-
Oye jr esto que hablamos no lo estará oyendo nadie,
¿verdad?
-
¿A qué te refieres Woody? No te entiendo.
-
Verás, en ocasiones tengo la sensación de que nos están
escuchando cuando hablamos.
-
Woody, deberías controlar tus neurosis, ¿quién nos va a
escuchar?, estamos solos.
-
No lo sé, es una sensación, no puedo evitarlo, me da
esa sensación, dime que no es cierto por favor.
-
No lo es, siempre estamos solos.
-
Y tú no llevas ningún micrófono oculto o algo así,
¿verdad?
-
Woody, cómo puedes desconfiar de mí, yo soy tu amigo,
nunca te traicionaría.
-
No, verás, quiero decir que tal vez te han puesto un
micrófono y tú no lo sabes, esas cosas ahora son muy sofisticadas, no las
notas, puede tratarse de un micrófono subcutáneo, he oído decir en un programa
de la tele que ahora los espías utilizan micrófonos subcutáneos.
-
Woody, controla tu neurosis, no digo que en ocasiones
puedes tener algo de razón, tal vez en otros temas, pero con frecuencia en
torno a un 60% de tus preocupaciones son inventadas por ti, no tienen una base
real.
-
¿Un 60%?
-
Más o menos.
-
¿No es demasiado?
-
Bueno, es mi opinión.
-
Verás, ahora hay mucho peligro con eso de las redes
sociales, Internet, los blogs y todo eso…
-
Tranquilo, yo soy alérgico a todas esas cosas, soy un
analfabeto cibernético, no te preocupes, yo pertenezco al S.XIX, me quedé en
los feulletines.
-
No me importaría jr de todas maneras si contaras algo
de nosotros a alguien, sé que nuestra amistad haría que sobre mí dijeras las
más bellas palabras, en serio, confío en ti plenamente, no sé bien por qué.
-
Ten la certeza Woody de que yo nunca te traicionaría,
ni haría nada que fuera en tu contra, todo lo contrario porque te quiero.
-
Ya lo sé jr, yo también te quiero a ti, pero fíjate, en
este preciso instante tengo la sensación de alguien más está escuchando lo que
hablamos, noto como que ahora oyendo lo que digo se sonríe y piensa: pobre
Woody, si supiera que está en lo cierto…
-
Woody, no te parece que te pasas.
-
Sí, ya lo sé, no puedo evitarlo, soy un neurótico
empedernido, no puedo evitarlo.
-
Bueno, Woody, la neurosis con frecuencia es el caldo de
cultivo del verdadero artista, yo también soy algo neurótico, pero de eso a
pensar que nos están escuchando en estos momentos…, me parece un disparate.
-
Mira, no sientes como el sonido de una respiración.
-
Bueno, yo estoy respirando si es a eso a lo que te
refieres, necesito hacerlo sabes.
-
No, aparte de ti, mira, deja de respirar por un momento
y escucha, escucha…
-
……………………………
-
¿Lo oyes?
-
Pues no.
-
Pues yo puedo oírlo perfectamente, es más, en ocasiones
oigo como una leve sonrisita, como si le hiciera gracia nuestra conversación.
-
Tal vez se trate de nuestro amigo invisible, yo de
pequeño tuve uno.
-
Tal vez sea eso, ya me dejas más tranquilo.
-
Sí, Woody, debemos de tener algún amigo invisible que
nos escucha, o tal vez más de uno, tal vez muchos…
-
¡Qué bonito! Me gusta la idea.
-
Sí, Woody, además los amigos invisibles son los
mejores, nunca te fallan.
El paseante
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