Lo está pasando mal no por ella sino por mí, me ve mal y se preocupa, y es que por mucho que uno pretenda ignorarlo el tema está en todas partes, la crisis, sí, la crisis económica.
Ella vive ensimismada en su mundo contemplativo, puro budismo, nada la altera, está por encima de emociones, sentimientos, pensamientos negativos, preocupaciones, insomnios...
Está por encima del bien y del mal, ella sí, pero yo no, me gustaría poder estarlo, pero siempre hay alguien o algo que se empeña en traerme de nuevo a la realidad.
Incluso la planta de mi despacho ha empezado a preocuparse y a estar alterada al sentirme a mí preocupado y alterado, y es que los sentimientos son contagiosos, incluso se transmiten al reino vegetal.
Sin embaro, desde que la recogí en la calle hace más o menos una semana, desde un punto de vista puramente físico está fenomenal, ha mejorado el lustre, está más erguida, más verde, hasta me parece que ha crecido.
Será que la preocupación no es para tanto, tiene cubiertos sus mínimos vitales, bueno, ella no tiene más que mínimos vitales, tierra, agua y sol, los elementos esenciales de la madre naturaleza.
Tal vez podría pulverizarla agua pero no sé bien si le convendría, o abonarla, pero me pasa lo mismo, tal vez sobrealimentándola acelero su ciclo vital y acaba muriéndose, creo que lo mejor es dejar hacer a la naturaleza su lento y grandioso trabajo, no meterla en la dinámica humana de conseguir rápidos resultados, y total para qué, para buscar nuevos rápidos resultados y así siempre hasta el infinito
La planta es contemplativa y así, con su ritmo, debe seguir.
Voy a respetarla, y en lugar de llevarla a mi mundo de insatisfacción, ansia y afán, voy a intentar ir yo a su mundo de calma, autosatisfacción y plenitud.
¿Lo lograré? ¿me gustará? ¿seré feliz así por fin?
Veremos.
Estoy en ello pero está muy difícil, y más dadas las circunstancias.
Ya os iré contando.
¿Me rescatará la planta de tanta preocupación?
Ojalá, realmente lo necesito.
el paseante
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