Lo de Podemos me hizo pensar en mi viejo amigo el Príncipe
de Salina, en la novela El Gatopardo, en Lampedusa, que todo es uno, personaje,
obra y autor, también en Visconti, en la película, coautor también del mito fue
Visconti, su divulgador, su consolidador, y la famosa frase: si queremos que
todo permanezca como está es preciso que todo cambie.
Frase llena de cinismo pero tan cierta, no hay más que ver
en qué acabaron todas las revoluciones con el tiempo, todo al final siguió
igual en un quítate tú para ponerme yo, y siempre a costa de los más desfavorecidos,
es el egoísmo, una casta sustituye a otra con unas nuevas promesas que
enseguida se ven tergiversadas en beneficio de los intereses de esa misma casta.
Hay una imagen que también me impacta, la de otro Príncipe
(nuestro Príncipe) entregando una beca a Pablo Iglesias en el salón de actos de la Universidad
Complutense, volviendo al cine la escena me hizo recordar Viva Zapata de Elia
Kazan cuando Zapata ya en el poder después de su revolución recibe a un grupo
de campesinos con sus reivindicaciones y les trata igual que le trató a él en su
día Porfirio Díaz, Marlon Brando que hace de Zapata borda la interpretación, el
gesto pensativo y la furia con que se despoja de su honorables entorchados de
General y vuelve a coger el fusil y el caballo para irse a la sierra a seguir
luchando hasta que el nuevo poder que él alzó al gobierno acaba con él en una
emboscada.
Es preciso que todo cambie si queremos que todo siga igual,
o algo así, creo que me entendéis perfectamente.
El paseante
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