miércoles, 25 de julio de 2012
La musa divina por Antonio Peñafiel.
Cada
mañana Paul se levantaba con una obsesión; encontrar a su musa, todo era muy
improvisado y extraño, pero cuando la necesitaba aparecía: su presencia le daba
seguridad, certeza, entusiasmo, pero sobre todo inspiración: Esa potente
energía que dispara el espíritu creativo, que decora las neuronas y las
proyecta hacia lo bello, lo ético, lo original, lo sorprendente.
Buscaba
en cada instante de su vida la presencia de su musa, y aunque ella no
estuviera, pensaba: ¿Qué pensará mi musa?. ¿Qué dirá hoy?, ¿Qué hará?. La
relación con su musa era muy especial, espiritual, metafísica, ligada a una
sublimación tan extra-carnal, que rondaba lo místico, lo divino, lo
mágico. Él sabía que su musa siempre estaba ahí, siempre le arrancaba una
sonrisa, siempre veía la luz entre las tinieblas, pero lo más importante: Era
una fuente inagotable de esperanza, y queridos amigos, quien transmite
esperanza siembra el terreno de la felicidad y de la superación de la
adversidad.
Pero;
¿cómo era la musa?: Unos brillantes ojos llenos de energía en un moreno carnal
y espiritual abrazaban su cuerpo. Su estilo inconfundible y sutil, llenaba de
elegancia y sensualidad su caminar cada vez que desplazaba su flexible figura.
¿Inteligente?:
como ninguna, gozaba de esa acidez y sagacidad especial que rodeaba a los
Sabios Griegos; siempre decía la palabra justa en el momento preciso, con el
fin de limpiar el sufrimiento de los demás. Ante cualquier sospecha de dolor;
la musa se ponía la armadura ocultando sus necesidades y debilidades y
eliminaba con fuerza y entrega los restos de amargura.
En
realidad era tan vital, que su luz mágica y matutina se transformaba en
energía que traspasaba la barrera física del ser humano y poseía la mente
de Paul de tal manera que la llenaba de luz, de alegría, de creatividad,
de entusiasmo para la vida; una verdadera droga, amigos míos, una droga buena
basada en la amistad y la guía personal y espiritual.
¿Humilde?;
era tan humilde que no sabía que era un tesoro para los seres que la rodeaban,
que era el eje sobre el que giraba la vida de los demás, pero ella sabía que
tenía que hacer el bien, y lo hacía anulando cualquier tipo de vanidad y
sobrevaloración de sí misma.
¿Inspiradora?:
El influjo de su mirada profunda procedente de la esencia de su alma penetraba
en el silencio ensordecedor que provocaba su ausencia, estimulaba la actividad
neuronal llevándola al extremo de la pasión, del arte, de la sabiduría, pero
como he dicho antes, su falta de vanidad no le permitía apreciar el valor
estimulante y sanador de la dama.
¿Sensual?:
Como nadie, el tono inteligente y embriagador de su discurso traspasaba la
mente humana, y Paul rescataba su fantasía en un viaje al abismo de la locura
convertida en deseo.
¿Fuerte?:
Su fuerza desgarradora se respiraba en cada bocanada de aire que inspiraba, en
cada gemido, en cado paso que daba; en cada palabra que pronunciaba. Era una
fuerza sobrehumana, de protección, como respuesta a una vida de soledad
creativa que la hizo una mujer de hierro.
¿Dulce?;
como la miel, su espíritu relleno de cariño a presión, se libera en magnánimos
efluvios infantiles que te trasportan al vientre de la madre que siempre ha
sido, fue, y será para los demás; una gran madre para todo. Paul aún no
lo sabía, pero tenía dos madres: Una la biológica y otra que era su musa.
¿Risas?:
no es que fuera graciosa, es que era la RISA. Paul pensaba que tuvo una larga
etapa rodeada de melancolía y que ahora su sentido del humor, fluía por
rebosamiento ante el tiempo perdido.
¿Arte?:
Tenía alma de artista, Paul olía a los artistas. Una persona que con el baile
armónico de su cuerpo y de su palabra es capaz de arrancar emociones como la
pasión, el anhelo, la dulzura, la libertad, y la vida, le sobra Creatividad
para movilizar el alma cansada de Paul por tanta mediocridad vulgarizada
por la monotonía de la rutina.
La
Musa ante tanta admiración se abrumaba, pero Paul sabía que había descubierto a
su diva, su inspiración, su espíritu en forma de mujer, su procacidad crítica
que le abría nuevos horizontes a explorar originales y creativos. Pero se
sumergió en una súbita duda: ¿Su musa era real, o era fruto de su
imaginación?...
De
repente, en el Chat de Facebook de Paul, apareció un mensaje con cara de mujer:
-
hola Paul, soy Dona; tu musa..
- Qué
barbaridad, Dona pensé que eras fruto de mi imaginación.
-
¿Eres real?.
-
Verás Paul, soy lo que tú quieres que sea, vivo en el mundo real y en el
virtual, en tu mente y en la mía, en la carne y en la espiritualidad. Puede que
sea real o no debes descubrirlo, pero no olvides que probablemente me
sobrevaloras.
-
Siempre tan humilde, Dona. Los dos sabemos tu carácter especial y único, que
nos ha hecho compartir en tan poco tiempo gran parte de nuestra vida y de
nuestras almas…. Dona; no me dejes, te necesito, dependo de ti para inspirarme
en el arte de la vida.
De
repente, la musa desapareció del Facebook, su rostro, sus mensajes, su nombre;
parecía que la habían borrado del mapa. No la encontró durante meses, la buscó
por todos lados, se pateó su ciudad pensando que la encontraría, su mirada
intensa y anestésica la delataría, al ver que no la hallaba, enfermó de
depresión….El psiquiatra intentó centrarle en la realidad; pensaba que la
historia de su musa había sido una fantasía irreal, pero a Paul la melancolía
le había invadido, el anhelo de su admirada Diva le arrastraba hacia el abismo.
En la
habitación del psiquiátrico se sentía desolado; uno se creía Napoleón, otro oía
una voz que le decía que se cortara la mano pues estaba contaminada, y el
sentía la añoranza y tristeza de su musa divina, de su inspiración, de su
alegría…
Dejaba
permanentemente conectado el móvil a su Facebook, en espera de la aparición
estelar de Dona, cuando ya había perdido la esperanza, de repente el sonido del
Chat le devolvió la esperanza; y efectivamente era Dona:
Una
descarga electrizante de los pies a la cabeza, recorrió el cuerpo
demacrado de Paul.
-¡Musa!-
Exclamó con un nivel de excitación cercano la histeria.
-
¿Eres tú?.
- Si,
he venido para salvarte, he venido para no irme nunca más. Cuando me necesites
siempre estaré dispuesta a escucharte, a sentirte, a consolarte.
- ¿De
verdad?. Creí que te había perdido, pensé que nunca más te vería, y desde luego
mi vida ya no tendría sentido si tú no estuvieras ahí.
- No
temas, no me iré más, he tenido que dejarte porque los humanos necesitáis
perder algo para poderlo admirar. La ausencia os permite valorar en su justa
medida el sentido de lo más valioso, pero que al tenerlo parece que pierde
calidad, y es sólo cuando el anhelo te devuelve a la melancolía de la falta,
cuando te arrepientes de no haber cuidado lo que tenías a tu lado.
-
Ahora no importa nada, pero prométeme que nunca más te marcharás.
-
Querido Paul, depende de ti, cuando alguien no cuida lo que quiere, se va
desvaneciendo, deteriorando, y acaba por marcharse, por tanto depende más de ti
que de mí.
Fue
así como Paul recuperó a su Musa. Aprendió la importancia de dar para poder
conservar lo que tienes, también hay que cuidar lo que adoras como si lo fueras
a perder para siempre…
Paul
aprendió la lección, a base de dolor, pero la aprendió, y sobre todo encontró
la fórmula para mantener a su musa, reinventarse cada día y reinventar también
los lazos de una relación basada en la admiración, el respeto, y el
amor platónico e incondicional.
Antonio Peñafiel Olivar
Un suicidio muy dulce.
¿Puede un suicidio ser dulce?
Me pregunto.
Creo que sí, si el suicidio tiene
como causa el rechazo de la persona amada puede ser dulce, es el último acto de
amor de entrega que une al suicida con su amor.
Es una forma de despedida, voluntariamente
elegida, como una dádiva que se entrega antes de partir, entregamos la vida a
la persona que amamos.
¿Culpabilidad?
No debe haber ninguna, es una
decisión personal y la responsabilidad es exclusiva del que la lleva a efecto.
Hay una novela muy graciosa de Jardiel Poncela que leí de joven, Espérame en Siberia vida mía, en la cual el
protagonista es rechazado por su amada y decide suicidarse, lo intenta por
diversos y variopintos medios pero siempre fracasa, antes de cada fracaso en
sus intentos de suicidio el lector empieza a sonreír viendo venir el nuevo
fracaso, y cuando el fracaso se produce no se puede evitar la carcajada, es el
humor surrealista y absurdo, heredero de Mihura.
El humor siempre nos salva, parece querer
decir Jardiel Poncela, siempre nos quedará el humor.
Me pregunto qué medio de suicidio
será el mejor, el más conveniente, rápido, indoloro, que deje un cadáver
hermoso...
Put your head on my shoulder.
Put your head on my shoulder
hold me in your arms, baby
squeeze me oh so tight
show me that you love me too
Put your lips next to mine, dear
won't you kiss me once, baby
just a kiss goodnight, may be
you and i will fall in love
People say that love's a game
a game you just can't win
if there's a way
i'll find it somebody
and then this fool with rush in
Put your head on my shoulder
whisper in my ear, baby
words i want to hear
tell me, tell me that you love me too.
Put your head on my shoulder
whisper in my ear, baby
words i want to hear, baby
put your head on my shoulder
Paul Anka
Paso decisivo.
En ocasiones, cuando hay que tomar una
decisión, uno siente un enorme peso, ¿qué hacer?, se pregunta uno,
menudas dudas, blanco, negro, gris...
El problema es cerrarnos las puertas para el futuro definitivamente, si no se tienen las cosas claras pero se duda mal asunto, tal vez mañana sea ya tarde, madre mía, qué horror tener que decidirse ya, era mejor no tener que hacerlo, desde luego, pero tal vez sea necesario, no lo sé, ¿qué hago?
Ahora o nunca.
¿Ahora o nunca?
¡Ahora o nunca!!!!!!!!!!!!!!!!!
Pues ahora...
¿Ahora?
Espera mejor un poco, tal vez no sea aún el momento...
Bueno, da igual, si en realidad lo tengo claro desde el primer momento, ¿lo tengo claro?, por supuesto, pero no hay que precipitarse tampoco, hay que dejar posar las decisiones, que se aquiete el ánimo, que se calmen las turbulencias del espíritu.
Menuda responsabilidad decida lo que decida, prefiero no tener que decidirme nunca, vivir en el limbo de la no decisión, ese mundo fantástico en el que todas las posibilidades están abiertas.
Está fuera de duda, no hay color, pero cuanto más tiempo pasa es peor, como que la decisión se desvanece, pierde color, se difumina, sufro una especie de síndrome de Estocolmo de la decisión que no voy a tomar, me hago amigo de ella, me pongo a su favor, de repente cambio de decisión y vuelvo a caer preso de la duda pero en sentido contrario.
Esto es patológico pero ningún psicólogo puede ayudarme, la decisión es personal e intransferible siempre, para bien o para mal.
A veces los dioses nos castigan concediéndonos nuestros deseos...
En cuanto me decida y no tenga ya arreglo sé que me voy a arrepentir decida lo que decida.
Y es que es todo tan relativo...
No tengo las ideas claras nunca, os lo confieso, y menos en estas cosas.
Que qué cosas son esas, pues el amor.
O tal vez las tenga clarísimas pero tema estrellarme, bueno siempre nos quedará París, y la literatura, claro...
el paseante
El problema es cerrarnos las puertas para el futuro definitivamente, si no se tienen las cosas claras pero se duda mal asunto, tal vez mañana sea ya tarde, madre mía, qué horror tener que decidirse ya, era mejor no tener que hacerlo, desde luego, pero tal vez sea necesario, no lo sé, ¿qué hago?
Ahora o nunca.
¿Ahora o nunca?
¡Ahora o nunca!!!!!!!!!!!!!!!!!
Pues ahora...
¿Ahora?
Espera mejor un poco, tal vez no sea aún el momento...
Bueno, da igual, si en realidad lo tengo claro desde el primer momento, ¿lo tengo claro?, por supuesto, pero no hay que precipitarse tampoco, hay que dejar posar las decisiones, que se aquiete el ánimo, que se calmen las turbulencias del espíritu.
Menuda responsabilidad decida lo que decida, prefiero no tener que decidirme nunca, vivir en el limbo de la no decisión, ese mundo fantástico en el que todas las posibilidades están abiertas.
Está fuera de duda, no hay color, pero cuanto más tiempo pasa es peor, como que la decisión se desvanece, pierde color, se difumina, sufro una especie de síndrome de Estocolmo de la decisión que no voy a tomar, me hago amigo de ella, me pongo a su favor, de repente cambio de decisión y vuelvo a caer preso de la duda pero en sentido contrario.
Esto es patológico pero ningún psicólogo puede ayudarme, la decisión es personal e intransferible siempre, para bien o para mal.
A veces los dioses nos castigan concediéndonos nuestros deseos...
En cuanto me decida y no tenga ya arreglo sé que me voy a arrepentir decida lo que decida.
Y es que es todo tan relativo...
No tengo las ideas claras nunca, os lo confieso, y menos en estas cosas.
Que qué cosas son esas, pues el amor.
O tal vez las tenga clarísimas pero tema estrellarme, bueno siempre nos quedará París, y la literatura, claro...
el paseante
Mi sombra y yo.
He descubierto que mi sombra es femenina, me da vergüenza salir con ella
por si nos ven juntos, yo masculino (se supone) y ella femenina (a la
vista está), algunos transeúntes se fijan al pasar y señalan alarmados a
la sombra, yo salgo a la carrera intentando deshacerme de mi sombra.
pero ella siempre me sigue, siempre está junto a mí, no puedo librarme
nunca de ella, sólo si se nubla el cielo desaparece...
Pero este verano no hay ni una nube...
(continuará)
La foto de la semana (17). Dos rosas solitarias en el jardín + Reflexión.
Dos rosas solitarias en el jardín. José Ramón Carballo. Cámara móvil Nokia X2. |
¡Mira cuanta belleza!!!!!!!
Parece un cuadro impresionista, en mi opinión la mejor foto hasta ahora del blog.
La más artística.
La más artística.
Dos rosas solitarias en el jardín.
¿Se puede estar solo estando acompañado?
¿Pueden dos rosas sentirse solas?
¿De qué hablarán?
De sus cosas...
Se deben querer mucho porque han elegido estar juntas y estar solas.
Entre el verde intenso, casi irreal de la hierba, a distancia del imponente tronco del árbol cuya base se vislumbra apenas.
Bajo la suave lluvia del riego por aspersión.
En la umbría delicia del amanecer.
Apenas el sol empieza a dejar posar sus
rayos de luz sobre ellas, se abren, se desperezan a la mañana. Parecen
estirarse, crecer, ser más hermosas con cada amanecer.
Solitarias, tan solitarias y bellas, las dos rosas emparejadas.
¿Estarán casadas?
¿Se celebran matrimonios entre las rosas?
Seguro que a las rosas las casa directamente Dios en persona.
Tienen pinta de ser muy felices juntas, dichosas, se las ve dichosas, ¿verdad?
Oh el amor, el amor, ese espacio entre dos en el cual el tiempo no existe...
Como entre estas dos rosas solitarias del jardín.
Besos,
el paseante
Soy guapísimo.
He salido un poco serio, verdad, en
realidad estaba mucho más guapo al natural, os lo aseguro, la cámara de
mi móvil a veces me hace estas faenas.
De todas formas estaba recién levantado, por eso se me ve como un poco hinchado.
He querido retratarme con barba porque estoy muy interesante, eso creo yo.
Me dejo barba entre semana, el fin de
semana imposible porque a mis padres no les gusta verme con barba, mi
padre dice que parezco un pobre y mi madre que me hace mayor, cosas de
padres..., para no tener que aguantar la tabarra me afeito antes de ir a
verles y solucionado.
A mí me encanta llevar barba, es muy
cómodo no tener que afeitarse por las mañanas, además pienso mejor
acariciándome la barba, y por otro lado yo me veo muy favorecido, me
identifico más con mi propia imagen si llevo barba.
Bueno, pues el paseante con barba,
además la piel sufre menos, se irrita menos, y la barba protege del sol
el verano, en fin, que todo son ventajas.
Ya tengo la barba algo canosa, como el
pelo (el que me queda), pero estoy irresistible, siempre he sido guapo
pero con los años además de guapo estoy interesante, es decir, más guapo
aún.
La belleza de todas formas es algo
subjetivo, seguramente para alguno de vosotros no seré guapo, o puede
que me consideréis hasta feo, bueno, puede ser, aunque a mí me resulta
difícil, muy difícil, creerlo.
Pero lo mejor de mi belleza está por
dentro como podéis comprobar en el blog a diario, y aún no habéis visto
nada..., prepararos para todo lo que os queda por ver de el paseante...
Por cierto, la mancha blanca que tengo en la nariz no es un moco, es que el espejo está sucio.
el paseante barbudo
La literatura y yo.
La literatura me ha salvado del aburrimiento de la infancia, la
insatisfacción de la juventud, la frustración de la madurez, y a buen
seguro me salvará, si es que llego, de la soledad de la vejez.
Primero fue leer y luego escribir, escribir mis diarios, esa terapia que me salvaba de los problemas de la vida...
Y me tiene que seguir salvando la vida porque madre mía la que se me avecina, nada menos que otro desengaño amoroso, terrible, me estoy abasteciendo de libros y libros, la mejor literatura por supuesto, todas esas ficciones me salvarán la vida una vez más, eso espero, releeré Madame Bobary, releeré Ana Karenina, y El Quijote, claro, al fin y al cabo Dulcinea tampoco hacía mucho caso al caballero.
Todos ellos lo pasaron muy mal, a Quijano le salvó algo su locura, me lo aplico, pero a las otras dos pobrecillas nada podía salvarlas, el exceso de cordura lleva a la locura, y el exceso de locura lleva a la cordura, me ha quedado una frase fenomenal, como para pensar en ella un rato.
Bromeo pero lo estoy pasando fatal, la que se me avecina, otro desengaño amoroso...
El definitivo...
Y para remate entre la pila de libros está también Werther, terrible, Werther y el amor romántico no correspondido que termina en el suicidio.
Bromeo, pero en serio, lo estoy pasando fatal, estoy que no vivo.
Tal vez no suceda, la esperanza es lo último que se pierde.
Os iré informando...
Y me tiene que seguir salvando la vida porque madre mía la que se me avecina, nada menos que otro desengaño amoroso, terrible, me estoy abasteciendo de libros y libros, la mejor literatura por supuesto, todas esas ficciones me salvarán la vida una vez más, eso espero, releeré Madame Bobary, releeré Ana Karenina, y El Quijote, claro, al fin y al cabo Dulcinea tampoco hacía mucho caso al caballero.
Todos ellos lo pasaron muy mal, a Quijano le salvó algo su locura, me lo aplico, pero a las otras dos pobrecillas nada podía salvarlas, el exceso de cordura lleva a la locura, y el exceso de locura lleva a la cordura, me ha quedado una frase fenomenal, como para pensar en ella un rato.
Bromeo pero lo estoy pasando fatal, la que se me avecina, otro desengaño amoroso...
El definitivo...
Y para remate entre la pila de libros está también Werther, terrible, Werther y el amor romántico no correspondido que termina en el suicidio.
Bromeo, pero en serio, lo estoy pasando fatal, estoy que no vivo.
Tal vez no suceda, la esperanza es lo último que se pierde.
Os iré informando...
(continuará)
La esencia de las cosas.
Es como llevar un angelito subido al hombro que te va chivateando al oído la esencia de las cosas...
Ves la realidad, las apariencias, lo evidente, pero enseguida el angelito que llevas subido al hombro te cuchichea algo al oído para que sólo lo puedas oír tú, claro, sólo tú, por supuesto, de eso se trata.
Él te confirma o no lo que ves, y si no te lo confirma te dice lo que debes ver en lugar de lo que ves, bueno pues eso, que es más o menos como llevar unas gafas 3D puestas por la vida pero en plan angelito y sin que se te note, o tal vez se te nota un poco en la mirada que muestra cierta desconfianza ante lo que te dice el angelito.
Voz de la conciencia, Pepito Grillo, asesor personal, personal trainer, no sé, más bien angelito a secas, pero menudo angelito..., el angelito se las trae, el angelito sabe latín, claro, por algo es ángel, todo bondad, pureza, amor, pero a él no se la da nadie, a mí sí me la darían, pero gracias al angelito no caigo, y es que llegar a dársela al angelito es muy difícil, casi imposible.
El problema es que a veces el angelito se pasa de listo en mi modesta opinión, o a veces aún a sabiendas de que tiene razón decidimos no hacerle caso por ver si falla, porque nos gustaría que fallara en su juicio, porque el angelito es en general muy aguafiestas, y es que pese a ser ángel con frecuencia lo que consigue es cortarle las alas a uno, nunca mejor dicho.
Ángel de la guarda, no sé, tal vez, está ahí siempre pegado, es liviano, no pesa, es un ser angelical, puro espíritu, encaramado en mi hombro, ¿lleváis vosotros otro igual?, bueno, igual no, tal vez parecido, mi angelito es único, personal e intransferible mío.
Pero es ángel al menos, me imagino si fuera un diablillo en lugar de un angelito, pero es que en el otro hombro, he de reconocéroslo, llevo un diablillo subido, y ése es terrible, no me aconseja sino hacer diabluras, nunca mejor dicho, su diversión es provocarme, y es que es un transgresor, outsider total, voz de la conciencia alternativa, iconoclasta, destructor, provocador, contradictorio, ditirambo de mi conciencia.
Entre uno y otro no me dejan en paz y en ocasiones se pelean y acabo con dolor de hombros, y claro al fisio, me sale carísimo lo de estos dos ahí encaramados a mi chepa todo el día, pero es que no sé cómo despegármelos, ni en vacaciones se marchan, ellos no toman vacaciones, si bien es cierto que bajan un poco el nivel de actividad porque en vacaciones hay menos material, es decir, estamos los tres más relajados, nada de fisio, se quedan como dormidos.
Pues eso, lo dicho, que ya lo sabéis, angelito y diablillo, diablillo y angelito, a vuestra disposición, ya os contaré algún lío de los que me meten.
Por cierto, se me olvidaba, perdonarme, dato clave, hombro derecho angelito, hombro izquierdo diablillo, por eso ando yo algo escorado de la izquierda....
Besos,
el paseante
El cuadro de la semana. Interior con lámpara. David Hockney.
Es guay, ¿verdad?, parece pintado por un
niño, Pop Art, objetos cotidianos elevados a la categoría de artísticos
en su representación, cuanto camino recorrido desde Las Meninas a este
cuadro tan íntimo, cercano, entrañable.
Nos despierta cierta ternura esta estampa doméstica que parece un rincón cualquiera de la casa de cualquiera, impecable cómo trata el efecto de la luz el artista, cómo resuelve el colorido, como equilibra en perfecta armonía las formas, sus proporciones, haciendo que en conjunto el cuadro represente un significado, que el cuadro nos hable, nos diga algo.
¿Y qué es lo que nos transmite?
Pues para mí transmite belleza, sosiego, armonía, delicado equilibrio, transparente luz.
Y por encima de todo un criterio estético, una definición de la belleza en lo cercano, lo doméstico, lo cotidiano.
Tal vez alguien que no tenga alma y visión de artista vea este rincón de esta casa y no le diga nada, no sienta nada especial, pero el artista, el verdadero artista ve con los ojos del alma allá donde va, y ve más allá de las cosas, más allá de las evidencias, el artista, el verdadero artista, sabe ver el alma de las cosas y sacarla a la luz, contarla, sea con colores o con palabras, un alma que duerme en el interior de todo y que sólo un verdadero artista es capaz de desentrañar y expresar.
Luego, al verlo, al ver su obra, los demás dirán, claro, qué verdad es esto, qué belleza, qué profundo, muy cierto, es un genio, me hace pensar, me sugiere ideas, pensamientos, sentimientos, emociones, me hace vivir mejor, sentir más la vida, vivir más intensamente, ser más lúcido, más consciente.
A partir de la visión del artista, desde la visión del artista, la vida tiene otra dimensión, otro significado, otra proyección, un nuevo sentido, diferente al habitual, al obvio y evidente.
Porque un artista es precisamente eso, un mago que nos descubre la realidad que se esconde debajo de la realidad, más allá de la realidad.
El artista es aquél que convierte siquiera sea por un momento en artista al espectador de su obra y le hace vibrar en una nueva dimensión de lo real.
el paseante
Nos despierta cierta ternura esta estampa doméstica que parece un rincón cualquiera de la casa de cualquiera, impecable cómo trata el efecto de la luz el artista, cómo resuelve el colorido, como equilibra en perfecta armonía las formas, sus proporciones, haciendo que en conjunto el cuadro represente un significado, que el cuadro nos hable, nos diga algo.
¿Y qué es lo que nos transmite?
Pues para mí transmite belleza, sosiego, armonía, delicado equilibrio, transparente luz.
Y por encima de todo un criterio estético, una definición de la belleza en lo cercano, lo doméstico, lo cotidiano.
Tal vez alguien que no tenga alma y visión de artista vea este rincón de esta casa y no le diga nada, no sienta nada especial, pero el artista, el verdadero artista ve con los ojos del alma allá donde va, y ve más allá de las cosas, más allá de las evidencias, el artista, el verdadero artista, sabe ver el alma de las cosas y sacarla a la luz, contarla, sea con colores o con palabras, un alma que duerme en el interior de todo y que sólo un verdadero artista es capaz de desentrañar y expresar.
Luego, al verlo, al ver su obra, los demás dirán, claro, qué verdad es esto, qué belleza, qué profundo, muy cierto, es un genio, me hace pensar, me sugiere ideas, pensamientos, sentimientos, emociones, me hace vivir mejor, sentir más la vida, vivir más intensamente, ser más lúcido, más consciente.
A partir de la visión del artista, desde la visión del artista, la vida tiene otra dimensión, otro significado, otra proyección, un nuevo sentido, diferente al habitual, al obvio y evidente.
Porque un artista es precisamente eso, un mago que nos descubre la realidad que se esconde debajo de la realidad, más allá de la realidad.
El artista es aquél que convierte siquiera sea por un momento en artista al espectador de su obra y le hace vibrar en una nueva dimensión de lo real.
el paseante
martes, 24 de julio de 2012
Respuesta de la sombra a la contrasemblanza de el paseante.
Bueno, Jota creo que has sido
bastante sincero en tu contrasemblanza pero me gustaría añadir una faceta muy
importante de tu lado oscuro, y ten en cuenta que yo de oscuridades sé mucho.
Tan importante es esta faceta que quizás esté detrás de todo lo demás. Me estoy
refiriendo a tu afán de dominación. Voy a explicar por qué digo que este
impulso tuyo está detrás de todo: Dices que eres incapaz de comprometerte
porque amas por encima de todo tu libertad y yo digo que eso es falso. Es
verdad que tu inteligencia te dicta ser libre, pero tu sensibilidad te inclina
a ser compasivo. Si no fueras capaz de comprometerte no tendrías a Lobi, ni a
Negrito, ni a Pipi. Cuidar de tres animales me parece bastante comprometedor
¿no crees?. Así que, aunque, efectivamente, amas tu libertad, acabas
sacrificándola –muy a tu pesar-, porque tu instinto protector, tu espíritu
compasivo es superior y puede contigo. Y digo muy a tu pesar, porque esa
responsabilidad de proteger a los demás que te echas tú mismo sobre los hombros,
termina siendo una pesada losa y buscas la manera de compensar ese esfuerzo. ¿Y
cómo lo haces?, pues haciendo que los seres a los que proteges acaben
dependiendo de ti completamente; haciendo que sólo puedan ser felices a tu
lado. Así que lo que comenzó siendo producto de tu instinto de protección,
acaba convirtiéndose en la búsqueda de una dominación que compense la falta de
libertad que tú mismo has provocado. Y, claro, dominar a un perro es fácil, a
un gato no tanto, a otra persona es bastante más difícil, pero la que es
imposible de dominar es la Vida
-aunque lo intentes con tu carácter justiciero y vengador-, por eso te has
creado un mundo ficticio donde reinar solo, porque la Vida es escurridiza y se
escapa a tu control. Pero te entiendo, Jota, eres un león y el león tiene que
ser rey. Aunque intuyo que te gustaría tener a tu lado a una reina. Lo que pasa
es que no estás dispuesto a renunciar a tu libertad por cualquiera. Lo
consientes con tus animales porque ellos son puros e inocentes, pero hacerlo
por una mujer es otro cantar. Sólo lo harías por tu alma gemela, que,
curiosamente, no exigiría tu libertad, porque al ser tu igual, no podrías
controlarla porque no dependería de ti sino que estaría a tu lado, lo que suavizaría
tu afán de dominación y potenciaría tu desarrollo en lugar de limitarlo. Tu
alma gemela tendría que ser, entonces, una felina como tú, una leona digna de
un león.
La sombra del paseante.
Yo te amo.
Te amo, moneda
te amo, al viento
te amo, si sale cara diré que tu amor esta muerto
yo te amo, me siento, te amo
un hombre sobre ti
con fuego dentro del alma
quemando en la cama
más yo tiemblo sintiendo tus senos
te odio y te amo
mi mariposa que muere agitando
las alas haciendo el amor en sus brazos,
piel de mi propio fracaso,
hoy necesito tenerla,
voy a hablarle, con coraje
yo te amo y ahora perdóname
solo recuérdame, abre la puerta a un guerrero
sin armas ni ejercito
y dame tu vino ligero
que has hecho mientras no estaba
y las sabanas de lino
dame el sueño, de algún niño que da vueltas
soñando con nubes déjame trabajar
hazme abrazar a una joven que plancha cantando
y hazte rogar un poco
antes de hacer el amor
viste de calma tu furia
y tus faldas sobre la luz
yo te amo y ahora perdóname
solo recuérdame
te amo te amo te amo te amo te amo
y dame tu vino ligero
que has hecho mientras no estaba
y las sabanas de lino
dame el sueño, de algún niño que da vueltas
soñando con nubes déjame trabajar
hazme abrazar a una joven que plancha cantando
y hazte rogar un poco
antes de hacer el amor
viste de calma tu furia
y tus faldas sobre la luz
yo te amo y ahora perdóname
solo recuérdame
te amo te amo te amo te amo te amo
te amo te amo te amo te amo te amo
te amo te amo te amo te amo te amo
te amo, al viento
te amo, si sale cara diré que tu amor esta muerto
yo te amo, me siento, te amo
un hombre sobre ti
con fuego dentro del alma
quemando en la cama
más yo tiemblo sintiendo tus senos
te odio y te amo
mi mariposa que muere agitando
las alas haciendo el amor en sus brazos,
piel de mi propio fracaso,
hoy necesito tenerla,
voy a hablarle, con coraje
yo te amo y ahora perdóname
solo recuérdame, abre la puerta a un guerrero
sin armas ni ejercito
y dame tu vino ligero
que has hecho mientras no estaba
y las sabanas de lino
dame el sueño, de algún niño que da vueltas
soñando con nubes déjame trabajar
hazme abrazar a una joven que plancha cantando
y hazte rogar un poco
antes de hacer el amor
viste de calma tu furia
y tus faldas sobre la luz
yo te amo y ahora perdóname
solo recuérdame
te amo te amo te amo te amo te amo
y dame tu vino ligero
que has hecho mientras no estaba
y las sabanas de lino
dame el sueño, de algún niño que da vueltas
soñando con nubes déjame trabajar
hazme abrazar a una joven que plancha cantando
y hazte rogar un poco
antes de hacer el amor
viste de calma tu furia
y tus faldas sobre la luz
yo te amo y ahora perdóname
solo recuérdame
te amo te amo te amo te amo te amo
te amo te amo te amo te amo te amo
te amo te amo te amo te amo te amo
Umberto Tozzi
Te amo
La pérdida. Poema.
La pérdida
Todas las calles me conducen a tu recuerdo
A veces me pierdo sin dirección
En el laberinto de calles vacías del ayer
Recorro en sueños, igual que entonces, el Madrid de mi juventud
De mis ilusiones, mis primeros amores, mis primeros desengaños
Son siempre las mismas calles oscuras de la noche
Apenas iluminadas por la débil luz de las farolas de entonces
Me pierdo desorientado en el callejero de mi subconsciente
Y no sé cómo volver a casa, no encuentro el camino de vuelta
O lo que es peor, al final llego y no hay nadie
Mi familia ya no está
Y no sé lo que ha pasado
El tiempo parece jugar conmigo
En ese callejero infinito
Que me atrapa en sueños
Es el tiempo con sus capas superpuestas
De olvidos y recuerdos
Sedimentos ya antiguos
Perdidos en mi vida pero vivos como hierro candente aún
Recuerdo a mi novia de ayer
La tomo de la mano
Siento el tacto de sus dedos entre los míos
Nos vamos al cine, nos acurrucamos
Luego vamos a su casa y nos acostamos
Hacemos el amor
Y hacer el amor entonces no significa nada
No era nada, lo compruebo
Como en un juego de imágenes evanescentes
Me duermo dentro del sueño abrazado a mi novia
Y sueño sueños de aquel entonces
Sueño mi futuro, me sueño hoy
Tal y como soy, y despierto
Pienso en ella
En su lejana, imposible distancia
En su infinita lejanía de parpadeante estrella
En el firmamento de mi noche oscura
Una vez más aquí en la mañana
Aquí sin ella ya por siempre
Vagando por calles de olvido
Que juntos recorrimos
Inocentes y tiernos
Balbuceantes
Como nuestro amor
José Ramón Carballo
23 de julio de 2012
Rompeolas de todas las Españas.
Aquí ha tenido lugar todo, el levantamiento del 2 de mayo contra Napoleón, la proclamación de la II República Española, el 15 M.
Y todo seguirá sucediendo siempre a buen
seguro en esta plaza, llamada Puerta del Sol porque en tiempos
inmemoriales albergaba una de las puertas de acceso al amurallado Madrid
medieval.
Es una elipsis perfecta, presidida por
la antigua Casa de Correos, que luego fuera sede del Ministerio de la
Gobernación y hoy es sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Kilómetro cero, estatua del oso y el
madroño, símbolo de Madrid, la estatua de la Mariblanca, una réplica en
realidad, el original se conserva en el museo municipal.
Plaza remodelada recientemente de manera
muy acertada en mi opinión, potenciando su cualidad principal, el ser
lugar de encuentro, rompeolas, un rompeolas debe estar despejado.
Quedan tras la reforma realzadas las
hermosas fachadas decimonónicas de la plaza, lástima que se haya perdido
el tradicional anuncio de Tío Pepe Sol de España embotellado, y que el
antiguo edificio del Hotel París que lo albergaba siga aún en obras,
según parece para futura sede de Apple, cosas de la devastadora
modernidad.
En verano hace mucho calor en la plaza,
es toda de granito, como buen rompeolas, y en invierno no hay donde
resguardarse de las inclemencias del tiempo que bate en la plaza sus
rigores, rompeolas al fin...
Todas las mareas de España acaban
llegando a la plaza y rompiendo sus olas, mansas o tumultuosas en ella, y
luego hay siempre como una resaca de la marea que se lleva todo y deja
la plaza limpia para los siguientes, para la siguiente tempestad.
Y es que Madrid pese a no tener mar es
una ciudad muy marítima porque tiene esa cualidad de dique de contención
de todos los vendavales, de todas las mareas, de todas las tormentas,
de todo el malestar.
Además Madrid tiene su propio mar, un
mar inverso que habita en el cielo límpido, puro, espejo de todos
nosotros los madrileños y en el cual nos miramos cada día.
Un cielo que cae desbordado sobre la
ciudad en cascadas de luz incesante, o en tumultos de sombras
amenazantes, un mar, el mar al fin y al cabo.
Vuelvo a la plaza continuamente, la
plaza me atrae como un imán, me compro una napolitana en la Mallorquina,
me compro un cd en El Corte Inglés, miro el reloj a lo alto de la Real
Casa de Correos, pero me da igual la hora, lo miro sólo por saludarle,
por saber que sigue ahí como siempre, subo por la calle de Correos hacia
mi casa y antes de volver la esquina me vuelvo a mirar la plaza por
última vez y me quedo quieto contemplándola en toda su hermosura de
plaza llena de vida, de luz, armonía y felicidad.
Y me pregunto, sí, me pregunto cuándo llegará la siguiente marea hasta este rompeolas y si será la marea definitiva.
Seguro que no.
Las mareas no son nunca definitivas.
El paseante Neptuno de Madrid
La película de la semana. Steel Magnolias. Herbert Ross. 1989.
"Prefiero tener solo media hora de felicidad que toda
una vida sin nada especial..."
Shelby Eatenton Latcherie en "Magnolias de acero"
Es de esas películas que cuando termina sientes que ya no eres el mismo, que nunca volverás a ser ya el mismo, como si hubiera sucedido un cataclismo dentro de ti que todo lo anterior lo ha echado abajo y tuvieras ahora que reconstruirte de manera totalmente diferente a como eras, como si hubieras visto por primera vez la vida verdaderamente, tal cual es, sin ilusiones ni engaños, sin falsas coartadas, fingimientos y estúpidos convencionalismos, tal es la fuerza de esta película que te arrolla, pasa sobre ti como una manada de rinocerontes, te aplasta y luego se va, y después se hace el silencio, el vacío, y te quedas pensando en que ya no eres el mismo, en que ya nunca volverás a ser el mismo, en que eres diferente, más consciente, más sabio, mejor, y por eso mismo menos complaciente con la anestesiada ignorancia que impera en el mundo.
Tremenda película que en tono de comedia nos mete de lleno en la tragedia de la existencia, porque nos muestra cómo toda existencia al final es trágica lo queramos o no, nos engañemos o no, lo veamos o no, en esta película se nos quita la anestesia del vivir de golpe y porrazo, a las bravas, sin esperarlo, como en la vida, cuando todo parecía que iba bien, que iba a funcionar, que por fin estamos en el buen camino, va y se desmorona todo, como si nada pasara, sin previo aviso, pillándonos desamparados como un niño que necesita protección.
Lo dijo Borges tal vez, "los futuros tienen esa forma de caerse en medio", tal vez lo dijo, en cualquier caso es tan cierto...
El reparto a la vista está, es insuperable, el director, pues ya se sabe, Herbert Ross, sobran las palabras, la obra que sirve de base a la película es una exitosa obra de teatro de Broadway, y se nota.
Pero luego hay algo intangible que no es sino la capacidad que tiene el verdadero ARTE con mayúsculas de elevarnos a un plano de belleza, de verdad, de pureza, un mundo de ideas en el que el hombre se descubre a sí mismo, descubre su sentido en la vida, su verdad, su esencia, su verdadero amor.
La relación entre una madre y una hija, la relación entre un grupo de mujeres, la lucha por la vida, la enfermedad, el sufrimiento, la muerte, el recuerdo, y el amor, sólo el amor, como la promesa eterna de felicidad eternamente demorada.
¿Te suena?
Imprescindible, ya lo dice mi padre, cuando los americanos hacen una buena película es insuperable, y ésta lo es.
No os la perdáis.
el paseante
Shelby Eatenton Latcherie en "Magnolias de acero"
Es de esas películas que cuando termina sientes que ya no eres el mismo, que nunca volverás a ser ya el mismo, como si hubiera sucedido un cataclismo dentro de ti que todo lo anterior lo ha echado abajo y tuvieras ahora que reconstruirte de manera totalmente diferente a como eras, como si hubieras visto por primera vez la vida verdaderamente, tal cual es, sin ilusiones ni engaños, sin falsas coartadas, fingimientos y estúpidos convencionalismos, tal es la fuerza de esta película que te arrolla, pasa sobre ti como una manada de rinocerontes, te aplasta y luego se va, y después se hace el silencio, el vacío, y te quedas pensando en que ya no eres el mismo, en que ya nunca volverás a ser el mismo, en que eres diferente, más consciente, más sabio, mejor, y por eso mismo menos complaciente con la anestesiada ignorancia que impera en el mundo.
Tremenda película que en tono de comedia nos mete de lleno en la tragedia de la existencia, porque nos muestra cómo toda existencia al final es trágica lo queramos o no, nos engañemos o no, lo veamos o no, en esta película se nos quita la anestesia del vivir de golpe y porrazo, a las bravas, sin esperarlo, como en la vida, cuando todo parecía que iba bien, que iba a funcionar, que por fin estamos en el buen camino, va y se desmorona todo, como si nada pasara, sin previo aviso, pillándonos desamparados como un niño que necesita protección.
Lo dijo Borges tal vez, "los futuros tienen esa forma de caerse en medio", tal vez lo dijo, en cualquier caso es tan cierto...
El reparto a la vista está, es insuperable, el director, pues ya se sabe, Herbert Ross, sobran las palabras, la obra que sirve de base a la película es una exitosa obra de teatro de Broadway, y se nota.
Pero luego hay algo intangible que no es sino la capacidad que tiene el verdadero ARTE con mayúsculas de elevarnos a un plano de belleza, de verdad, de pureza, un mundo de ideas en el que el hombre se descubre a sí mismo, descubre su sentido en la vida, su verdad, su esencia, su verdadero amor.
La relación entre una madre y una hija, la relación entre un grupo de mujeres, la lucha por la vida, la enfermedad, el sufrimiento, la muerte, el recuerdo, y el amor, sólo el amor, como la promesa eterna de felicidad eternamente demorada.
¿Te suena?
Imprescindible, ya lo dice mi padre, cuando los americanos hacen una buena película es insuperable, y ésta lo es.
No os la perdáis.
el paseante
lunes, 23 de julio de 2012
Climbing mountains by Emma.
CLIMBING MOUNTAINS
If you had asked me in 1972 why I liked climbing
mountains
I wouldn’t know what to answer.
I think I don’t know very well the answer now
I don’t know very well that I like it.
I think it’s the strong wind
in your face
when you are climbing.
I think it’s the water running
on the stones and the grass
when it’s raining.
I think it’s the sky fallen down
with thunders.
I think it’s the sun sinning on the flowers
when it’s sunny.
I think it’s the noise of the snow
when you walk on it.
I think it’s your heart
the only sound that you can hear
when you are finally at the top.
30 de marzo de 1992
Ejercicio
de inglés
Emma
García Quintanilla
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