lunes, 21 de enero de 2013

El cuadro de la semana. La maja desnuda. Francisco de Goya. 1790-1800.



Esta señora siempre me ha parecido un tanto impúdica, han pasado años y años desde que Goya pintó este cuadro y aún hoy después de tanta pornografía esta pintura sigue teniendo algo tremendamente provocador, a mí me ruboriza el descaro de la dama y más teniendo en cuenta su época, pero aún ahora sería muy extraño que una dama se hiciera retratar así, y menos una dama de alcurnia como es el caso.

El cuadro en sí trasciende por ese motivo la pintura en sí misma considerada, la pintura no es sino el soporte de un mensaje, y el mensaje en este caso es tan intenso, tan poderoso, tan perturbador, que borra toda consideración técnica, estilística, y hace poner el énfasis en algo que pudiéramos llamar su mensaje pero que no se acierta bien a saber cuál es, qué pretende decir este cuadro, es simplemente una mujer desnuda que mira al espectador con una medio sonrisa y que está recostada sobre un diván con los brazos detrás de la cabeza, hay otro cuadro similar en el cual la modelo aparece vestida, pero no entiendo bien a averiguar cuál es el mensaje ni en uno ni en otro, será que no hay mensaje, que los cuadros son simplemente un capricho de la retratada, un encargo al cual Goya prestó su técnica, como si se hubiera hecho una fotos si entonces hubiera existido la fotografía.

Y tal vez es como fotografía como debemos contemplar el cuadro, como si de una instantánea se tratara, una fotografía anterior a la fotografía, un cuadro precursor de la fotografía, pero deja un tanto vacío su contemplación, en la época en que aún no existía la fotografía uno espera otra cosa de la pintura sinceramente, algo así como un mensaje.

El paseante


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