es usted transexual?
-          Tampoco, no quiero cambiar de sexo, me gusta disfrutar teniendo pene.
-          Y con ese pene tan grande que tiene pasa por mujer?
-          Bueno, verá, el pene lo escondo.
-          Lo esconde?
-          Sí, uso ropa interior de mujer y lo escondo entre las braguitas, me pongo ligas, tacones, peluca, me maquillo, voy totalmente depilado…
-          Pues a simple vista parece el mismo.
-          Claro, soy el mismo, ya lo ve, pero para el sexo me  transformo, soy otra, perdón, he querido decir otro.
-          Ya.
-          Se ha quedado de piedra Comisario…
-          Hombre, compréndalo, es una sorpresa.
-          Lo reprueba?
-          En absoluto, es más, cuenta con mi total apoyo, si así es feliz eso es lo importante, su felicidad, comprenda que tardaré un poco en hacerme a la idea, nada más.
-          Gracias por su reacción Comisario.
-          De nada.
-          Hay algo más…
-          Algo más…?
-          También me dedico al mundo del espectáculo, actúo en un club de Chueca, el Divas Club, le suena?
-          Pues no, es importante?
-          Es el mejor, hago un espectáculo junto con otras compañeras y tenemos mucho éxito, los hombres me llevan ramos de flores al camerino cuando termino mi actuación y me invitan a champán, gusto mucho a los hombres Comisario…
-          Ya.
-          Además ahora ya no me importan tanto mis erecciones, me importan más las erecciones de los demás.
-          Qué quiere decir?
-          Que soy una mujer en la cama, ya se lo he explicado, desde que disfruto como mujer tengo mejores erecciones y recibo más placer.
-          Recibe?
-          No sé si acaba de entenderlo.
-          Pues no…
-          Comisario, tiene que venir a verme, va a venir a verme?, prométamelo por favor, tiene que prometérmelo.

(continuará)


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