Hola, soy Nerea, pero la Nerea buena. La otra, la que
se ha atrevido a matar al paseante, es mi parte diabólica. Os pido perdón en su
nombre. No es mala chica, pero se cree divina y piensa que todos los hombres,
incluido el paseante, tienen que estar a sus pies. ¡Mira que querer deshacerse
de él! ¡Con lo adorable que es!. A mí me fascina, lo reconozco. Me tiene
hipnotizada. Tanto es así que me ha pedido que os recomiende una película y yo,
que no soy muy buena recomendando nada, he accedido sin rechistar. Es posible
que si vais a ver la película, le digáis después al paseante que nunca más me
vuelva a subcontratar como recomendadora cinematográfica. En cualquier caso me
arriesgaré, porque él me lo ha pedido y quiero resarcir la afrenta cometida por
mi otra Nerea.
La película que os recomiendo se
titula UN LUGAR DONDE QUEDARSE (traducción libre, como suele suceder, del
título original “This must be the place”) del director Paolo Sorrentino. El
argumento se podría resumir de la siguiente manera: se trata de la reconciliación
de una ex – estrella del rock consigo mismo. Pero, para mí, la historia es lo
de menos. Lo que me ha alucinado es la interpretación magistral de Sean Penn.
Combina a la perfección el aire de un niño perdido con la lucidez apabullante
del que lo ha visto todo. La fotografía es maravillosa, y la lentitud de la
película te permite saborear de verdad cada imagen, cada mirada, cada palabra.
Una delicia. Una última recomendación: si podéis verla en versión original,
mejor, porque la voz del personaje de Sean Penn es tan peculiar que se
perderían muchos matices en el doblaje. Bueno, no sé si con esta descripción os
estáis muriendo por verla, pero si os he animado a alguno y al final resulta
que os gusta, me alegraré.
Besitos
Nerea (la buena)
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