La lectura del
fin de semana. Las bicicletas son para el verano. Fernando Fernán Gómez.
O lo que es lo mismo, Bicycles are for summer, en inglés,
una obra de teatro de Fernando Fernán Gómez sobre la Guerra Civil española.
Trata la guerra civil desde sus efectos en una familia de
clase media madrileña de aquel momento, al hijo el padre le promete justo antes
de declararse la guerra que le comprará un bicicleta, el hijo le pregunta que
cuándo se la va a comprar para poder ir al Retiro con sus amigos que todos
tienen ya bici, y el padre le contesta que para el verano, que las bicicletas
son para el verano, y entonces el 18 de julio se produce el conocido alzamiento
nacional de Franco contra la
República , y el pobre chico se queda sin bici…
Dramático tal vez, no por lo de la bici en sí mismo
considerado sino por el trasfondo de desolación que van dejando las secuelas de
la guerra en una ciudad aislada y sitiada como lo fue Madrid.
Me identifico mucho con esta obra porque mi familia pasó
todo la guerra en Madrid y en la obra veo reflejado lo que de siempre me han
contado en mi casa.
La guerra civil española fue un disparate mayúsculo al que
se llegó por la intransigencia irreconciliable de los dos bandos, por la
incapacidad para el entendimiento, resulta increíble que en pleno siglo XX en
la civilizada Europa en una nación como España se maten entre compatriotas como
si tal cosa, y no sólo en el frente de batalla sino en las calles de las
ciudades, en los descampados, tomándose cada cual la justicia por su mano.
Como digo es terrible, mi familia lo pasó muy mal, eran una
familia de clase media que iba a misa, nada más, no habían hecho nunca mal a
nadie, todo lo contrario, tampoco eran capitalistas, ni habían explotado a
nadie, pero les hicieron la vida muy difícil.
Por eso cuando Franco entró al fin en Madrid, algo tarde
porque estuvo alargando hasta el final de la guerra su entrada triunfal en
Madrid, la población le recibió entusiasmada, había sido mucho el sufrimiento y
el hambre, el miedo y la opresión.
La gente se echó a la calle el día que Franco entró en
Madrid a recibirlo como a un salvador, por el cielo volaban avionetas que
arrojaban sacos llenos de barras de pan, qué tiempos aquellos…
Todo eso más o menos refleja esta obra de teatro desde un
punto de vista como digo íntimo, como de confidencia de mesa camilla y botella
de anís del mono.
Siempre oyendo estas historias en casa desde niño y va
Fernando Fernán Gómez y las pone encima de un escenario en boca de una familia
prototípica del Madrid de aquel momento, clase media, católicos, un hijo y una
hija, una entregada madre, un padre al que despiden de la bodega de la que es
director cuando la confiscan…
¿Y qué culpa tiene esta gente?
Es igual que ahora, la política y los políticos hundiéndonos
la vida siempre, hasta límites insospechados en ocasiones, hasta quitarnos el
alimento, la paz, la vida…
El paseante
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