La verdad es que tienes razón, tengo cierto parecido a Paul Bowles.
Pero el look es plenamente opuesto. Bowles tenía ese punto de gentleman y casi de aristócrata inglés, aunque fuera americano. Le gustaba no pasar desapercibido y exhibir cierta superioridad frente a una sociedad tan atrasada en todos los aspectos como es y era la de Marruecos.
Si me decidí a visitar ese país por primera vez, fue porque las novelas que leí de Paul me fascinaron. Me veía inmerso en casi todos sus relatos. Era en la época que aún leía algún que otro libro escogido. Ahora me limito a leer tu magnífico blog.
Con todos mis respetos hacia Paul Bowles, creo que tú, JR, dominas mejor la técnica literaria que Paul. No te lo digo para halagarte, aunque tu ego seguro que lo nota. Creo que objetivamente es así. Desde luego eres un escritor más completo, tus poemas, tus ensayos, tus artículos de ficción, tus relatos periodísticos, todo ello da fe de lo que te digo.
Si alguna vez te decides a tener vida propia las 24 horas, y acabas publicando todo lo que te apetezca, ya verás como en las estanterías de las librerías aparecerás en el lugar reservado para los dioses consagrados.
Espero que la entrevista que no pude hacer a Paul Bowles en su casa de Tánger, y que te relataré en otra ocasión, te la pueda hacer a ti en tu casa rural de la Alcarria.
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