domingo, 25 de mayo de 2014

Lisboa. Poema.





Lisboa



Escucho el tic tac del agua

Evaporarse de tus piedras

Hasta formar, cual clepsidra del tiempo

La nube de amor de tu belleza



Escucho esas tempestades del tiempo

Que sobre ti se ciernen

Y deshacen la polvorienta vida

Llena de olvido y razón



Escucho, te escucho siempre

En la distancia de mi recuerdo perdida

Por entre los rincones de un barullo de escarchas

Detenidas en el suave susurro de la alondras



Y vive en ti una razón profunda que no eres tú

Como un alma ajena a ti, lejana de ti

Espectral y llena de un triste sentimiento de amargura

Que me asfixia de emoción



Y vuelvo, y vuelvo, y vuelvo

A escucharte siempre muda de sonido alguno

Como si no existieras ya

Y sólo mi recuerdo te contuviera



Presa de mí por siempre, atrapada sobre acantilados formidables

Colgada de las nubes

Eternas vagabundas del amor

De mi amor perdido por entre las estrellas



Esas luces olvidadas que me miran siempre sin verme nunca

Esperando tal vez que yo como tú un día ya no exista

Más que en el recuerdo perdurable

De alguien que un día también me quiso



José Ramón Carballo

23 de mayo de 2014


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