Bien, me parece bien sentir ilusión, eso es bueno, da vida,
es sano, es salud, es futuro.
Pero recuerda al príncipe de Salina: es necesario que todo
cambie si queremos que en realidad no cambie nada.
Los problemas de la política son los del ser humano, desde
que el mundo es mundo no ha variado nada, mira Gaza, Ucrania...
Mira las desigualdades, el hambre, la avaricia.
Ya sabes lo que pienso al respecto de todas esas quimeras,
al final son un quítate tú para ponerme yo, son ciclos, lo bueno en democracia
es que pueden surgir y eso revitaliza la participación, la legitima, pero me
aterran los predicadores que cuando toman el poder liquidan el sistema
democrático en pro de lo que ellos entienden como el bien común.
Creo en el hombre sólo a nivel individual, la verdadera
revolución parte de uno mismo, ya lo dijo Jesús.
el paseante
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