SOBRE EL
BLOG:
A)
Quién es “Luna”. La
metáfora no me conforma, sufro cuando dices: “Ella no me quiere, lo
sé
Pero lo prefiero
así
Porque si me
quisiera
Nunca más volvería a
cantarla mis versos
Y a ser feliz
esperándola
Hasta en eso sé
hacer las cosas bien
Lo ves”
Sinceramente, no
creo: 1) que prefieras que no te quieran; 2) que ello lo sea así porque si no,
lo ignorarías; 3) que seas capaz de cargarte un amor y 4) encima pensar que lo
que hiciste lo hiciste bien.
Francamente no lo
veo, menos en ti. Sé lo que sufres.
Disculpen visitantes
de que yo confunda al autor del poema con el personaje del poema, pero pienso
que el paseante se expresa por lo que siente, y debe exterminar el pensamiento
acerca de que es mejor que no lo quieran. A veces alguien hace tanto daño a otra
persona, que ésta sólo ve que hace bien lo que hace mal.
Y eso se ve claro en
el otro poema a la luna, donde te preguntas acerca de que si correcto o no que
no te quieran, que tú si quieras, donde pones al amor en un lugar tan bonito,
que con sólo contemplarlo ya causa satisfacción. Mucha contradicción para un
sentimiento tan claro que tienes.
Y es que describes
tan bien el amor que sientes, que hasta lo calificas como infantil. Pero todos
los amores son infantiles, porque uno/a se entrega con ingenuidad, con limpieza,
incrédulo/a. Quién será la Luna … Yo lo sé, creo … pero está bien paseante, más
virtuoso es amar que ser amado. Tú mismo lo dices, cuando expresas que te basta
con querer.
Creo que no existe
una sola persona en este Planeta que no haya sufrido por amor, o que ahora mismo
esté sufriendo. Tu Luna es eso, algo inalcanzable. Pero te has preguntado ¿por
qué? Creo que por más referencial que sea para tus poemas, lo cierto y
paradójico es que la Luna está y estará siempre en su lugar. No la alcanzarás,
sencilla y claramente. Nadie ha podido cambiar la Luna. Se ha llegado a ella, se
la tocado, se la ha explorado, pero nada más. En la Tierra se sufre porque sólo
se puede mirar la Luna.
Te comprendo
paseante, si al menos yo pudiera hablar … y no sobre ti, si no sobre mí … Qué
doloroso es ver pasar a tu amor durante las 24 horas, saber por algunos momentos
que aunque no lo veas, está, y reir hasta llorar cuando aparece. El amor no
correspondido, el amor imposible, son la Luna misma. Creo que lo más
atormentante es que no desaparecerá nunca, que se presentarán por cuartos,
escondidos o enteros, que nos iluminarán y se irán hasta el otro día.
Quién podría vivir
con su Luna en la casa, despertar con ella, despedirse de ella para ir a
trabajar, encontrarse con ella al regreso, almorzar con ella lo que más le
guste, caminar con ella por los parques y ver el cine, platicar con ella de las
alegrías y de las penas, preparar la cena junto a ella, mientras suena una
canción parisina, y acostarse con ella teniendo a favor que uno/a sólo tiene
brazos, y entonces abrazarla hasta más no poder, y posarse en ella con las
mejillas, y esperar tranquila que se apoye en tu vientre.
B) Aborrezco los
castillos, los palacios, y todo símbolo de realeza, cuando hoy es tan decadente
como la de aquella que construyó grandezas para creerse grandes. Comprendo que
tenga poder, acepto que existe, y me resigno a que todavía exista gente que la
avale y la vea con admiración. Para mí es pobre gente, la de la realeza digo,
que es lo que es por razones objetivas y no subjetivas. Amo a las personas
grandes, que se han hecho el mérito por ellas mismas.
C) El cine italiano
jamás nos va a defraudar. De Saló no sales sin pensar en la verdad de la
realidad. Ahora que lo pienso, creo entender a mi madre cuando decía que una
familia estaba protegida si en ella había alguien de la política que sería el
Presidente, alguien de la Realeza, que sería el Duque, alguien de la Iglesia,
que sería el Obispo y alguien de la Justicia, que sería el Magistrado. Solía
agregar que mejor era la protección si de la política había de distintos
partidos e invitaba a los primos a afiliarse a ideas diferentes, para que luego
se ayuden entre todos. También decía que había que conectarse con varias
iglesias y gente de distintas clases sociales. Siempre me llamó la atención cómo
buscaba ella una gay en la familia, porque sabía que en ese mundo había
compromiso y lealtad. Sabía comentarme que los gays componían una red por todo
el mundo, que bastaba tener uno por amigo, que todas las puertas quedaban
abiertas, que así como se encerraban, se abrían solidariamente, ayudando al que
lo necesitaba, sea o no sea gay, bastando que venga recomendado por alguno de
ellos. Pasolini no se equivoca al incorporar la homosexualidad en su
película.
Te quiero y te
extraño. Besos. BC
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