16 - Lento regreso
El beso de la muerte…, pero Bruttini no estaba frío, el
chico le dio a Carballo un apasionado beso, para ser un cadáver besaba bastante
bien pensó Carballo que había pasado prácticamente del terror a la risa,
situaciones por otro lado que suelen ir
parejas cuando reina el absoluto descontrol como era el caso, entonces
Bruttini retiró sus labios de los de Carballo, sacó su lengua de la boca de Carballo
y dijo:
-
Vaya sorpresa Comisario, pero se puede saber qué
está haciendo aquí?
Aquello era demasiado pensó Carballo que no sabía ya ni
quién era ni dónde estaba, pensó de nuevo que estaba dentro de una pesadilla
pero pese a todo decidió seguir el juego y contestar:
-
Que qué estoy haciendo yo aquí? Se supone que
ésta es mi casa y que acabo de llegar de Vancouver donde le dejé durmiendo
Bruttini.
-
Oh, vaya, lo siento, le he asustado, no era mi
intención, lo que pretendía es solamente darle una sorpresa.
-
Una sorpresa? Pero cómo puede estar aquí tumbado
en mi sofá, en mi salón, en Madrid, habiéndole dejado allí en Vancouver.
-
Verá Comisario, no quise decírselo pero mañana
es la coronación del nuevo rey, de Felipe VI, ya sabe lo monárquico que soy yo,
y no quería perdérmelo, como el cortejo pasará por la Gran Vía,
por debajo de las ventanas de su apartamento, pensé que lo mejor era venirme a
Madrid y darle la sorpresa.
-
Sorpresa? Por poco me mata. Pero cuándo ha
llegado? Y cómo entró aquí?
-
Llegué hace mucho Comisario, me cansé de
esperarle y me quedé dormido tendido aquí a oscuras en su sofá, esperaba
haberle dado una sorpresa cuando llegara, y lo de entrar Comisario, parece que
no me conoce, ya sabe que no hay puerta que se me resista y menos estas puertas
con cerraduras tan antiguas, por cierto Comisario, debería poner una puerta
blindada.
-
No lo entiendo, yo he tardado 18 horas en llegar
desde Vancouver, usted salió después que yo, se supone, y le encuentro dormido
en mi sofá al llegar a mi casa.
-
Eso es por su manía de los vuelos baratos
Comisario, siempre se lo digo, hay que volar con Iberia, su manía con Ryanair
no le trae siempre más que complicaciones, yo en 10 horitas he llegado, luego
tomé un taxi desde Barajas directo a su casa y me tumbé en el sofá no sin antes
tomarme la libertad de darme una ducha en su baño. A que usted tomó el metro?
-
Increíble. Por poco me mata del susto y solo por
la maldita coronación.
-
Comisario no diga eso, es un hecho histórico,
por cierto Comisario, puedo hacerle una pregunta…
-
Dígame Bruttini.
-
Siempre usa ese gel de ducha tan malo?
(continuará)
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