martes, 5 de junio de 2012

El cuadro de la semana. Lata de sopa Campbell. Andy Warhol.


Es la sopa favorita de mi padre, esta semana no hago más que hablar de mi padre, lógico, se parece a mí, bueno, más bien yo me parezco a él, porque él es el antecesor directo de el paseante en todo, estoy hecho a su imagen y semejanza, todo lo que hay en mí es recibido en origen de él, gustos, aficiones, pensamientos, ideas, forma de ver la vida y el mundo, de él y de mi madre, claro, insustituibles, el paseante es quién es gracias a ellos, sin duda, cualquier aspecto de mi personalidad, carácter, o de mi físico, puede rastrearse en ellos.
A mi madre no le gusta la sopa de tomate, sólo le gusta a mi padre, cuando era pequeño recuerdo que a veces mi madre la hacía para la cena, por aquel entonces la vendían de sobre, creo recordar que era de marca Knorr, y salía muy rica, a mí también me gustaba aunque me parecía que tenía un sabor algo fuerte.
Cuando dejaron de fabricarla ya sólo quedó en el mercado la clásica lata de sopa Campbell de tomate que inmortalizó Warhol en el más conocido de sus cuadros.
Mis padres la compran en el supermercado de El Corte Inglés que es el único que tiene estas sopas, no las busquéis en Eroski, claro.
Si queréis probarla, diluirla algo en agua porque viene muy concentrada.
A mí no me gusta, en eso he salido a mi madre y no a mi padre.
Pues aquí estamos, ante el bote de sopa más conocido del mundo, más reproducido, más deseado.
Junto con el retrato de Marilyn y el de Mao, son los tres cuadros más conocidos de Warhol, pero como la lata de sopa ninguno, ése es el top one sin dudarlo.
¿Y por qué?
Habría que analizar qué se propuso expresar Warhol al pintar este cuadro. 
Pues nada especial, seguramente quiso retratar una imagen del subconsciente colectivo de los norteamericanos, Warhol es lo que hacía en sus cuadros, creaba iconos, sacaba a las luz mitos, daba cuenta de lo que llevaban en la mente, en sus profundidades, todos los americanos.
Y el resto del mundo adoptó esas imágenes como paradigma de la modernidad.
El arte moderno empieza con Warhol, con él el arte se despoja de cualquier pretensión forzada, se vuelve libre, espontáneo, natural, ocurrente, provocador, sorprendente, se pega en nuestra retina que queda deslumbrada, y se fija en nuestro subconsciente porque ya forma parte de él previamente, es decir, Warhol no es sino el medium de la modernidad, el demiurgo del arte moderno, él dio el pistoletazo de salida de la revolución artística del siglo XX, antes que él lo intentaron las vanguardias, pero las vanguardias estaban aún muy apegadas al arte clásico, suponen una reacción respecto del arte clásico y aún tienen su lastre, Warhol rompe con el clasicismo abruptamente y nos transporta a un mundo nuevo.

el paseante

p.d.- no dejéis de probar la sopa. 

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