Tengo que escribir algo sobre la gala de los Premios Goya
porque si no me da algo, es en general una gala que siempre resulta patética,
no sé bien por qué queda siempre enmascarada tras un sentido del humor un tanto
forzado, quiero decir, tal vez se deba a que el cine español no es algo serio,
y enmascarando la gala de sus premios tras un sentido del humor de pésimo gusto
y un argumentario político, seguramente así se trate de disimular la penuria de
nuestro cine.
La presentadora de este año, Eva Hache, me hizo reír, es muy
ingeniosa, tiene un gran dominio escénico, interactúa con el público, es brillante,
resultó bien, pero resultó bien como Eva Hache, es decir, para promocionarse
ella, para que la contraten, pero totalmente inapropiada para una gala así, los
Goya un año más cayeron en la provocación, ¿y para qué?
Yo creo que para tapar un año más algo gravísimo, y es que
el cine español se muere año tras año, va a menos, 150 millones de euros de
recaudación total, ¡menuda industria!, debe tener más dinero debajo del colchón
cualquier Bárcenas de turno, y eso es lo grave, el cine español fue algo
realmente destacado en tiempos, y no como ahora que entre sólo tres películas
acapararon todas las nominaciones en todas las categorías, sencillamente no
porque fueran las mejores sino porque no se han producido más, triste.
Buñuel, Saura, Almodóvar, el cine español de calidad ha sido
siempre más valorado fuera que dentro de nuestro país debido al bajo nivel
cultural del español medio, el cine español fue una industria floreciente en la
época de Alfredo Landa y José Luis López Vázquez, en la época de las
españoladas que divertían al gran público, cuando tomó otros derroteros fue
sobreviviendo gracias a las ayudas, pero obtuvo buenos resultados, no todo en
el arte es el negocio, hay que propiciar el crecimiento intelectual de la gente
y no condenarla al cine fácil que viene de América que no hace sino
embrutecerla y alejarla de su cultura y sus raíces.
Da igual, esa colección de graciosos que todos los años
desfilan recogiendo sus estatuillas además tienen que decir algo, y eso es lo
peor. Porque uno se pregunta si alguien con la cabeza tan tontamente amueblada
puede hacer algo que valga la pena y entonces no va al cine, en fin, que el
peor marketing del cine español año tras año es la absurda gala de los Goya.
Creo que Concha Velasco hizo una parodia que sintetiza todo
el absurdo de estos premios cuando contó el año que estando nominada le dieron
el Goya a la mejor actriz a Emma Suárez en lugar de a ella, sobran las palabras…
El paseante
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