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Bruttini!
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Dígame Comisario Carballo.
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Verá, tengo un nuevo caso algo complicado y
necesitaría contar una vez más con su ayuda.
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De qué se trata Comisario?
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Un asesinato en extrañas circunstancias.
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De quién?
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Una mujer de mediana edad fue asesinada mientras
hacía footing en el parque de su pueblo, aquí cerca de Vancouver.
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Ya.
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Eso parece al menos, pero habrá que realizar una
investigación a fondo para encontrar al culpable, el prefecto de la policía de
Vancouver me ha encargado el caso. Querría colaborar conmigo Bruttini?
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Por supuesto Comisario, usted sabe que para mí
es un placer poder hacer equipo con usted.
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Gracias Bruttini, lo mismo digo.
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Pero Comisario, no sé si mi jefe actual querrá
cederme a usted.
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Por eso no se preocupe Bruttini, el prefecto de
la policía de Vancouver, Behrens, contactará con su jefe para conseguir su
cesión temporal.
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En ese caso sin problemas.
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Verá Bruttini el caso es que tendrá que venirse
a Vancouver conmigo durante una temporada, no sé si eso le supondrá algún trastorno
familiar.
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Sin problemas Comisario, podré arreglarlo.
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En ese caso nos vemos, le iré enviando
información para que pueda analizarla antes de su llegada, el asunto es algo
complicado, con muchos personajes muy variados y un argumento enrevesado.
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Habla como si fuera una novela en lugar de un
caso.
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Es que más parece una novela que un caso
policial.
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Dígame Comisario, hay algún sospechoso?
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Eso prefiero no decírselo Bruttini para no
limitar la investigación, puedo tener una idea al respecto pero es imprecisa
por ahora.
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De acuerdo Comisario, quedo a su disposición.
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Gracias Bruttini, siempre tan servicial.
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Un placer.
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El Comisario Carballo y el Subcomisario Bruttini hacían una
pareja imbatible, el primero había sido su mentor y maestro en la Academia de Policía,
donde Carballo había formado a miles de cadetes, el joven y ambicioso Bruttini enseguida vio posibilidades de promocionarse y
adquirir méritos a la sombra del gran Comisario Carballo cuyo prestigio era una
verdadera leyenda dentro del Cuerpo de Policía, Carballo era un hombre de
mediana edad bien conservado que aún mantenía intactas todas sus cualidades y
su gran atractivo físico, era conocido bajo el sobrenombre de il divo por sus compañeros que le tenían
en general una gran envidia.
Bruttini por su parte reunía todas las cualidades que
adornaban a Carballo lo cual hacía que éste le mirara como a su reflejo, su
alma gemela, como al hijo que nunca tuvo, lo que hacía además que le protegiera
y auspiciara en su carrera que había sido meteórica hasta el momento dadas las
desatacadas cualidades de Bruttini, su gran perspicacia y fino análisis
psicológico unido a su saber hacer, encanto personal e ilimitada capacidad de entrega.
Ambos hacían muy buen equipo y habían cosechado juntos
numerosos éxitos que una vez más lograron cosechar las envidias de su
compañeros de profesión, tanto es así que hicieron caer sobre ellos una
sospecha, un infundio, decían que ambos eran amantes y que trabajaban juntos
para poder compartir cama a espaldas del
mundo, esto era considerado algo muy escandaloso dentro de la policía
especialmente porque Bruttini estaba casado y tenía familia, pero de todo esto
ellos dos no hacían sino burlarse dando pie a situaciones cómicas en público que
los demás interpretaban más que como burlas como verdaderas columnas de humo.
(continuará)
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