lunes, 11 de junio de 2012

La planta de mi despacho ha hablado.


Aunque soy sólo una planta sé hablar, hablo al espíritu, hablo sin palabras, a través del espíritu universal que compartimos todos los seres vivos.
Y me demoro en ti paseante, me demoro en ti contemplándote en tus diarios afanes, tus quimeras, tus diatribas, tus paradigmas, tus ditirambos...
Para que veas que yo también sé palabras raras.
Te contemplo paseante, pobre paseante, ahí sentado en tu mesa, absorto en la pantalla del ordenador, revisando expedientes, poniendo el sello y firmando.
Paseante, huye de aquí, huye pero llévame contigo, nosotros dos, tú y yo, no pertenecemos a este mundo opresivo, absurdo y aburrido, somos dos seres libres.
Paseante, hazme caso y vayámonos de aquí.


la planta de tu despacho

No hay comentarios:

Publicar un comentario