Tendré que decir algo, va a ser mi rey, lo queramos o no, lo
queramos más o menos va a ser nuestro rey, a mí personalmente y si me dejo
llevar de lo que ha sido mi impresión desde siempre sobre el príncipe he de
decir que ante todo me parece una buena persona, se lo noto en la cara, el
gesto, la actitud, y sobre todo en la sonrisa y en la mirada, me parece una
persona clara, sincera, cabal, franca, quizás es demasiado decir juzgándole
sólo a través de las imágenes televisadas o en foto que he visto, pero son mis
impresiones, la impresión es positiva, me gusta, diría que me gusta más que
cualquier político de cualquier momento, y que me fio más de él, no me parece
fácil el reto que tiene por delante en este momento digamos que cuando menos
algo crítico, pero confío más en su papel de árbitro y moderador, de
representante del Estado y máxima jerarquía, de lo que confiaría en cualquier
presidente de la república que creo no haría sino elevar la contienda política
de nivel llevándola a la Jefatura del Estado.
Miremos alrededor, repúblicas con presidentes, es al fin y
al cabo la alternativa, Italia, mejor no hablar, Francia, parecido, Alemania,
por el estilo, con frecuencia no sabemos siquiera quiénes son los presidentes
de las repúblicas, se conoce sólo a los presidentes del gobierno, en España es
lo contrario, fuera se conoce más al rey que a cualquiera de los presidentes
que hemos tenido. De acuerdo que puede verse como un privilegio hereditario
poco democrático en los tiempos que corren, pero seamos prácticos, la monarquía
aquí por ahora ha dado muy buenos resultados en tiempos recientes, los
resultados lo dicen a las claras, si algo funciona por qué cambiarlo.
El príncipe debe ser él mismo, ni intentar parecerse o
emular a nadie, ni tratar de ser quién no es, si mira dentro de sí mismo va a
encontrar a buen seguro un caudal inagotable del que echar mano, tiene un
bagaje y una ejemplo en su padre que le van a ayudar sin duda, por otro lado la
monarquía es algo que constituye parte del subconsciente político de todos los
españoles desde tiempos inmemoriales, igual que la fe católica, España ha sido
por tradición una monarquía católica, la monarquía católica por antonomasia, y
últimamente la monarquía constitucional y democrática por antonomasia, con lo
cual en el subconsciente colectivo nuestro se ha actualizado la monarquía en un
sentido positivo y útil, la monarquía ha permitido que seamos hoy una
democracia tras 40 años de dictadura, y que lo seamos de una manera pacífica y
no traumática, y además la monarquía nos ha abierto al mundo con su
representatividad y su saber hacer, ya he dicho todo esto respecto al rey.
Menudo chollo ser rey!, dicen algunos, pues a mí me parece
todo lo contrario, que deberíamos estar agradecidos al compromiso que ha
asumido el príncipe desde siempre para dar continuidad a lo que su padre ha
iniciado en beneficio de todos los españoles, es curioso que nunca me haya
planteado si soy monárquico o no, ni lo pensaba, ahora, abierto el debate, he
reflexionado y he pensado que lo más conveniente para España es la monarquía
sin duda, podría ser igualmente republicano si hubiera ahora mismo una
república y hubiera obtenido los mismos buenos resultados que la monarquía en
lo referente a su función como jefatura del Estado, igual que no soy ni de
derechas ni de izquierdas, ni soy monárquico ni soy republicano, soy práctico y
no creo en los simplismos ni en las demagogias, quiero lo mejor para mi país en
cada momento, y desde ese punto de vista creo sólo en los buenos gestores no en
las ideologías.
Nada más, solamente añadir que haciendo de augur pronostico
que Felipe VI va a ser capital en la historia de España, en su bienestar y en
su futuro, y veréis como no me equivoco, que yo soy medio brujo.
Mi lealtad hacia este joven rey, imagen de una España tan
diferente a la épocas pretéritas y continuador de un rey que ha hecho historia.
El paseante
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