viernes, 22 de junio de 2012

La lectura del fin de semana. Delta de Venus. Anaïs Nin. 1940.


Escritos a principios de la década de 1940 por encargo de un excéntrico coleccionista de libros que insistía en pedir «menos poesía» y descripciones más explícitas en las escenas sexuales, los relatos de Delta de Venus no vieron la luz hasta los años setenta. Ambientados en torno al París de la época e hilados por la aparición recurrente de personajes comunes de distinta importancia según cada cuento, ofrecen una visión libre de las relaciones humanas, en la que el erotismo y el ansia de placer no excluyen la belleza, el sentimiento, la amistad y la búsqueda de la autenticidad.

Pues con esta portada y teniendo 15 años quién no se lee este libro, y si además forma parte de la biblioteca paterna pues con más motivo, y es que un día escudriñando entre los libros de mi padre apareció esta joya de la literatura erótica, todo un clásico.
Onanismo literario.
La edición era tan ligera que se podía leer con una sola mano...
Anais Nïn fue novia de Henri Miller, menudo recalentón que tenían los dos, eran dos salidos que daban rienda suelta a todas sus fantasías sexuales en sus obras.
A Miller y sus Trópicos lo recomendamos la semana pasada, pues esta semana recomendamos a su novia en el París de los años 30, a Anais Nïn.
Aparte de erotismo estamos ante una literatura con mayúsculas, muy particular, única en su punto de enfoque de la contemplación de la sexualidad desde la libertad, el placer y el deseo, erotismo sublimado, erotismo gourmet, experiencias deliciosas en ambientes particulares, erotismo en el día a día, erotismo por sorpresa, el mejor erotismo improvisado, como en la vida misma, sabiendo aprovechar siempre la ocasión, eso sí, eso siempre...
En mi adolescencia leí y releí esta colección de cuentos una y otra vez, nunca dejaban de excitarme, era tanto y tan desconocido lo que me mostraban que me hallaba en estado de permanente excitación deseando este libro, deseando su lectura febril, fervorosa, encendida lectura.
Mi padre ha debido ser como yo un pornógrafo, lo sospecho, porque entre este libro y algún otro no me cabe la menor duda.
Eran los tiempos del comienzo de la libertad en España, la transición, y estos libros comenzaban a editarse.
Creo recordar que la edición que tiene mi padre es en libro de bolsillo de editorial Bruguera, muy ligera y manejable como digo, tengo que mirar en la librería por ver si sigue allí, lo mismo le robo el libro e intento recordar viejos tiempos, pedírselo prestado imposible, me da corte...
Bueno, es mi padre, hay cosas que mejor quedan en secreto...

el paseante

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