Por poco soy Papa, imagina Bety qué puestazo (Aventura veneciana 16).

Por poco soy Papa, imagina Bety qué puestazo, no estaba nada mal, verdad?, nunca hubiera imaginado que podría llegar nada menos que a Papa, primero Dios e inmediatamente debajo yo, el Papa, una pasada, una verdadera pasada, una emoción, pero claro, a qué precio?, eso había que analizarlo con detenimiento, el precio era estar ejerciendo en falso el pontificado, estar en manos del diablo, ser, en definitiva un falso Papa, estar vendido, no tener autonomía, ni iniciativa, ni libertad, y todo por qué?, te preguntarás, pues simplemente porque el diablo estaba empeñado en que el bien, el verdadero bien lo representaba él, y el mal, el verdadero mal, lo representaba la Iglesia tal y como estaba concebida actualmente, para él la Iglesia había secuestrado el verdadero espíritu de Dios, era como una especie de teología de la liberación lo que se había montado el diablo, resultaba curioso que hasta el diablo alzara ya su voz crítica contra la Iglesia, algo, era evidente, estaba pasando, y aún no se conocía todo lo que después se ha conocido que ha sido mucho, pero yo llegué a la conclusión en que ese invento no era mi invento, nunca me han gustado las luchas políticas y menos las religiosas, si la lucha para mí no tiene sentido menos aún para tratar de dominar unos ámbitos tan deleznables, lucharía por algo que realmente valiera la pena pero no por un partido político o por una Iglesia, lucharía por las personas, nunca por las organizaciones, ni siquiera por un Estado, eso no son sino patrañas de los políticos, deleznables entelequias de curas, abominables herejías de lo humano, con lo cual decidí poner tierra por medio, o por mejor decir agua por medio ya que estábamos, te lo recuerdo, en Venecia, el problema era zafarme de ese embolado, toda la corte celestial presa en el sótano del palacio y yo queriendo poner pies en polvorosa como suele decirse, y no podía dejarles allí metidos por toda la eternidad, pero tampoco podía ir a los carabinieri y denunciar a Satán por secuestrador, me hubieran tomado por loco, o no?, dime Bety tú qué piensas?, que estás muy callada, te has dormido?, sigues ahí?, me escuchas?, hay alguien ahí?

(continuará) 

el paseante