martes, 28 de agosto de 2012
El cuadro de la semana. Confidencias en la playa. Vicente Palmaroli. 1883.
Es un cuadro absolutamente Proustiano, parece una escena de A la sombra de las muchachas en flor,
en la que el protagonista coquetee en la playa con alguna de sus
idealizadas amigas, mientras deshoja la margarita de su amor platónico
por ella.
Es sin dudarlo mi cuadro favorito del Casón del Buen Retiro, el museo madrileño dedicado a la pintura del S.XIX.
Siempre que voy a ese museo en realidad voy solamente por ver este cuadro, que me transporta a un mundo de delicados sentimientos, de sutil espiritualidad, de amorosa entrega e íntimas conversaciones.
Me quedo un buen rato contemplándolo, extasiado ante su belleza, su armonía, equilibrio, colorido, composición...
Todo en el cuadro es poético, elevado, etéreo, inmaculado.
Es un cuadro pleno de ingenua alegría, de emoción pura, de pasión contenida, de vida refinada.
Ante algo así es fácil sentir añoranza por ese mundo perdido definitivamente, el de las buenas maneras, el buen gusto, la belleza.
Me transporta a las películas de Luchino Visconti, en concreto a Muerte en Venecia y sus escenas en el Lido.
Es sin dudarlo mi cuadro favorito del Casón del Buen Retiro, el museo madrileño dedicado a la pintura del S.XIX.
Siempre que voy a ese museo en realidad voy solamente por ver este cuadro, que me transporta a un mundo de delicados sentimientos, de sutil espiritualidad, de amorosa entrega e íntimas conversaciones.
Me quedo un buen rato contemplándolo, extasiado ante su belleza, su armonía, equilibrio, colorido, composición...
Todo en el cuadro es poético, elevado, etéreo, inmaculado.
Es un cuadro pleno de ingenua alegría, de emoción pura, de pasión contenida, de vida refinada.
Ante algo así es fácil sentir añoranza por ese mundo perdido definitivamente, el de las buenas maneras, el buen gusto, la belleza.
Me transporta a las películas de Luchino Visconti, en concreto a Muerte en Venecia y sus escenas en el Lido.
el paseante
La economía y yo.
Están las cosas un poco chungas.
Yo de economía sé poco, pero creo que
según van las cosas y al punto que hemos llegado nadie sabe demasiado de
economía porque si no las cosas no estarían tan mal, es decir, se
hubieran tomado medidas antes.
La economía en la carrera de Derecho era
una maría, no interesaba a nadie, ni al profesor siquiera que apenas
aparecía para darnos clase, nunca abrí el libro, el Lipsey, un tomo de
color naranja, muy llamativo, no sé cómo logré aprobar esa asignatura,
por los apuntes de clase supongo, pero si el profesor no iba a dar la
clase...
En fin, después tuve que estudiar
seriamente algo más de economía en estudios de postgrado, y tampoco es
tan difícil, lo que sucede es que el montaje teórico pivota sobre algo
muy simple, que se produzca algo, que se genere riqueza, plusvalía, ser
competitivo, y todas esas cosas en occidente las estamos perdiendo día a
día, son ahora las economías emergentes las que con su bajo coste de
mano de obra y escasos costes sociales se han convertido en
competitivas, y además con la globalización es difícil que en Europa se
vuelva a producir en cantidades suficientes como para salir del hoyo.
Son teorías, pero si la situación está cómo está en realidad estamos viviendo del cuento, es decir, de la deuda.
Ayer por la tarde pusieron en la tele
una película antigua de Pepe Isbert en la cual hace de marqués arruinado
y endeudado hasta las cejas, ante la gravedad del asunto convoca a sus
hijas y se lo comunica, las hijas le preguntan que cuanto se puede
alargar la situación, algo muy español, es lo que estamos haciendo
ahora, y él les contesta que como mucho una semana.
Las hijas se ponen manos a la obra, es
decir, a buscar un marido con una buena dote, tienen sólo una semana y
un rico financiero anda buscando una esposa con título nobiliario, da
cinco millones de pesetas de dote y otros cinco millones al padre, una
fortuna para la época, el pretendiente no podía ser sino un financiero,
cómo no, cuya fortuna se estima nada menos que en 100 millones de
pesetas de las de entonces, algo así como el Goldman Sachs de la época.
Pues así estamos en España, buscando
pretendiente con dote que nos salve de la ruina, tal vez el banco
central europeo, no se sabe.
el paseante
La respuesta a la añoranza.
La añoranza,
y qué es eso me pregunto, es como la nostalgia, algo así como acordarse del
pasado y pensar que siempre fue mejor y entonces ponerse triste porque no se
puede dar marcha atrás al tiempo y volver a él, debe ser algo así.
Pues,
sombra, de verdad te lo digo, ni loco volvía yo al pasado, a ningún pasado por
bueno que fuera, porque después de ese pasado vino otro pasado, y después otro,
hasta llegar a este presente desde el que se añora ,y la verdad, sinceramente
te lo digo, uno ya ha pasado bastante en la vida como para tener que volver a
repetir todo eso, sería como repetir curso, un rollo.
Además ni el
pasado que añoramos nos conviene en realidad, es decir, si nos pusieran como
por arte de magia en él de nuevo nos parecería algo inaguantable desde nuestra
perspectiva actual, y entonces por qué lo añoramos, me preguntarás, pues porque
lo idealizamos, te responderé, lo edulcoramos, hacemos con él una especie de
ficción, lo que añoramos es una recreación nuestra de lo que sucedió que nada tiene
que ver con lo que sucedió, nos creamos un mundo ido reinventado en el cual
refugiarnos de las inclemencias del presente, y dentro de unos años haremos lo
mismo con el presente de ahora.
Añoremos lo
que añoremos lo único que en realidad añoramos es cómo éramos entonces, la
capacidad que teníamos para el autoengaño, algo que con los años se va
perdiendo.
Veo jugar a
mis sobrinas y me quedo boquiabierto, la pequeña se enfada y discute con la
mayor, se enfurruña, llora, porque la mayor se ha inventado que va a una fiesta
y que la pequeña no está invitada, es todo ficción, es todo mentira, es un
juego entre dos niñas, pero la pequeña sufre por su exclusión.
Eso es la
añoranza, una ficción imposible que primero creamos y de la que luego nos
sentimos excluidos, exiliados, expatriados, y así tenemos al menos algo que
desear, algo que fue y no volverá a ser y a lo cual subimos la imaginación de
vez en cuando como por distraernos, como si viéramos una película.
No está mal
como juego, y si no que se lo digan a mis sobrinas, se lo pasan en grande,
sobre todo la mayor.
Porque la
añoranza no es sino deseo aunque sea deseo frustrado, y el deseo es lo que
mueve la vida, creo que vale la pena sólo por eso, al menos nos da ilusión por vivir.
Además los
mejores deseos son los frustrados, cuando se cumplen suelen ser un fracaso, ya
lo he dicho antes, si regresara lo añorado nos sentiríamos frustrados.
Y hasta aquí
mi digresión de hoy sombreada sombra.
El libro
gordo de Petete se cierra por hoy.
Y recuerda:
El libro
gordo entretiene, el libro gordo te enseña, y yo te digo contento, hasta la
semana que viene…
¿Era algo
así, verdad? ¿Alguien se acuerda cómo era exactamente?
Creo que me
ha entrado nostalgia de Petete…
el paseante
a su sombra
lunes, 27 de agosto de 2012
Cantos de sirena al dormirme...
Cantos de sirena al dormirme
si sé que me despierto con tu amor
cantos de sirena al dormirme
si sé que me despierta tu calor
cuando me miras despacio
haces que se pare el tiempo
sólo cerrando los ojos
puedo sentir la canción
disfruto cada segundo
y no los cambio por años
porque eres tú la alegría
sembrada en mi corazón
cantos de sirena al dormirme
si sé que me despierto con tu amor
cantos de sirena al dormirme
si sé que me despierta tu calor
si al caminar por las calles
no hay árbol que me haga sombra
si mi sonrisa ilumina
de noche más que un farol
y sé que cuando te marches
podré sentirme dichosa
sabiendo que me has querido
lo mismo que te quiero yo
cantos de sirena al dormirme
si sé que me despierto con tu amor
cantos de sirena al dormirme
si sé que me despierta tu calor
si al caminar por las calles
no hay árbol que me haga sombra
si mi sonrisa ilumina
de noche más que un farol
y sé que cuando te marches
podré sentirme dichosa
sabiendo que me has querido
lo mismo te quiero yo
cantos de sirena al dormirme
si sé que me despierto con tu amor
cantos de sirena al dormirme
si sé que me despierta tu calor...
si sé que me despierta tu calor...
si sé que me despierta tu calor...
Inma Serrano
La añoranza según la sombra.
Se acercan tus vacaciones y ya
empiezo a ponerme triste porque voy a estar unos días sin verte. Pero no creas
que voy a añorarte, Jota. Sólo se echa de menos aquello que no se tiene, y yo
te tengo desde que te conocí. Ya formas parte de lo que soy. Puedo estar
contigo cuando quiera, me basta con pensar en ti, en recordar los momentos
vividos junto a ti. No se añora el pasado, como se piensa, porque el pasado es
nuestro, está dentro de nosotros. Lo que se añora es el futuro. Es decir,
cuando te vayas no te echaré de menos a ti, sino a la posibilidad de crear
nuevos recuerdos contigo ¿me explico?. En este caso esa posibilidad se bloqueará
temporalmente con tu ausencia, hasta que vuelvas de vacaciones. Pero como es un
bloqueo temporal sólo necesito armarme de paciencia. La añoranza, entonces, es
útil, porque la probabilidad de volver a verte es alta.
Sin embargo
hay un tipo de añoranza inútil y dañina. Se produce cuando se anula por
completo esa posibilidad de crear nuevos recuerdos de la que hablo, cosa que
sucede, por ejemplo, cuando decimos que echamos de menos los años de la
infancia. En este caso no estamos añorando la infancia “per se” porque, como ya
he dicho, nadie nos puede quitar la experiencia vivida, lo que extrañamos, lo
que verdaderamente nos fastidia es que ya no exista la posibilidad de
prolongarla. Sencillamente pasó y se quedó congelada en el tiempo del que
estamos hechos. La descongelamos cada vez que la recordamos, sí, pero ya no hay
“nuevos” momentos infantiles que podamos meter en el congelador. Y esto es lo que
echamos de menos inútilmente, porque no es una posibilidad real sino una
fantasía. Por eso yo creo que es mejor dejar el pasado donde está -recordándolo pero sin añoranza-, y
enfocarnos en el presente para tener nuevos recuerdos que descongelar en el
futuro…
La sombra del paseante
La película de la semana. Gone with the wind. Victor Flemig. 1940.
En realidad él es el catalizador de toda
la película, Leslie Howard en el papel de Ashley Wilkes, Vivien Leigh
en el papel de Scarlet O'Hara es la protagonista, pero el catalizador es
este actor inglés que deambula melancólicamente por todo el film sin
encontrarse nunca a sí mismo, sin decidirse, sin pronunciarse, dejándose
querer y haciendo que los sentimientos de Escarlata se confundan,
posponiendo siempre la llegada de lo que ella considera su verdadero
amor.
Pero este melifluo personaje es incapaz
de amar, eso parece, desprecia la pasión y se casa al fin como por
casarse con una especie de vela apagada, con un pan sin sal, resulta un
tanto inexplicable el personaje, o al menos para mí lo es, su
indecisión, su indefinición, el daño y el dolor que causa no se sabe
bien si involuntariamente a Escarlata, son en realidad la fuerza que
pone en marcha todo el argumento.
La pobre Escarlata no es sino una
víctima de semejante personaje, de su ideal de amor romántico, de su
poética e idealizada presencia.
Un caballero romántico que enamora a la
pasional protagonista, que parece no dejar de quererla nunca pese a
todo, pero que la sacrifica por la mosquita muerta con la que se casa,
Olivia de Havilland en el papel de Melania.
¿Y por qué?
No se sabe bien nunca, él es así y ya está, las cosas suceden, las circunstancias...
Leslie Howard en Lo que el viento se
llevó es como Helena en la guerra de Troya, el responsable involuntario
de una cadena de catástrofes.
No digo que la guerra de secesión americana fuera culpa suya, pero seguramente fuera culpa de otro Leslie Howard de turno.
el paseante
Comentario de mi amiga Terre a su homenaje.
Muchas
gracias por tus palabras, me han emocionado mucho y te diré
que yo también siento que no estoy a tu altura, pues te
admiro profundamente, por tu sensibilidad, delicadeza, empatía,
,...y ese torrente de creatividad e imaginación, que me han
permitido ir cada vez más expresándome tal y como me siento,
pues haces que me sienta segura, aceptada y no enjuiciada y creo que
el blog de alguna manera lo ha reforzado, pues me ha ido proporcionando
un mayor conocimiento de ti y por tanto a soltarme
también a mí
En
ocasiones me quedo tan ¡pasmada y boquiabierta! que mis circuitos
neuronales se bloquean de tal forma, que soy incapaz
de expresarte toda la alegría, felicidad y gratitud que siento
por tu amistad..
Tú
pones en palabras lo que yo he experimentado ante situaciones o momentos
similares a los que tu describes con esa "pluma de oro" y
cuando le pongo voz mi alma vuelve a rememorar los sentimientos
y emociones que se manifestaron en aquel momento, haciéndome
disfrutar nuevamente.
El
reportaje ha quedado muy bien, emocionándome especialmente, la foto de la
velita.
Me ha
encantado tanto la foto como la reflexión de tu paseo por el Retiro, por
la alegría, plenitud, expansión, colorido, en la forma de narrarlo me
ha transportado al Gran Salón de la Naturaleza, donde tú y tu pareja la
Vida, estáis bailando el más hermoso Vals , ante la presencia del
Rey del Universo Dios.
Con
mucho Amor y amor, tu amiga,
Manuterre
Anochecer solitario. Poema.
Anochecer solitario
Parece caerse el mundo en este anochecer sin ti
Parece acabarse todo
No sólo el día
No sólo el sol
Se van
Se va la luz
Con su dorada felicidad
Los colores
Que alegran cada día mi alma
Tu recuerdo
Que aún pervive en mí
Parece irse todo en este anochecer
¿Dónde va el mundo cuando anochece?
Todo parece irse, marcharse
Partir lejos de mí
Y cuando quedo solo
Me abrazo tendido en la cama
E intento dormir
Abrazado a mi alma
Lo único que me queda en este anochecer
E intento dormir
¿Intento dormir?
Pero cómo dormir en medio de esta desolación
En este desierto mudo de oscuridad
Difícil tarea sin ti
Estando sin ti soy
Como un planeta a la deriva
En el espacio infinito de mi desolación
José Ramón Carballo
26 de agosto de 2012
Amor imposible. Poema.
Amor imposible
A mí sólo me sirven las noches
Si tú durmieras a mi lado
Y las madrugadas
Si amanecieras junto a mí
Veo pasar lo días y pienso
Un día más sin ti
Un día menos de dicha
Para mí, para ti
Voy así pasando las páginas de los días
Una a una
Que amarillentas van quedando atrás
En el libro cerrado de nuestro amor
Como si de una historia imposible se tratara
Una historia que aunque esté escrita
Nunca se podrá leer
José Ramón Carballo
25 de agosto de 2012
Como en casa en ningún sitio.
Me mandan esta foto David y Paula, ellos
son residentes en Valencia y seguidores del blog, y me piden que por
favor la publique, que quieren verse en su blog favorito.
Se les ve tan felices... que no me puedo negar...
Pues ya está publicada queridos amigos, y que sigáis siendo felices siempre.
"Que siempre sea verano y siempre seamos felices"
Frase fetiche del blog que os dedico con mis mejores deseos.
el paseante
¿Pero de verdad llegó el hombre a la luna?
Bueno, mi tía abuela Anita, la que me
sostiene en brazos en la foto, ¿recordáis?, siempre decía que eso era
mentira, en la familia la teníamos por chalada, ¿cómo se puede dudar
eso?, cuando pasados los años voces expertas lo pusieron en duda toda la
familia revisó el concepto de "chalada" que le pusimos a mi pobre tía
por aquella contundente y contumaz afirmación.
De hecho en la familia hemos organizado
actos públicos de desagravio a la pobre tía Anita que tan incomprendida
fue en vida por aquella afirmación tan atrevida y transgresora.
Si os he de decir la verdad yo siempre pensé que tenía razón, no falla, si todos están de acuerdo es que todos están equivocados, yo he salido a mi tía Anita, contra mundum, es decir, yo también estoy chalado.
Si os he de decir la verdad yo siempre pensé que tenía razón, no falla, si todos están de acuerdo es que todos están equivocados, yo he salido a mi tía Anita, contra mundum, es decir, yo también estoy chalado.
No me creo que el hombre haya pisado la luna, lo siento pero no me lo creo.
Eso está muy lejos, es imposible llegar.
Me encanta el detalle de la bandera ondeando en la luna donde no hay aire ni por tanto viento, esa bandera delata el montaje, está claro, ¿verdad tía?, qué razón tenías..., fuiste una incomprendida en vida, como yo, te quiero tita.
Mi padre se quedó toda la noche viendo el montaje por la tele, lo narró Hermida, Jesús Hermida, todo esto es como de Cuéntame, la serie de televisión.
Me niego a creer que algo que retransmitiera Jesús Hermida fuera cierto, seguramente le eligieron a él precisamente porque se trataba de algo falso, debieron de pensar que pensaríamos: cómo va a tratarse de algo falso si lo está retransmitiendo éste que es tonto, cosas de la comunicación.
Mi tía Anita tenía como yo sangre de Huesca, los de Huesca somos geniales pero estamos algo chalados, es el viento del Pirineo, además el pueblo de mis tatarabuelos es del Pirineo, Abiego, mucho viento, allí está aún la casa de la familia al lado de la iglesia.
Pues lo dicho, todo es marketing de los americanos, un invento.
Y nada más, un beso en el recuerdo a mi querida tía abuela Anita que se lo pasó estupendamente en la vida y disfrutó un montón pero de los americanos no se fiaba.
Y el tiempo le ha dado la razón.
Eso está muy lejos, es imposible llegar.
Me encanta el detalle de la bandera ondeando en la luna donde no hay aire ni por tanto viento, esa bandera delata el montaje, está claro, ¿verdad tía?, qué razón tenías..., fuiste una incomprendida en vida, como yo, te quiero tita.
Mi padre se quedó toda la noche viendo el montaje por la tele, lo narró Hermida, Jesús Hermida, todo esto es como de Cuéntame, la serie de televisión.
Me niego a creer que algo que retransmitiera Jesús Hermida fuera cierto, seguramente le eligieron a él precisamente porque se trataba de algo falso, debieron de pensar que pensaríamos: cómo va a tratarse de algo falso si lo está retransmitiendo éste que es tonto, cosas de la comunicación.
Mi tía Anita tenía como yo sangre de Huesca, los de Huesca somos geniales pero estamos algo chalados, es el viento del Pirineo, además el pueblo de mis tatarabuelos es del Pirineo, Abiego, mucho viento, allí está aún la casa de la familia al lado de la iglesia.
Pues lo dicho, todo es marketing de los americanos, un invento.
Y nada más, un beso en el recuerdo a mi querida tía abuela Anita que se lo pasó estupendamente en la vida y disfrutó un montón pero de los americanos no se fiaba.
Y el tiempo le ha dado la razón.
el paseante lunar
Estatuas de Madrid.
He muerto algunas veces, pero todas
esas muertes han sido insustanciales,
indignas de elegías de rapsodas,
sin llantos de otros y sin funerales.
Cuando morí de ti, fue apagamiento,
definitivo golpe de guadaña
refractario a ulterior renacimiento,
como si me aplastara una montaña.
Brevería nº 2148
Fco. Álvarez Hidalgo
Estatuas de Madrid
esas muertes han sido insustanciales,
indignas de elegías de rapsodas,
sin llantos de otros y sin funerales.
Cuando morí de ti, fue apagamiento,
definitivo golpe de guadaña
refractario a ulterior renacimiento,
como si me aplastara una montaña.
Brevería nº 2148
Fco. Álvarez Hidalgo
Estatuas de Madrid
La noche y yo.
Cada día duermo peor, deben ser cosas de
la edad, todo me desvela, me quedo dándole vueltas a la cabeza sin
poder dormirme y además de noche todo se ve mucho más negro, lógico, es
de noche, pero es que los pensamientos se oscurecen, se ensombrecen, se
vuelven lúgubres, telúricos, espectrales, fantasmagóricos, y encima al
gato le da por maullar y me despierta, los vecinos nos van a acabar
echando de la casa porque lo peor no es que el gato maúlle es que además
el perro le contesta y se pone a aullar, como un lobo, por eso le llamo
Lobito.
Terrible, no puedo ni levantarme al baño, si salgo de la habitación comienzan la jarana y no hay quién les pare, me tengo que comprar un orinal, ¿dónde venden orinales, ¿en los chinos?, ya preguntaré y os cuento, pero lo quiero de porcelana, el problema del orinal es cuando sin darte cuenta le das una patada..., yo era experto de pequeño en dar patadas a los orinales, menudos tiempos aquellos, también había bolsas de agua caliente para la cama en invierno, en esos tiempos si que dormía bien, como un cesto.
Pero ahora duermo cada día peor, especialmente en verano, el calor no me deja dormir, no hago más que sudar y además el ventilador me pone nervioso, tampoco me gusta, un lío, y me pongo a pensar y entonces todo lo veo muy negro, sobre todo el porvenir, el porvenir que me espera, ahora bromeo pero esta noche lo veré todo fatal otra vez y ya no podré bromear al respecto.
No sé bien qué hacer para dormir mejor, en fin, a ver si con el otoño y el fresco consigo dormir algo mejor.
el paseante insomne
Terrible, no puedo ni levantarme al baño, si salgo de la habitación comienzan la jarana y no hay quién les pare, me tengo que comprar un orinal, ¿dónde venden orinales, ¿en los chinos?, ya preguntaré y os cuento, pero lo quiero de porcelana, el problema del orinal es cuando sin darte cuenta le das una patada..., yo era experto de pequeño en dar patadas a los orinales, menudos tiempos aquellos, también había bolsas de agua caliente para la cama en invierno, en esos tiempos si que dormía bien, como un cesto.
Pero ahora duermo cada día peor, especialmente en verano, el calor no me deja dormir, no hago más que sudar y además el ventilador me pone nervioso, tampoco me gusta, un lío, y me pongo a pensar y entonces todo lo veo muy negro, sobre todo el porvenir, el porvenir que me espera, ahora bromeo pero esta noche lo veré todo fatal otra vez y ya no podré bromear al respecto.
No sé bien qué hacer para dormir mejor, en fin, a ver si con el otoño y el fresco consigo dormir algo mejor.
el paseante insomne
Atardecer desde mi casa (25-08-2012).
Es la Telefónica, el edificio de la Telefónica de la Gran Vía, el que se
ve iluminado, el Pirulí en primer plano, a la derecha la Torre de
Valencia, más a la derecha en verde el anuncio de Schweppes de la plaza de Callao, al fondo las montañas del Guadarrama recortadas contra la luz
naranja del atardecer, el sol ya se ha puesto detrás de las montañas
pero su luz aún pervive en el éter de cielo inundándola de ese
tornasolado color anaranjado único de los atardeceres de verano,
monumentales atardeceres, sobrecogedores, como planeados igual que si se
tratara de una puesta en escena por algún gran director de escena, y
así es, planeadas por el más grande director de escena del mundo, Dios.
el paseante
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