lunes, 28 de octubre de 2013

Bueno, no creo que lo años de trabajo sean cartel de nada...



Bueno, no creo que lo años sean cartel de nada, está el curriculum y lo que uno ha hecho, los resultados, y eso se puede cuantificar, medir, los 10 años de Calidad fueron una etapa de grandes logros y de mucho prestigio, los dos años de Servicios Sociales fueron una etapa de un esfuerzo titánico y de dejar la semilla de algo que luego iría fructificando y cuyos frutos se recogieron después, antes de todo eso hubo periodos más monótonos pero no por eso menos esforzados y tenaces, y luego está mi primer año en la Administración, el que pasé en el Estado, te recuerdo que también soy funcionario del Cuerpo de Gestión del Estado, y que saqué el número 6 a nivel de toda España, sobre un total de 1.500 aprobados, en unas pruebas que se presentaron 300.000 personas. Ése primer año, muy jurídico, fue para mí precioso, mi primer trabajo... Muy ilusionante.
Pero mi cénit profesional, sin duda, es Calidad, aquello me iba como anillo al dedo y pude desarrollar todo mi potencial, igual me hubiera pasado, o incluso más, en Servicios Sociales, por el lado de ayuda a los demás que comporta, pero no pude continuar a mi pesar.
Verás, supongo que estas son las cosas que desconocen personas como tu amigo.
También hay que recordar que pese a ser ya funcionario no dejé de perfeccionarme, estando trabajando hice el MBA del Instituto de Empresa, el master de más prestigio de España, todos los días durante 14 meses al salir del trabajo a las 3 me iba al master, y allí tenía unas clases durísimas y muy competitivas de 4 de la tarde a 10 de la noche, y los sábados de 9 a 2. Pero ese reciclaje en temas económicos y de empresa me vino muy bien para la etapa de Calidad, ese master era y es hoy carísimo, gracias a mi c.v. obtuve una beca y me ahorré mucho dinero, y es dificilísimo entrar pero pasé todas las pruebas de ingreso pese a provenir de una carrera de letras (la mayoría de los alumnos son ingenieros), y lo superé con mi esfuerzo mientras trabajaba por las mañanas. Cada trimestre echaban forzosamente al 15% de los alumnos que estaban al final del ranking de calificaciones, y si te echaban perdías todo el dinero, eran las reglas del juego.
Al igual que este master tengo el de la Escuela de Práctica Jurídica y el de Calidad Total del INAP que hice junto con compañeros de la Administración del estado que luego han sido altos cargos, creo que no me dormí en los laureles nunca y que luché.
Desde el paro en que estaba al terminar la carrera tuve la disciplina y el coraje de aprobar dos oposiciones a la primera mientras ejercía además como abogado.
Bueno, comprenderás que ciertos comentarios hechos a la ligera no me hagan demasiada gracia, sobre todo viniendo de ese tipo de personas...
Espero que haya quedado claro.

José Ramón Carballo López

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