Blog dedicado a reflejar mi trayectoria vital y mis reflexiones.
viernes, 4 de abril de 2014
La innatividad de mi innatismo innato.
Soy innato de nacimiento, desde que me parió mi madre nada ha cambiado en mí, ya llevaba todo lo que soy en mi innatismo innato, valga la redundancia, es decir en el adn, las circunstancias no han logrado cambiarme y tampoco he aprendido nada, desde nacimiento soy lo que soy, creativo, imaginativo, sensible, emotivo, artista, incomprendido, genial, idealista, compasivo, empático, solidario, protector, comprensivo, y también tengo las mismas taras que cuando nací, soy insociable, padezco de fobia social, patológicamente solitario, poco o nada comunicativo, extremadamente sentimental y emotivo, bastante impulsivo, obsesivo, escéptico, descreído, muy bondadoso, austero y amoroso.
Bueno, mi innatismo tiene características que no sé bien dónde ubicar si como facultades o taras, según se mire ciertas facultades pueden ser consideradas taras para el mundo de hoy, de ahí que pueda chocar su calificación como tales, pero no lo es tanto si lo analizamos en profundidad, mi innatismo tiene esas cosas, en ocasiones es un tanto contradictorio, como yo, padezco, puede decirse un innatismo innato de carácter contradictorio.
Pero soy innato de nacimiento, está claro, no he logrado aprender nada nuevo e interesante en mis 53 años de vida, todo me ha resbalado, he fingido aprender por motivos prácticos pero no me han convencido nada esos supuestos conocimientos inútiles que desde niño me han ido inculcando, y las circunstancias tampoco me han servido de gran cosa, no modifico mi innatismo en base a ellas jamás, es más, en realidad no hacen sino reforzar mi innatismo innato. Soy cada día más innato.
Y ahora te pregunto, la gran pregunta: ¿padeces tú también la innatividad de tu innatismo innato? Piénsalo...
el paseante
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