lunes, 20 de febrero de 2012
José Ramón Carballo López. Semblanza.
Pero en ocasiones me resulta como si fuera
alguien extraño, que no conozco, me sorprende cada día de una manera
diferente dejando de ser él, el que yo conozco, y siendo alguien
diferente, y entonces no sé bien qué hacer, la relación de amistad que
mantenemos se tambalea y peligra, en ocasiones llegamos a enfadarnos por
discrepancias, dejamos de hablarnos, nos ponemos de mal humor, nos
hacemos reproches, acabamos deprimidos, aburridos el uno del otro, y se
genera una distancia, una incomprensión, una falta de comunicación que
acaba por convertirse en un extrañamiento y una intolerancia.
Pero pese a todo le quiero, no puedo dejar
de quererle, son ya muchos años juntos, día tras día, desde que nos
conocemos no hemos dejado de estar juntos, lo nuestro fue amor a primera
vista y para siempre, y aunque discutamos y estemos regañados seguimos
juntos, conviviendo en la misma casa, durmiendo en la misma cama, y
hasta enfadados nos abrazamos en sueños y nos perdonamos cada noche
aunque al desayuno no nos hablemos de nuevo.
Y así va pasando la vida, se ve que Dios me
lo puso en mi camino para así ganarme el cielo, seguro, pero a veces él
es el cielo en la tierra, el único cielo que yo concibo, y a veces es el
infierno, pero un infierno al que siempre sigue la dulzura del amor.
Cuando me reconcilio con él viene siempre
lo mejor, no hay nada como las reconciliaciones, son fantásticas, es
como si todo volviera a brillar, como si la luz del sol volviera a
iluminar el mundo como lo haría el primer día de la creación y todas las
cosas volvieran a tener sus mejores colores.
He de reconocer que si he conocido la
felicidad ha sido gracias a él, y es que no hay nada como el amor, un
amor duradero que día a día va creciendo pese a todo y haciéndome mejor.
No concibo ya la vida sin él, le quiero
tanto que no podría vivir sin él, no puedo imaginar estar sin él,
simplemente me moriría, me acabaría, me volvería nada.
Gracias a él vuelo por el cielo cada día y
me hago grande como las estrellas y bello como el sol.
Bueno, decirte, sólo y una vez más, que te
quiero, y gracias por compartir la vida contigo, es un honor jr,
Un beso,
el paseante
viernes, 17 de febrero de 2012
La lectura del fin de semana. Ensayo sobre el día logrado. Peter Handke.
Yo
de pequeño era así, rezaba todas las noches para que el día siguiente
fuera eso precisamente, un día logrado...
No lo decía exactamente con
esas palabras pero eso era lo que buscaba y lo que pedía cada noche en
mis rezos.
Se me iba un poco la cabeza por el sueño, me despistaba y
abreviaba las oraciones, a veces las mezclaba o pasaba de unas a otras,
me liaba y me iba adormeciendo, al día siguiente nunca recordaba dónde
acabó la oración y comenzó el sueño la noche anterior, la frontera era
borrosa, inexistente, cruzaba una y otra vez del territorio de la
oración al reino de morfeo y volvía a salir, hasta que al final de un
traspiés caía definitivamente del lado de los sueños y Freud me recogía
en sus brazos y me llevaba por el reino de Hades.
Mitológico,
¿o no?
Yo era como un fauno que de la mano del Doctor Freud cruzaba
cada noche el reino de los muertos, sin saberlo, y regresaba vivo a la
mañana siguiente, indemne, descansado, con renovadas energías de vida.
Cosas de
niños...
Bueno, pues todo esto era para presentar como se merece el
libro de Peter Hadke Ensayo sobre el día logrado, Handke es uno
de mis escritores de culto, os lo recomiendo.
El libro
trata sobre un día cualquiera narrado en primera persona detalle a
detalle, puro naturalismo, como poner un espejo en el camino que dijo
Zola, pero a fuerza de naturalismo el resultado es expresionista y es
que no hay nada más expresivo que la realidad desnuda sin comentario o
añadido alguno, lo que más hace pensar son los hechos tal cual, sin
aditamento, colores o conservantes añadidos.
Es el diario de un día
cualquiera vivido por el escritor, narrado en primera persona.
Podéis
repetir su experiencia, ir narrando vuestro día cualquiera, veréis todo
lo que aprendéis de vosotros mismos, de los demás y del mundo en
general.
El narrador va haciéndose consciente de todo lo que por su
pluma pasa, la escritura, la palabra, hace que se estructure el
pensamiento y tomen cuerpo las ideas.
El escritor pone fin a la
somnolencia de la vida con sus palabras.
Es como el niño que reza y a la
vez duerme.
Besos,
el
paseante
Comentario
sobre la imagen: es el angelito que colgaba sobre mi cama
cuando era niño, a él le rezaba, yo me identificaba con él, era como él,
un angelito...
Hola, soy yo, ya es carnaval...
La
carne, sí, la carne, el regreso de la carne, el regreso de Don Carnal y
Doña Cuaresma, cada año, no fallan, son visita obligada, y este año en
plena crisis...
Crisis de carnaval...
Siempre la carne, un año más,
como cada año, la carne regresa...
Carne de carnaval...
¿Y el blog?
¿Va a haber
actividades de carnaval en el blog?
¿Cabalgata? ¿Disfraces?
¿Pregón? ¿Entierro de la sardina?
¿Queréis que el pregón lo haga
la señora de la limpieza?
¿Preferís tal vez al camarero de la
churrería?
¿Me preferís a mí?
¿O tal vez mejor que lo haga Orfeo?
Porque la
pobre Eurídice tiene difícil poder hacerlo.
Salvo que lo haga desde el
reino de Hades.
Se me ha ocurrido una idea, a ver qué os parece...
¿Por qué no
hace el pregón Hades?
Genial, como todas mis ideas.
Pero no me
habéis dicho nada de mi disfraz.
No sabía si ponérmelo, me veía
algo ridículo, como fuera de lugar, pero luego pensé que se trata
precisamente de eso, de resultar ridículo y de estar fuera de lugar.
Muy
paseante, porque el blog es en ocasiones como una gran cabalgata de
carnaval en la que todo tiene cabida, la vida, la muerte, la alegría, la
tristeza, la reflexión, el disparate, las erecciones, todo y más...
El carnaval
es la ruptura deliberada de todas las normas, la pantomima, el disfraz,
por una vez en el año aparentamos ser lo que de verdad somos, porque el
resto de año vamos disfrazados de nosotros mismos, sin dudarlo.
Somos como
no queremos ver que somos y con el carnaval, medio en broma, salimos por
fin a la calle vestidos de nosostros mismos.
¿Os gustaría
cambiar de sexo por carnaval?
¡Qué divertido poder sentir lo que siente el
sexo contrario!
Bueno, paseante, no hay sólo dos sexos, eso del
sexo contrario te sonó antiguo, tanto Freud para esto...
Este carnaval
voy a disfrazarme de Sigmund Freud, voy a recortar la barba de Papa
Noel que tengo de esta navidad, me pondré esas gafas que parecen
anteojos, y le pediré la pipa a mi padre.
Soy un genio.
O mejor me
disfrazo de Einstein, o mejor de Harpo Marx, y así no tengo que hablar,
me llevo una bocina y ya está.
Sí, mejor de Harpo, es más descansado, lo de
Freud y lo de Einstein requiere "demostrarlo", muy cansado.
Para Harpo
necesito una peluca, le voy a pedir a mi tía una que tenía cuando yo era
pequeño, ¿la habrá tirado ya?, ¿estará apolillada?
Y el traje lo
compro en los chinos que tienen de todo.
¡Qué diver!
¡Es guay!
¿Verdad?
Superguay.
Estoy
emocionado.
Bueno, y si no siempre puedo disfrazarme de María Antonieta,
soy un experto, pero me imagino lo que iba a decir la señora de la
limpieza, muy fuerte...
¿Queréis que empecemos el carnaval en el blog?
En pleno
período psicoanalítico del blog y encima de carnaval, qué pasada...
Bueno, pues
un beso, un beso de tornillo, pero de mentira que es carnaval, ¿vale?,
un beso de tornillo falso, que no significa amor, sólo deseo...
Os
deseo,
el
paseante
María Antonieta desde el cielo. Mi querido niño...
"El
suave tacto de tu piel que iluminaba mi alma con la luz del amor..."
Mi
querido niño, mi tierno infante, no veo el momento de volver a
acariciar tus cabellos, de sentir el suave tacto de tu piel, el delicado
roce de tus labios, y la dulzura de tu mirada sobre mí.
Quiero
volver a oír la música de tu voz, susurrando en mis oídos palabras de
amor, escuchar la ternura de tus amorosas palabras aleteando en el aire
como mariposas de amor que acarician mi cuello con el suave roce de sus
alas de seda, haciéndome estremecer de placer.
Estar ya
siempre junto a ti, por toda la eternidad, amor, te quiero.
La
Reine
Marie Antoniette
Madame Bobary c'est moi...
Era a principios de abril, cuando
abren las primaveras; un aire tibio circulaba sobre los bancales
labrados, y los jardines, como las mujeres, parecían componerse para las
fiestas de verano...
....
Al día
siguiente fue para Emma un día fúnebre. Todo le pareció envuelto en una
atmósfera negra que flotaba confusamente sobre el exterior de las cosas,
y la pena se hundía en su alma con aullidos suaves, como hace el viento
en los castillos abandonados. Era ese ensueño que nos hacemos sobre lo
que ya no volverá, el cansancio que nos invade después de cada tarea
realizada, ese dolor, en fin, que nos causa la interrupción de todo
movimiento habitual, el cese brusco de una vibración prolongada....
¡Ah!, ¡se había ido el único encanto de su vida,
la única esperanza posible de felicidad! ¿Cómo no se había apoderado de
aquella ventura cuando se le presentó? ¿Por qué no lo había retenido con
las dos manos, con las dos rodillas, cuando quería escaparse? Y se
maldijo por no haber amado a León; tuvo sed de sus labios. Le entraron
ganas de correr a unirse con él, de echarse en sus brazos, de decirle:
“¡Soy yo, soy tuya!”.
...
Entonces Rodolphe, con una extraña sonrisa y con
la mirada fija, los dientes apretados, se adelantó abriendo los brazos.
Ella retrocedió temblando. Balbuceaba:
- ¡Oh! ¡Usted me da miedo! ¡Me hace daño!
Vámonos.
Y él se volvió enseguida
respetuoso, acariciador, tímido.
- Ya
que no hay más remedio –replicó él, cambiando de talante.
Emma le ofreció su brazo. Dieron vuelta. Él decía:
No me
ha entendido. Usted se equivoca conmigo. Usted está en mi alma como una
madona sobre un pedestal, en un lugar elevado, sólido e inmaculado.
Pero la necesito para vivir. ¡Necesito sus ojos, su voz, su pensamiento!
¡Sea mi amiga, mi hermana, mi ángel!
Y
alargaba el brazo y la estrechaba la cintura. Ella trataba débilmente de
desprenderse. Él la retenía así, caminando.
......
¡Oh, Rodolphe!...-dijo lentamente la joven mujer
apoyándose en su hombro.
La tela de su vestido
se prendía en el terciopelo de la levita de Rodolphe, Inclinó hacia
atrás su blanco cuello, que dilataba con un suspiro; y desfallecida,
deshecha en llanto, con un largo estremecimiento y tapándose la cara, se
entregó.
....
Se repetía: “¡Tengo un amante!, ¡un amante!”,
deleitándose en esta idea, como si sintiese renacer en ella otra
pubertad. Iba, pues, a poseer por fin esos goces del amor, esa fiebre de
felicidad que tanto había ansiado.
Penetraba
en algo maravilloso donde todo sería pasión, éxtasis, delirio; una azul
inmensidad la envolvía, las cumbres del sentimiento resplandecían bajo
su imaginación, y la existencia ordinaria no aparecía sino a lo lejos,
muy abajo, en la sombra, entre los intervalos de aquellas alturas.
Entonces recordó a las
heroínas de los libros que había leído y la legión lírica de esas
mujeres adúlteras empezó a cantar en su memoria con voces de hermanas
que la fascinaban. Ella venía a ser como una parte verdadera de aquellas
imaginaciones y realizaba el largo sueño de su juventud ,
contemplándose en ese tipo de enamorada que tanto había deseado. Además
Emma experimentaba una satisfacción de venganza. ¡Bastante había
sufrido! Pero ahora triunfaba , y el amor, tanto tiempo contenido,
brotaba todo entero a gozosos borbotones. Lo saboreaba sin
remordimiento, sin preocupación, sin turbación alguna.
Fragmentos de Madame Bobary de Gustave
Flaubert
Fersen desde Madrid. Ya es invierno.
Ya
es invierno querida Antoniette, y te echo de menos, especialmente en
estas fechas me acuerdo mucho de ti, te quiero mon petite Antoniette,
mon cher amour, siento una infinita nostalgia de ti, un desconsuelo, una
tristeza, una profunda melancolía, y sólo pienso en el día en que
volvamos a estar juntos, tú y yo, mon cher coeur, mon petit, mon amour.
Axel
de Fersen
Conde de Fersen
¿Qué haré sin Eurídice?
Orfeo
Che farò senza Euridice?
Dove andrò senza il mio ben?
Che farò? Dove andrò?
Che farò senza il mio ben?
Dove andrò senza il mio ben?
Euridice! Euridice!
Oh Dio! Rispondi! Rispondi!
lo son pure il tuo fedele.
lo son pure il tuo fedele, il tuo fedele.
Che farò senza Euridice?
Dove andrò senza il mio ben?
Che farò? Dove andrò?
Che farò senza il mio ben?
Dove andrò senza il mio ben?
Euridice! Euridice!
Ah! Non m'avanza
più soccorso, più speranza,
né dal mondo, né dal ciel.
Che farò senza Euridice?
Dove andrò senza il mio ben?
Che farò? Dove andrò?
Che farò senza il mio ben?
Dove andrò senza il mio ben?
Aria de la ópera Orfeo y Eurídice de Christoph Willibald Gluck.
jueves, 16 de febrero de 2012
El enamorado.
lámparas y la línea de Durero,
las nueve cifras y el cambiante cero,
debo fingir que existen esas cosas.
Debo fingir que en el pasado fueron
Persépolis y Roma y que una arena
sutil midió la suerte de la almena
que los siglos de hierro deshicieron.
Debo fingir las armas y la pira
de la epopeya y los pesados mares
que roen de la tierra los pilares.
Debo fingir que hay otros. Es mentira.
Sólo tú eres. Tú, mi desventura
y mi ventura, inagotable y pura.
Salomón y la reina de Saba.
De mi biblioteca: El Cantar de los Cantares
El Cantar de los Cantares es un canto al amor. Un libro de ardiente pasión y erotismo, que se dice inspirado en los amores de Salomón y la reina de Saba.
El Cantar de los Cantares, está incluido en el canon de la Biblia, de manera que como libro inspirado, viene a santificar el amor humano. Como muestra leamos los siete primeros versículos del Cantar 4:
"¡Qué bella eres, amada mía, qué bella eres! Palomas son tus ojos a través de tu velo; tu melena, cual rebaño de cabras, que ondulan por el monte Galaad.
Tus dientes, un rebaño de ovejas de esquileo que salen de bañarse: todas tienen mellizas, y entre ellas no hay estéril.
Tus labios, una cinta de escarlata, tu hablar, encantador. Tus mejillas, como cortes de granada a través de tu velo.
Tu cuello, la torre de David, erigida para trofeos: mil escudos penden de ella, todos paveses de valientes.
Tus dos pechos, cual dos crías mellizas de gacela, que pacen entre lirios.
Antes que sople la brisa del día, y se huyan las sombras, me iré al monte de la mirra, a la colina del incienso.
¡Toda hermosa eres, amada mía, no hay tacha en ti!"
Flores (repetición).
Flores
Te traigo estas
flores
Como una ofrenda a un dios
Mira en sus colores la dicha que me das
En su suavidad la suavidad de tus caricias
En su fresca juventud mira tu pureza
inmaculada
Y en su tersura mira la firmeza de tu alma
Que junto a mí vive
Templando mi alma
En el suave fuego de tu amor
José Ramón Carballo.
Del libro de poemas "Poema de cada
día".
Nota: repito esta entrada por ser una de vuestras favoritas y por estar en la semana del amor, y porque en mi opinión es preciosa.
Nota: repito esta entrada por ser una de vuestras favoritas y por estar en la semana del amor, y porque en mi opinión es preciosa.
Tristán e Isolda.
...Tristán...
Quién fuera tan grande
para caber en tus ojos
como el mar lo hace.
Quién fuese sol
para escoltar tus huellas
del arribo del alba
a tu amanecer nocturno
de sirena.
Quién fuese estrella
para dibujar
el sueño de tu pelo
pálido camino
donde lloramos juntos.
Quién fuese tu rey
mi alondra mañanera
para merecer tus ojos
quién tuviese sangre plateada
para amarte más
de lo que te amo yo
y los pájaros solos.
Anónimo.
Mi corazón se abre a tu voz como las flores se abren (repetición).
Mon cœur s'ouvre à ta voix
Mon cœur
s'ouvre à ta voix comme s'ouvrent les fleurs
Aux baisers de l'aurore!
Mais, ô mon bien-aimé, pour mieux sécher mes pleurs,
Que ta voix parle encore!
Dis-moi qu'à Dalila tu reviens pour jamais!
Redis à ma tendresse
Les serments d'autrefois, ces serments que j'aimais!
Ah! réponds à ma tendresse!
Verse-moi, verse-moi l'ivresse!
Ainsi qu'on voit des blés les épis onduler
Sous la brise légère,
Ainsi frémit mon cœur, prêt à se consoler
À ta voix qui m'est chère!
La flèche est moins rapide à porter le trépas,
Que ne l'est ton amante à voler dans tes bras!
Ah! réponds à ma tendresse!
Verse-moi, verse-moi l'ivresse!
¡Mi corazón se abre a tu voz
como se abren las flores
a los besos de la aurora!
Mas, ¡oh! mi bien amado!,
para que mis lágrimas se sequen mejor,
deja que tu voz suene otra vez!
Dime que a Dalila
tú regresas para siempre!
¡Vuelve a decirle a mi ternura
las promesas de otro tiempo,
los juramentos que tanto amo!
¡Ah! ¡Responde a mi ternura!
¡Inúndame, vierte sobre mí la embiaguez!
Del mismo modo que se ve
a las espigas de trigo ondularse
bajo la brisa ligera,
¡así vibra mi corazón,
presto a consolarse
con tu voz que me resulta tan querida!
La flecha es menos rápida
para llevar la muerte,
que tu amada
para llegar a tus brazos!¡Recuerda a mi ternura
las promesas de otro tiempo,
los juramentos que tanto amo!
¡Ah! ¡Responde a mi ternura!
¡Inúndame, vierte sobre mí la embriaguez!
Samson et Dalida. Camille Saint-Saëns.
Nota: repito esta entrada por ser una de vuestras favoritas y por estar en la semana del amor, y porque en mi opinión es preciosa.
Aux baisers de l'aurore!
Mais, ô mon bien-aimé, pour mieux sécher mes pleurs,
Que ta voix parle encore!
Dis-moi qu'à Dalila tu reviens pour jamais!
Redis à ma tendresse
Les serments d'autrefois, ces serments que j'aimais!
Ah! réponds à ma tendresse!
Verse-moi, verse-moi l'ivresse!
Ainsi qu'on voit des blés les épis onduler
Sous la brise légère,
Ainsi frémit mon cœur, prêt à se consoler
À ta voix qui m'est chère!
La flèche est moins rapide à porter le trépas,
Que ne l'est ton amante à voler dans tes bras!
Ah! réponds à ma tendresse!
Verse-moi, verse-moi l'ivresse!
¡Mi corazón se abre a tu voz
como se abren las flores
a los besos de la aurora!
Mas, ¡oh! mi bien amado!,
para que mis lágrimas se sequen mejor,
deja que tu voz suene otra vez!
Dime que a Dalila
tú regresas para siempre!
¡Vuelve a decirle a mi ternura
las promesas de otro tiempo,
los juramentos que tanto amo!
¡Ah! ¡Responde a mi ternura!
¡Inúndame, vierte sobre mí la embiaguez!
Del mismo modo que se ve
a las espigas de trigo ondularse
bajo la brisa ligera,
¡así vibra mi corazón,
presto a consolarse
con tu voz que me resulta tan querida!
La flecha es menos rápida
para llevar la muerte,
que tu amada
para llegar a tus brazos!¡Recuerda a mi ternura
las promesas de otro tiempo,
los juramentos que tanto amo!
¡Ah! ¡Responde a mi ternura!
¡Inúndame, vierte sobre mí la embriaguez!
Samson et Dalida. Camille Saint-Saëns.
Nota: repito esta entrada por ser una de vuestras favoritas y por estar en la semana del amor, y porque en mi opinión es preciosa.
Orfeo y Eurídice.
Orfeo
tocaba muy bien la lira, a la muerte de su amada Eurídice queda
desconsolado y las musas al oír la música tan triste que toca le
aconsejan que baje al reino de Hades a buscar a su amada para volverla a
traer al reino de los vivos, Orfeo entra en el reino de Hades, va
sorteando los peligros en el más allá gracias a la belleza de la música
que toca con su lira, rescata a su amada pero Hades le dice que la guíe
de nuevo a la vida yendo él delante y que no vuelva la vista atrás hasta
que los rayos del sol bañen por completo a Eurídice.
Llegan hasta
el final del camino, salen del reino de Hades y el el último momento
Orfeo vuelve la vista atrás por ver a su amada...
¿Y qué pasa?
(continuará...)
Paseante,
por Dios, no me hagas esto, no me dejes así...
Eres cruel
paseante.
Abrazos,
el
paseante
He ido al especialista por lo del priapismo.
Lo primero que hizo fue preguntarme si había algún cambio en mi vida, en mi entorno, que pudiera influir en mi estado.
Según él ,esta situación siempre tiene un origen exógeno.
En principio no caigo qué pueda ser, doctor... Le dije.
Me contestó que lo pensara con calma y que observara qué persona o personas estaban cerca cuando tenía una recaída, o en quién o en qué estaba pensando cuando tenía una crisis de priapismo.
Bueno, iré viéndolo.
De momento me ha dicho que no es de preocupar, que procure relajarme, hacer algo de deporte, distraerme y descansar, que tal vez tenga estrés o problemas que hacen se vea agravada mi situación.
No me ha recetado nada nuevo, me ha dicho que si persiste la tensión que siga con el relajante muscular.
Pero sigo igual o peor, y el caso es que no logro averiguar la causa...
Necesito ayuda.
el paseante
miércoles, 15 de febrero de 2012
Especial fetichistas: los pies.
Pies de el paseante. |
Los pies, mis pies, aquí os los dejo, sé que los estábais
esperando, estamos en la semana del amor y dentro del período
psicoanalítico del blog, debemos pues tratar del fetichismo, de los
fetiches, que para el psicoanálisis, para Freud, tienen una importancia
capital en el análisis de la psique humana.
Los pies son uno de los
fetiches fundamentales que existen, hay otros muchos, pero los pies son
un fetiche bastante corriente para la mayoría de las personas.
Y me
pregunto por qué es esto así, y si ha sido desde siempre así o es algo
reciente.
Reciente, lo que se dice muy reciente no debe ser porque ya en
la Sagradas Escrituras se dice que los querubines se tapaban los pies en
presencia de Dios.
Desde la antigüedad los pies han simbolizado o
representado la sexualidad.
Curioso.
Desde entonces ya...
Pues sí.
¿Y por qué
es así?
Pues según Freud el fetiche no es sino el objeto en el cual se
fija nuestra vista justo en el momento anterior a la contemplación del
objeto sexual, del objeto del deseo, es decir, justo antes de la
contemplación del órgano sexual.
Por ejemplo, las bragas, las
medias y los zapatos de tacón.
Las bragas son la última visión antes de
poder contemplar el órgano sexual femenino, las bragas como fetiche
quedan fijadas en la psique del hombre en su infancia cuando de niño
desde el suelo se asoma a mirar por entre las faldas de las mujeres, el
niño juega en el suelo y aprovecha para mirar inocentemente,
¿inocentemente?, y entonces contempla las bragas y se pregunta qué es lo
que cubren...
Las medias son un fetiche vicario de las bragas,
anteceden a la contemplación del fetiche último, y los zapatos de tacón
igual respecto a las medias.
El niño va subiendo su mirada desde los
zapatos de tacón hasta las medias y luego a las bragas, y luego, ya
adulto, contempla lo mismo que entonces y en su psique esos tres objetos
conforman ya tres fetiches que anticipan su placer sexual último y
producen un placer por anticipado.
El problema surge cuando el
fetiche se convierte en el objeto de deseo en sí mismo y llega a cumplir
la función de objeto sexual sustituyendo al órgano sexual.
En ese caso
la evolución natural de la sexualidad y su concentración en un único
objeto final, el órgano sexual, se ha visto interrumpida debido a algún
trauma y surge la disfunción en la psique y la perversión de la
sexualidad.
El niño desde su pluriforme sexualidad inicial que indefinida
aún en el objeto todo lo abarca, debe ir centrando su deseo
sucesivamente a través del aprendizaje hasta enfocarlo en el deseo del
órgano sexual femenino.
Larga evolución que no siempre termina allí, en
ocasiones se pierde en los objetos, en otras ocasiones se pierde en su
mismo sexo, y en otras se pierde y vuelve a él mismo quedándose
estancada en el primer paso la autosatisfacción sexual de los primeros
años de vida.
¿Y entonces por qué los pies del paseante son un
fetiche?
Pues muy sencillo, porque anteceden a la visión del miembro
viril de el paseante...
¿Os apetece verlo?
el paseante
piano, estera y velador...
Corrientes
tres cuatro ocho,
segundo piso ascensor,
No hay porteros ni vecinos,
adentro cocktail y amor.
segundo piso ascensor,
No hay porteros ni vecinos,
adentro cocktail y amor.
Pisito que puso Mapple,
piano, estera y velador,
Un telefón que contesta,
una vitrola que llora,
Viejos tangos de mi flor,
y un gato de porcelana
pa´que No maúlle el amor.
Y todo a media luz...
que es un brujo el amor,
A media luz los besos,
a media luz los dos.
Y todo a media luz,
crepusculo interior,
Que suave terciopelo
la media luz de amor.
Juncal doce veinticuatro
telefoneá sin temor,
De tarde, té con masitas,
de noche tango y champán.
Los domingos, té danzante,
los lunes desolación.
Hay de todo en la casita:
almohadones y divanes
como en botica, cocó,
alfombras que no hacen ruido
y mesa puesta al amor...
Carlos Gardel
piano, estera y velador,
Un telefón que contesta,
una vitrola que llora,
Viejos tangos de mi flor,
y un gato de porcelana
pa´que No maúlle el amor.
Y todo a media luz...
que es un brujo el amor,
A media luz los besos,
a media luz los dos.
Y todo a media luz,
crepusculo interior,
Que suave terciopelo
la media luz de amor.
Juncal doce veinticuatro
telefoneá sin temor,
De tarde, té con masitas,
de noche tango y champán.
Los domingos, té danzante,
los lunes desolación.
Hay de todo en la casita:
almohadones y divanes
como en botica, cocó,
alfombras que no hacen ruido
y mesa puesta al amor...
Carlos Gardel
Hoy me he vuelto a enamorar...
En el jardín de mis amores
donde sembré tantas noches de locura
tantas caricias colmadas de ternura
que marchitaron dejando sin sabores.
En el jardín de mis
amores
he cultivado romances y pasiones
que con el tiempo se han vuelto desengaños
que van tiñendo de gris mis ilusiones.
Hasta que llegaste tú
trayendo nuevas pasiones a mi vida
con la mirada que alivia mis heridas
con ese beso de amor que no se olvida.
Hasta que llegaste tú
con la inocencia que aún desconocía
para enseñarme que existe todavía
una razón para ver la luz del día.
Hoy me he vuelto a enamorar
he cultivado romances y pasiones
que con el tiempo se han vuelto desengaños
que van tiñendo de gris mis ilusiones.
Hasta que llegaste tú
trayendo nuevas pasiones a mi vida
con la mirada que alivia mis heridas
con ese beso de amor que no se olvida.
Hasta que llegaste tú
con la inocencia que aún desconocía
para enseñarme que existe todavía
una razón para ver la luz del día.
Hoy me he vuelto a enamorar
y
nuevamente ha germinado la pasión
en el jardín donde reinó la
soledad
nació la flor que hace feliz mi corazón
Hoy
me he vuelto a enamorar
atrás quedaron esos años de agonía
y
justo en medio de mi triste soledad
llegaste tú para alegrar el alma mía
Hasta que llegaste tú
con la inocencia que aún desconocía
con la mirada que alivia mis heridas
con ese beso de amor que no se olvida.
llegaste tú para alegrar el alma mía
Hasta que llegaste tú
con la inocencia que aún desconocía
con la mirada que alivia mis heridas
con ese beso de amor que no se olvida.
Hasta que
llegaste tú
trayendo nuevas pasiones a mi vida
trayendo nuevas pasiones a mi vida
para enseñarme que existe
todavía
una razón para ver la luz del día.
Hoy me he vuelto a enamorar
Hoy me he vuelto a enamorar
y nuevamente ha germinado la
pasión
En el jardín donde reinó la soledad
nació la
flor que hace feliz mi corazón
hoy me he vuelto a
enamorar
atrás quedaron esos años de agonía
atrás quedaron esos años de agonía
y justo en medio de mi
triste soledad
llegaste tú para alegrar el alma mía.
llegaste tú para alegrar el alma mía.
Cantan Alejandro Fernández y Gloria
Estefan
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