Cuaderno de la
Alcarria 2. Despedida.
Me despido de mi pueblo y le digo hasta luego, hoy es el
último día que estoy aquí, mañana volveré a Madrid, regresaré a ese mundo que
es cada día menos mi mundo, y abandonaré éste que es cada día más mi mundo, la
naturaleza, el silencio, la soledad, la belleza, la contemplación.
Madrid es esa trampa en la que nos han educado para caer,
ese mundo vacío, inútil, absurdo, un mundo creado de espaldas al hombre, a sus
verdaderas necesidades, a su necesidad de amor, de calma, de armonía.
Bebo en mi pueblo de la esencia de lo eterno, ese dulce
néctar que nutre mi espíritu de una eternidad que es intensamente hoy siendo a
la vez ayer y mañana.
Y pienso desde aquí, desde esta luz, si esa lejana oscuridad
algún día llegará a su fin y todo será entonces por fin luz ya por siempre.
José Ramón Carballo
3 de mayo de 2014
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