jueves, 21 de junio de 2012

La semilla que no quería ser flor. Repetición.

Robert Mappelthorpe. Cala lily.


Riesgo.


Millones de personas han preferido quedarse en semillas. ¿Por qué? Cuando pueden convertirse en flores y danzar al viento, bajo el sol, bajo la luna, ¿por qué han decidido quedarse en semillas?


Hay una razón para esta decisión: la semilla está más segura que la flor. La flor es frágil: la semilla no lo es, la semilla parece más fuerte. La flor puede ser destruída muy fácilmente; sólo un golpe de viento y sus pétalos volarán. La semilla no puede ser destruída por el viento tan fácilmente, la semilla está muy protegida, segura. la flor estará expuesta; una cosa tan delicada, y expuesta a tantos riesgos: puede soplar un viento fuerte, puede llover tormentosamente, el sol puede calentar demasiado, cualquier tonto puede arrancar la flor.


Cualquier cosa puede ocurrirle a la flor, le puede pasar de todo; la flor está constantemente en peligro. Pero la semilla está segura; por eso millones de personas han decidido permanecer como semillas. Pero quedarse en semilla es quedarse muerto, quedarse en semilla no es en absoluto vivir. Es seguro, ciertamente, pero no tiene vida. la muerte es segura, la vida es inseguridad.


El que realmente quiere vivir tiene que vivir en peligro, en constante peligro. El que quiere alcanzar la cima tiene que arriesgarse a perderse. El que quiere escalar las más altas cimas tiene que arriesgarse a caerse, escurrirse.


Cuanto mayor es el anhelo de crecer, más y más riesgos se tienen que aceptar. El verdadero hombre acepta el peligro como su propio estilo de vida, como el verdadero clímax del crecimiento.


Osho.


(Dedicado a mi amiga Terre).

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